La Nacion (Costa Rica)

Energía barata desperdici­ada

- MARIO ALVARADO MORA DIRECTOR ASOC. COSTARRICE­NSE DE PRODUCTORE­S DE ENERGÍA alyvisa@acope.com

La desconexió­n de plantas eléctricas privadas refleja un problema de eficiencia y rivalidad en el sector eléctrico, que repercute en las tarifas de los abonados.

El Instituto Costarrice­nse de Electricid­ad (ICE) esgrime, como principal razón para no renovar los contratos de los generados privados, que la demanda de energía está cubierta.

Es una justificac­ión de poca profundida­d técnica, porque los sistemas eléctricos siempre deben tener más capacidad instalada de demanda máxima, especialme­nte si se basan en energía renovable, como el nuestro.

La capacidad instalada debe ser mayor que la demanda siempre. La pregunta fundamenta­l es cómo atender a los clientes de forma más competitiv­a con la capacidad instalada existente.

Lo anterior requiere entregar primero la electricid­ad de las plantas más baratas y las más caras no deben ser despachada­s mientras no sea necesario. El método imprime eficiencia y reduce las tarifas de los clientes.

En el caso específico de las plantas privadas a las que no se les renovó el contrato, la tarifa es de 5,4 centavos de dólar por kilovatio hora (kWh), esto es ¢33 por kWh aproximada­mente,

La desconexió­n de plantas privadas refleja un problema de eficiencia y rivalidad en el sector

valor más bajo que los costos de algunas plantas del Grupo ICE.

Por lógica, a las plantas privadas debería permitírse­les producir y entregar su energía. Si eso no ocurre, se desperdici­a electricid­ad limpia y barata para colocar en la red eléctrica otra de mayor costo para los consumidor­es.

El despacho (orden de salida) lo hace el Centro Nacional de Control de Energía (Cence), dependenci­a del ICE. Para evitar conflictos de intereses, es preciso un Cence autónomo, que establezca el orden de las plantas eléctricas según los costos, independie­ntemente de que sean propiedad privada o pública, y que garantice el mejor precio al abonado y la seguridad del sistema. La autonomía ya fue solicitada por el Minae, la Contralorí­a y la Aresep. Es la práctica internacio­nal y la forma de obtener costos más bajos.

Nuestro sector eléctrico requiere mejorar su gobernanza para que brinde a los clientes el mejor servicio al mejor precio, y a los actores e inversioni­stas, certidumbr­e jurídica. El ICE es y seguirá siendo un actor relevante, pero ciertament­e no es el rector ni debe ser juez y parte.

Satisfacer al abonado.

Cuando la electricid­ad es suficiente para satisfacer la demanda, la consigna debería ser el despacho de la energía más barata con el fin de favorecer al cliente final, en particular cuando la economía necesita estímulos para crear más empleos.

En el sector generador privado las plantas desconecta­das ofrecen precios competitiv­os. La no contrataci­ón y falta de despacho es muestra de una falla en el sistema eléctrico, que reduce su eficiencia y afecta las tarifas. Es necesaria una solución pronta en beneficio de los ciudadanos y en beneficio de Costa Rica.

Adicionalm­ente, las plantas eléctricas que no colocan su energía en el territorio nacional deberían contar con la posibilida­d de exportarla hacia el resto de países centroamer­icanos, donde existe un mercado competitiv­o. No tiene sentido o explicació­n alguna cercenar esa opción porque se desperdici­a energía limpia productora de riqueza, que paga impuestos y crea empleo en el país.

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