Libreta de apuntes: Un 1.° de mayo con mucha prisa y sin abrazos
››Una diputada ‘colada’ fue una de las novedades en un acto precocinado
El nuevo edificio del Congreso debutó, este sábado, como sede de uno de los eventos políticos más glamorosos e impredecibles del año: la elección del Directorio legislativo.
No obstante, las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia obligaron a los protagonistas a dejar de lado algunos rituales propios de esta solemne sesión.
La actividad transcurrió sin los acostumbrados abrazos de felicitación a los ganadores ni las reuniones para negociar algún apoyo de última hora o impedir la fuga de votos.
Tampoco hubo tiempo para la acostumbrada pasarela para observar los trajes enteros de los caballeros ni los vestidos y peinados de las damas.
En su lugar, los saludos a prudente distancia y los acuerdos precocinados permitieron acelerar las votaciones a un ritmo pocas veces visto en cuesta de Moras.
Datos personales. Una de las novedades de la jornada fue que el Ministerio de Salud solicitó a la Asamblea Legislativa recolectar los datos personales de las personas que asistirían a la sesión.
Este requisito debió ser cumplido fielmente por los diputados, ujieres y otro personal de apoyo para poder ingresar al plenario.
Todos, además, tuvieron que llevar su mascarilla, la más reciente prenda incluida en las reglas de etiqueta y vestimenta de los congresistas.
Sin recesos. La premura que tenían algunos diputados por agilizar la votación quedó en evidencia desde el puro inicio de la sesión.
Una vez comprobado el cuórum, el presidente saliente, Eduardo Cruickshank, advirtió a los legisladores de que la elección se realizaría sin recesos.
“Le agradeceríamos mucho que una vez que resulten electas las personas no se aglomeran a dar las felicitaciones”, pidió Cruickshank.
Tal solicitud, a la que nadie se opuso, evitó que se formaran las acostumbradas hileras y círculos de diputados alrededor de quienes resultaron elegidos.
La rigurosidad de la medida fue comprobada por Jonathan Prendas, diputado del autodenominado bloque Nueva República, quien infructuosamente pidió un espacio de diez minutos para hacer una intervención.
Cuarta mujer. La diputada Silvia Hernández, del Partido Liberación Nacional (PLN), logró llegar a la presidencia legislativa con 42 votos a favor.
Hernández, economista de profesión, de 44 años, se convirtió en la segunda mujer en ocupar este puesto en el actual periodo constitucional y la cuarta en la historia.
En su primer mensaje como presidenta, la verdiblanca solicitó a sus compañeros no opacar el último año legislativo con campaña política.
Al que le cae el guante que se lo plante, pues en la Asamblea Legislativa hay, al menos, cinco congresistas con aspiraciones presidenciales.
Se trata de los liberacionistas Carlos Ricardo Benavides y Roberto Thompson, los socialcristianos Pedro Muñoz y Erwen Masís, así como Carolina Hidalgo, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Ausente electa. Aunque no estuvo presente en la sesión, la diputada Xiomara Rodríguez, del Partido Restauración Nacional, logró ganar la segunda secretaría del Directorio.
Rodríguez es la última de seis diputados que recibieron orden sanitaria de aislamiento por dar positivo a una prueba de covid-19.
Sin embargo, su ausencia no impidió que los partidos de oposición que se aliaron para la elección de este 1°. de mayo cumplieran con su compromiso de elegirla.
Nota pintoresca. La nota pintoresca de la jornada la puso Nidia Céspedes, diputada de Nueva República, quien desde hace semanas realiza una protesta en el centro del plenario contra el aborto.
Descalza y con una llamativo pañuelo celeste, la legisladora intentó “colarse” en la foto oficial que se tomó durante la juramentación de la nueva cúpula legislativa.
Céspedes desatendió los llamados que le hizo el presidente saliente, Eduardo Cruickshank, para que bajara el pañuelo mientras se tomaba la foto.
Varios de sus colegas incluso intentaron disuadirla para se corriera solo un momento, pero tampoco lograron convencerla.
Al final, las nuevas autoridades legislativas tuvieron que ingeniárselas para que les tomaran la foto desde otro ángulo donde no se veía Céspedes.
No obstante, el curioso incidente quedó grabado, con la diputada incluida, en las tomas capturadas por todos los medios de comunicación.