4 millones de portugueses de nuevo bajo toque de queda
LISBOA. AFP. Casi la mitad de los diez millones de portugueses estarán otra vez sometidos a un toque de queda nocturno desde este viernes para frenar un rebrote de covid-19 causado por la variante delta, que ya es predominante.
La medida se aplica en los 45 municipios más afectados por los contagios, situados sobre todo en las regiones de Lisboa y del Algarve, además de ciudades del norte como Oporto o Braga.
En total, cerca de cuatro millones de personas se ven afectadas por este retroceso del desconfinamiento gradual, que Portugal inició a mediados de marzo tras una situación sanitaria crítica a principios de año.
“La situación no es comparable con los momentos más difíciles vividos por el país desde hace año y medio, pero se ha agravado”, indicó la vocera del gobierno, Mariana Vieira da Silva, al anunciar el jueves las nuevas restricciones sanitarias.
En los municipios de riesgo “elevado” o “muy elevado”, restaurantes, cafés, comercios o espacios culturales deben volver a reducir sus horarios y su aforo.
Los desplazamientos entre la región de Lisboa y el resto están prohibidos durante el fin de semana desde hace dos semanas para frenar la propagación de la variante delta, identificada inicialmente en India.
Las autoridades están aumentando a su vez los tests de diagnóstico y aceleran la campaña de vacunación contra la covid-19.
2.000 casos diarios. Por primera vez desde mediados de febrero, Portugal superó esta semana los 2.000 nuevos casos diarios, cuando hace pocos días esta cifra se situaba en torno a 500.
El gobierno socialista de António Costa ha sido fuertemente criticado por ser el único país de la Unión Europea (UE) en acoger a turistas británicos durante tres semanas a partir de mediados de mayo, cuando la variante delta, calificada como más contagiosa, circulaba ya de forma clara en el Reino Unido.
El número de enfermos de covid-19 hospitalizados en Portugal se ha duplicado desde fines de mayo y supera el medio millar de pacientes, aunque la cifra está muy por debajo de los casi 7.000 alcanzados este invierno boreal.