Acuerdo sobre tributo a multinacionales cerca de negociación clave en G20
››Ministros y banqueros centrales analizarán plan el 9 y 10 de julio
El acuerdo “histórico” obtenido el jueves entre 130 países sobre un impuesto a las multinacionales despeja la vía para una conclusión de las negociaciones en octubre.
De momento, la prueba más dura que deberá superar el documento base es la próxima reunión de ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los países miembros del G20, que se realizará en Venecia, del 9 al 10 de julio.
En este foro se votaría la propuesta discutida en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una reforma fiscal para las transnacionales, que incluye un impuesto mínimo sobre los beneficios de 15%.
Según este organismo, con una tasa de al menos 15%, el impuesto mínimo mundial generaría unos $150.000 millones de ingresos fiscales adicionales al año en todo el mundo, lo cual aliviaría los enormes gastos en los que han incurrido las economías para combatir la pandemia de covid-19.
¿Cómo se logró?
Para reunir a la vez a las grandes potencias, decididas a alcanzar un acuerdo; a los países emergentes, más desconfiados, y a los Estados con una fiscalidad mínima, hubo que incluir varios arreglos.
Así, el texto prevé una tasa de al menos 15%, pero están previstas derogaciones. Esto facilitará, por ejemplo, a los países seguir propiciando la instalación efectiva de actividades (y no solo sedes sociales) a cambio de ventajas fiscales. O, incluso, a los países en desarrollo seguir beneficiándose de las ventajas de sus convenciones fiscales con otros Estados.
Según los términos previstos en el texto, un centenar de multinacionales se comprometen a redirigir una parte de los impuestos que pagan hacia los países donde realizan efectivamente sus actividades. Empero, una ampliación del número de empresas involucradas será posible al cabo de siete años. Los emergentes consideran insuficiente ese periodo actual.
Asimismo, el acuerdo abre la vía a que las economías más pequeñas puedan beneficiarse de una parte del impuesto sobre la renta que será redistribuida, de esa manera, por las multinacionales.
Próximas etapas.
El G20 deberá ser un momento importante en la negociación. Los expertos apostaban que esa reunión sería el momento clave, pero el acuerdo concluido bajo el patrocinio de la OCDE, el jueves pasado, reduce el suspense.
“Lo más duro ya fue realizado, pues entre los 130 países están todos los países del G20, y la reunión de la semana próxima será finalmente la ratificación política del acuerdo de ayer (jueves)”, afirman fuentes del ministerio francés de Finanzas.
Los participantes se dieron hasta el mes de octubre para finalizar todos los elemento técnicos y convencer a los países aún dubitativos. Su declaración busca una entrada en vigor en el 2023.
Otros obstáculos pueden aún aparecer, especialmente en el Congreso estadounidense, en el que el presidente Joe Biden no tiene vía libre y donde los republicanos están firmemente opuestos al acuerdo.
Por otra parte, de los 139 Estados que están participando en las negociaciones, nueve no adhirieron a la declaración final: Irlanda, Hungría, Estonia, Perú, Nigeria, Kenia, Sri Lanka, Barbados y San Vicente y Granadinas.
Fuera de Perú, que se abstuvo a causa de la crisis política que está sufriendo, los otros, en particular Barbados y San Vicente y las Granadinas, proponen tributos bajos para atraer a las multinacionales.■