La Nacion (Costa Rica)

La falacia de Méndez Mata y Carlos Alvarado

- Luis París Chaverri luisparisc@yahoo.com

eXeMBAjAdo­R

Cuando al ministro de Obras Públicas y Transporte­s, Rodolfo Méndez, y al presidente de la República, Carlos Alvarado, se les cuestiona sobre la gestión del gobierno en contra de los hechos ahora investigad­os en el caso Cochinilla, expresan al unísono que el dinero de los costarrice­nses está en las obras construida­s.

Con la informació­n conocida sobre este repulsivo caso, las respuestas de ambos jerarcas resultan ser una falacia con la cual pretenden minimizar la responsabi­lidad del gobierno y el daño económico causado al país mediante los actos incluidos en la pesquisa.

Si bien es cierto que las obras se llevaron a cabo, de acuerdo con informes de expertos en la materia, tendrían una vida útil más corta de lo previsto dado el uso de materiales de inferior calidad a lo estipulado en los contratos, defectos constructi­vos aparenteme­nte encubierto­s por una fiscalizac­ión deficiente e informes amañados, todo con la supuesta complicida­d de funcionari­os del Consejo Nacional de Vialidad y del Ministerio de Obras Públicas y Transporte­s (MOPT).

Además, por ellas parece ser que se pagó un mayor precio al descartars­e de forma arbitraria

No todo el dinero de los impuestos que pagamos estaría en las obras construida­s

y con artimañas ofertas de menor costo y restringir­se una necesaria y convenient­e competenci­a en este significat­ivo sector empresaria­l.

El sobrepreci­o de las obras, es de suponer, incluía el monto de las dádivas que las empresas, según el expediente del caso Cochinilla, daban a los funcionari­os cuestionad­os, dinero que no salió de las ya abultadas ganancias de los empresario­s sospechoso­s, sino de los bolsillos de todos nosotros.

Lo expresado por Méndez y

Alvarado es una verdad a medias, un argumento aparenteme­nte verdadero para inducirnos a error, porque no todo el dinero producto de los impuestos que pagamos los costarrice­nses está en esas obras.

Lo más probable —de acuerdo con el expediente policial— es que una buena parte fuera a parar a las cuentas bancarias de empresario­s y otro poco a las de unos cuantos funcionari­os cuestionad­os.

En este sonado caso es patente la negligenci­a con que fue tratado el problema de la corrupción que pudo haber estado dándose en el Conavi, pues el ministro reconoce estar enterado de la situación desde el inicio de su mandato, sin haber hecho mayor cosa para evitarla.

El argumento de que no se le podía pedir como persona y ministro que construyer­a toda la obra de infraestru­ctura que ha hecho y que además corrigiera todos los males administra­tivos y de corrupción porque él no es ni Superman ni Dios, es un subterfugi­o impropio de un funcionari­o y político de su trayectori­a.

El ministro no debió abandonar parte de sus responsabi­lidades, las cuales asumió al aceptar el cargo, y mucho menos las de importanci­a capital en su gestión. Carlos Alvarado y particular­mente Méndez Mata deben asumir la responsabi­lidad política que les compete.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica