PLN se debate entre apoyo a tren eléctrico con cambios o freno por situación fiscal
››jefa de fracción aseguró que en este momento el plan ‘no es una prioridad’
La fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) se debate, internamente, entre apoyar el plan del tren eléctrico metropolitano, con una fuerte revisión del proyecto, o el freno total a la propuesta por la situación fiscal y los alegatos de una mala gestión por parte del Ejecutivo.
Lo anterior se desprende de las consultas realizadas a varias voces de la bancada liberacionista, luego de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunciara la aprobación de un apoyo financiero de $250 millones para desarrollar ese tren.
Una de las primeras reacciones fue la de María José Corrales, jefa de la fracción, quien apenas conoció el anuncio respondió con críticas al Ejecutivo y dijo que “en este momento, el tren eléctrico no es una prioridad”.
Ella adujo que, en cambio, la administración de Carlos Alvarado debe enfocarse en medidas que “reactiven la economía, generen empleo y cierren portillos al mal uso de fondos públicos”.
El crédito que recibiría el país para el proyecto del tren eléctrico tiene condiciones especiales, que son una tasa de 0% a 40 años plazo, con 10 años de gracia para el pago, y se sumaría al financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la iniciativa.
Por escrito, Corrales respondió a La Nación que a ella no le parece el momento adecuado, aunque adujo que está de acuerdo con el desarrollo de infraestructura para la movilidad eficiente.
“La forma como se ha concebido el proyecto, en que el Estado tiene que aportar una contrapartida millonaria cuyo origen no está claro, en tiempos de crisis fiscal, no contribuye a la claridad”, dijo.
Añadió que el destape del caso sobre supuesta corrupción en la contratación de obras viales, conocido como Cochinilla, genera una incertidumbre sobre los controles del Gobierno en construcción de obra pública y su capacidad para “enfrentar los presuntos actos de corrupción”.
Por su parte, la turrialbeña Paola Valladares, ingeniera civil, coincidió en parte con Corrales. Dijo que si bien cree que el país merece el tren eléctrico, el Ejecutivo debe antes resolver muchísimos asuntos que hoy son turbios en cuanto a la ejecución de proyectos.
La legisladora, quien preside la Comisión Especial sobre Infraestructura del Congreso, cree en un sistema integrado de transporte público, pero reclamó que nunca haya habido transparencia desde Zapote, ni la posibilidad de que Hacienda explique la forma en que se va a subsidiar el pasaje del tren.
“Ha habido aportes significativos del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), pero el punto es el proyecto, si es el mínimo necesario o se está sobrediseñando, como de costumbre. Eso nunca ha estado claro”, comentó Valladares.
Apoyo, pero con rediseño. El alajuelense Roberto Thompson consideró que el crédito del Fondo Verde de la ONU tiene muy buenas condiciones “que el país debería aprovechar”, pero cree que es necesario replantear la propuesta.
“La principal preocupación es la sostenibilidad del proyecto a mediano y largo plazo, por la situación fiscal en la que estamos. Hay que replantear la propuesta en términos de sostenibilidad financiera, revisarlo, pero no desecharlo”, acotó.
En la misma línea caminó Yorleny León, liberacionista que preside el foro sobre Gasto Público, porque dijo que es un financiamiento en muy buenas condiciones, pero que plantea la necesidad de revisar con detenimiento las observaciones que ha hecho la Contraloría General de la República.
“Al menos ya hay una mejor base para iniciar la discusión. Sería irracional desechar el proyecto del tren, pero hay que revisar todos los datos, pues por meses ha habido muchos cuestionamientos”, dijo.
Carlos Ricardo Benavides afirmó que el tren es necesario para el Área Metropolitana, “pero el proyecto debe revisarse en términos de costos, pues ha habido una constante disputa de si es necesario gastar la cantidad de dinero que el Gobierno planea gastar”.