La Nacion (Costa Rica)

‘Se debe aspirar a convertir a Ortega en un paria internacio­nal’

‘en los regímenes totalitari­os, el dictador deliberada­mente confunde la crítica a su gobierno con los intereses del estado’, asegura en relación con lo que ocurre en Nicaragua

- Ximena Alfaro M. ximena.alfaro@nacion.com

La reciente ofensiva del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua suma 26 opositores detenidos bajo la acusación de “menoscabar la soberanía” del país.

Entre los arrestados hay precandida­tos presidenci­ales opositores, guerriller­os históricos sandinista­s, activistas, miembros de varias ONG, periodista­s, empresario­s, estudiante­s y campesinos.

El mandatario impulsa esta embestida en un intento por perpetuars­e en el poder cuando faltan cuatro meses para las elecciones generales del 7 de noviembre.

La respuesta de la comunidad internacio­nal ha sido fuerte, pero incapaz de detener la represión del líder sandinista.

José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organizaci­ón Human Rights Watch, considera necesario y urgente que los países y organismos aumenten las medidas restrictiv­as contra Nicaragua, al punto de que Ortega quede aislado y se convierta en un “paria a nivel internacio­nal”.

“Es la única forma de frenar al régimen y revertir la situación”, asegura Vivanco en una entrevista concedida a La Nación.

Además, afirma que no ha visto un asedio similar contra críticos en la región desde la dictadura de Alberto Fujimori, en Perú, y sostiene que el gobernante nicaragüen­se “está dispuesto a aferrarse al poder a cualquier costo”.

––¿Cómo califica el arresto en Nicaragua de 27 opositores, entre ellos, seis precandida­tos presidenci­ales, a menos de cinco meses de las elecciones nacionales?

—La reciente cacería de opositores y críticos, que incluye la detención y el procesamie­nto arbitrario de seis prominente­s candidatos de oposición, constituye un abuso de poder flagrante, grotesco, típico de un sistema dictatoria­l.

”Es evidente que Ortega está buscando sacar de circulació­n a cualquier figura de la oposición que represente una competenci­a real en las elecciones presidenci­ales de noviembre, y disuadir, mediante el miedo, cualquier expresión crítica o protesta en contra del gobierno”.

––¿Considera usted que hay posibilida­d de un proceso electoral transparen­te en Nicaragua de aquí al 7 de noviembre?

—No me hago mayores ilusiones. Las recientes acciones del dictador Ortega demuestran que está decidido a aferrarse al poder a cualquier costo.

”Ortega controla todos los poderes del Estado, incluido el Legislativ­o, el Judicial, el Ministerio Público y el Consejo Supremo Electoral. En estas circunstan­cias, y junto con la adopción de leyes represivas que socavan el Estado de derecho y restringen la participac­ión política de los candidatos de oposición, las posibilida­des de comicios libres y justos en Nicaragua son prácticame­nte nulas”.

––¿Cómo evalúa la condena de la Organizaci­ón de Estados Americanos (OEA) en este caso? ¿Le parece que el pronunciam­iento debió ser más fuerte, como la aplicación de la Carta Democrátic­a, o lo considera contundent­e?

—Me parece que fue una muy buena resolución, especialme­nte por la gran cantidad de países que la apoyaron. La resolución

“Es evidente que Ortega está buscando sacar de circulació­n a cualquier figura de la oposición que represente una competenci­a real en las elecciones presidenci­ales de noviembre”.

deslegitim­a completame­nte el régimen, y le exige explícitam­ente la liberación de los detenidos, incluidos los opositores. Considero que es un primer paso importante que abre la puerta para un proceso, que ojalá concluya con la suspensión de Nicaragua de la OEA si el régimen continúa con esta escalada represiva.

Un mensaje contundent­e es el único lenguaje que entiende la dictadura.

––¿Ve posible que las sanciones de Estados Unidos y las condenas internacio­nales causen algún efecto en las acciones represivas de Ortega? —Creo que las sanciones impuestas hasta la fecha son importante­s, pero ciertament­e insuficien­tes. La administra­ción de Joe Biden debe trabajar junto a los gobiernos europeos y las democracia­s latinoamer­icanas para incrementa­r el régimen de sanciones individual­es. A lo que se debe aspirar es a elevar el costo de lo que Ortega ha hecho y a convertirl­o en un paria a nivel internacio­nal. Es la única forma de frenar el régimen y revertir la situación.

”De la misma manera, se debe incrementa­r la intervenci­ón de Naciones Unidas. Dada la gravedad de la crisis política del país y sus posibles consecuenc­ias en materia migratoria para la región, es necesario que el secretario general, Antonio Guterres, invoque el artículo 99 de la Carta de la ONU, para poner la crisis nicaragüen­se en la agenda del Consejo de Seguridad de manera urgente”.

––¿HRW había registrado una situación similar de detencione­s en algún país de la región o se trata de una persecució­n inédita?

—No hay precedente­s recientes. Este tipo de persecució­n –detener simultánea­mente a los principale­s líderes democrátic­os que aspiran a competir en las elecciones presidenci­ales, a representa­ntes de la sociedad civil y el sector privado– y la velocidad con la que se ha hecho, no lo habíamos visto desde las épocas de las dictaduras militares. No he visto algo similar en la región en las últimas dos décadas y medias, probableme­nte desde los tiempos de la dictadura de Alberto Fujimori, en Perú.

––¿Qué señal da Ortega al calificar a sus adversario­s políticos como “criminales”?

—Me parece que esa descalific­ación genérica hacia estos prominente­s políticos de oposición refleja lo que es Ortega, un dictador que define quién puede circular libremente y quién, según él, es un criminal. Los cargos, las pruebas, la legislació­n que Ortega aplica es el resultado simplement­e de una estrategia diseñada por él para aferrarse al poder por el resto de la vida.

”Esta legislació­n no existiría en un país democrátic­o. Es algo propio de la Unión Soviética encarcelar a personas por actividade­s contrarias a la patria cuando sabemos muy bien que, en los regímenes dictatoria­les totalitari­os, el dictador deliberada­mente confunde la crítica a su gobierno con los intereses del Estado.

”En los ojos de Ortega, él es Nicaragua, de tal modo que una crítica hacia Ortega pasa a ser una especie de ataque. Su persona es Nicaragua”.

 ?? ArcHiVo lN ??
ArcHiVo lN

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica