Persiste llamado a la cautela, pues ceder en cuidados podría disparar nuevo brote
En las últimas dos semanas, los números han sido elocuentes: los casos, hospitalizaciones y fallecimientos relacionados con la covid-19 han bajado a mayor velocidad que en olas pandémicas anteriores.
Sin embargo, un análisis de la Universidad Hispanoamericana indica que lo vivido deja como lección que, si hay descuidos, la ola puede dar “coletazos” y reducir el ritmo de descenso o, incluso, registrar pequeñas alzas.
“Según algunas estimaciones, este comportamiento continuará en las próximas semanas, como sucedió el año pasado. Pero se debe tener cautela antes de cantar victoria ante el anuncio del levantamiento de algunas restricciones que ayudarán a la economía nacional”, manifestó el médico y epidemiólogo Ronald Evans, coordinador del informe.
“En caso de presentarse una nueva variante agresiva del SARS-Cov-2 (virus causante de la covid-19), si se relajan las medidas de protección demasiado rápido, pese al proceso de vacunación se podría disparar un nuevo brote en un promedio de un mes”, agregó.
Para llegar a estas conclusiones, Evans y su equipo dividieron la cronología del virus en Costa Rica en cuatro fases: 1. Un primer impacto del virus a inicios de la pandemia (marzo 2020). 2. Una ola que desde mediados del 2020 hasta noviembre de ese año. 3. Una segunda ola que tuvo su pico máximo en mayo del 2021. 4. Una tercera ola que habría comenzado a bajar en setiembre pasado y sigue descendiendo.
“La primera ola pandémica alcanzó el punto máximo el 25 de noviembre del 2020”, cita el reporte.
En la segunda ola, el punto crítico fue el 14 de mayo del 2021. Finalmente, la tercera ola está marcada por la presencia de la variante delta y coincide con finales de julio. Esta ola alcanzó su cúspide el 11 de setiembre.