Elogio por cuidar ambiente topa con menos inversión pública en el sector
››‘Es una realidad que no podemos ocultar’, lamenta jerarca del Minae
Costa Rica presenta al mundo la imagen de una nación verde, cuya vocación ambiental ha sido alabada en diversas ocasiones en el exterior. Sin embargo, esa visión contrasta con las posibilidades actuales de inversión en este sector, debido al estado de las finanzas públicas.
Isaac Castro Esquivel, viceministro de Hacienda, es claro en afirmar que si el país desea brindar estabilidad a su gasto ambiental en el tiempo, primero se requieren finanzas públicas sólidas y esto pasa por restricciones al gasto al 2030, las cuales irán bajando conforme mejore la situación. El propósito de poner techo a los egresos es reducir la deuda pública.
Los topes al crecimiento de los presupuestos que impuso la llamada regla fiscal, incluida en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9635) afecta a todas las áreas del Estado, entre ellas ambiente y biodiversidad.
“Es lamentable, preocupante y una realidad que no podemos ocultar. Producto de la situación fiscal, la reforma fiscal aprobada en el 2018 y los impactos por la covid-19, en los últimos años la inversión en conservación viene disminuyendo como lo sugieren estudios de finanzas para la naturaleza”, expresó Andrea Meza Murillo, jerarca del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
La Iniciativa Finanzas para la Biodiversidad (Biofin) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo advirtió en mayo, de que del 2015 al 2020 hubo una reducción promedio de 3,4% anual en el gasto en biodiversidad de las instituciones del Gobierno Central.
El análisis agrega que el contexto fiscal actual y la caída en la actividad económica por la pandemia afectarán en forma adicional el financiamiento para la biodiversidad, un área en la que presidente Carlos Alvarado recibió en setiembre del 2019 el máximo galardón ambiental que otorga la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Para Biofin, debería blindarse y fortalecer la inversión pública en biodiversidad para que el país avance en el cumplimiento de sus promesas internacionales y nacionales en la materia.
No obstante, esa posibilidad está lejana por ahora. El Programa de Servicios Ambientales (PSA), por el cual el país recibió el Premio Earthshot, ha sufrido recortes. Dicho reconocimiento por esfuerzos por la preservación del ambiente lo otorga el príncipe William de Inglaterra y la Royal Foundation,
En el 2020, el PSA percibió un 33% menos de fondos que el año anterior. De 2017 al 2020, se ha mantenido sin crecimiento, con un promedio de ¢16.000 millones anuales.
Incluso el último informe Estado de la Nación resaltó que Hacienda dejó de transferir unos ¢8.585 millones recaudados del impuesto único a los combustibles para conservación de bosques en ese lapso.
El Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), a cargo del programa condecorado, financia 92% de estos pagos con una fracción de 3,5% del impuesto a los carburantes tal y como lo dicta la Ley Forestal. No obstante, el alto endeudamiento público y el pago de intereses por la deuda obligan a frenar las transferencias a una actividad en la que el Estado de Costa Rica ha fijado objetivos en el marco de acuerdos internacionales y que el propio mandatario ha destacado por sus logros.
Según Castro, el reciente premio se obtuvo porque el país dirigió, por años, gasto al tema ambiental de una forma que hoy es insostenible con las condiciones fiscales actuales.
“Si alguien hoy nos donara $4.000 millones para cualquier gasto, con la regla fiscal vigente, el único destino para esos fondos solo sería amortizar deuda.
“Si ese dinero lo quisiéramos usar para ambiente, entonces tendríamos de reducir gasto en otro componente como seguridad, educación o inversión social”, aseveró.
Para dar una idea del gran endeudamiento, hoy el pago de intereses por la deuda pública ronda el 5,1% del producto interno bruto (PIB) que equivale a unos ¢1,9 billones (1,9 millones de millones de colones).
A pesar de esa realidad que el mismo Gobierno ha reiterado una y otra vez al insistir de la precaria situación de las finanzas, la ministra Meza ha pedido consideraciones a la Asamblea Legislativa, encargada de aprobar presupuestos.
La jerarca solicitó que no se tomen “decisiones a la ligera” que puedan golpear más programas de apoyo a poblaciones indígenas dispuestas a emprender una labor de conservación y a otros programas de reactivación económica verde y azul en zonas costeras.
“Aún estamos a tiempo desde la Asamblea Legislativa de revertir recortes que pueden ser muy perjudiciales para Costa Rica”, insistió Meza.