‘Fin último es erradicar el hambre’
Organización privada recibe donaciones de unas 100 empresas
El Banco de Alimentos de Costa Rica es un ejemplo de una iniciativa privada cuyo fin es recibir donaciones de empresas y darlas a organizaciones, las cuales atienden poblaciones vulnerables.
Dicha iniciativa tiene nueve años de funcionar en Costa Rica y en el mundo data de 1960, cuando apareció el esquema en Estados Unidos, explicó su directora ejecutiva, Francia Linares.
Su fin es muy claro: erradicar el hambre de un país. Eso se busca con la labor en Costa Rica, dijo Linares, quien habló de algunos aspectos de la organización. Aquí parte de la conversación:
––¿Cuál es el fin de los bancos de alimentos?
—Los bancos de alimentos a nivel mundial y especialmente el de Costa Rica lo que buscan es ese fin último de erradicar el hambre en un país, atendiendo a poblaciones que son vulnerables, que están en pobreza o en pobreza extrema. Es una de las formas que utilizan las empresas privadas para retribuir a la sociedad.
––¿Cuándo surgió la iniciativa en Costa Rica?
—En Costa Rica fueron 10 empresas privadas que se unieron en el año 2011, cuando empezaron a conversar al respecto. El banco tiene actualmente más de 100 empersas privadas que donan al año. Son aliados voluntarios.
––¿Las compañías que donen reciben algún beneficio? —Los aliados a veces piden los documentos de Hacienda, donde se dice que las donaciones pueden ser deducibles, les genera un escudo fiscal a las empresas. Nosotros tenemos declaratoria de utilidad pública y autorización para recibir donaciones del IMAS (Instituto Mixto de Ayuda Social), del sistema de zonas francas y de ese tipo.
––¿Cómo se convierte una empresa en aliada del banco? —Debe enviar un correo electrónico o hacer una llamada para contactarnos; se les explica el esquema como se registra. La dirección es info@bancodealimentos.or.cr y cómo funciona el banco.
––¿Cuáles controles aplican? —Todo lo que se recibe se registra en un sistema desde hace 8 años. Se puede decir, por ejemplo, cuántas cajas de atún y a cuáles organizaciones se les dio. Tenemos un sistema de transparencia y de gobernanza. Se hacen dos auditorías financieras todos los años y se colocan en la página web en la memoria de todos los años.
––¿Cómo se financian? —Tenemos un esquema de colaboración con todas las organizaciones, donde se solicita a ellas que le paguen al banco un porcentaje de entre un 10% y un 12% del valor de la donación en el mercado. La organización tiene la responsabilidad de tener ese pago y, además, está comprobado que las personas que no pagan tienden a no manejar correctamente este tipo de donaciones.
––¿Es cierto que son alimentos cercanos al vencimiento? —Es cierto en un 50%. La mitad los productos que nos donan son productos por su fecha de vencimiento, no porque se vencen mañana sino porque ya no pueden entrar en el esquema de comercialización. Hay algunos que les faltan tres, cuatro o seis meses, pero por el tipo de alimento ya no lo pueden colocar en el mercado. Otros productos por cambio de empaque no se mandan al mercado. Hay otro producto, que es bastante, y lo donan totalmente nuevo.