Líderes empresariales del Istmo apuestan por las alianzas para crecer
›Estudio global recoge opiniones sobre medidas pospandemia
En los puestos de alto liderazgo de las empresas de Centroamérica, incluidas las de Costa Rica, se percibe un ambiente de optimismo y de apertura a las alianzas estratégicas.
El estudio de la firma KPMG 2021 Global CEO Outlook encontró que 78% (casi 8 de cada 10) de los directores generales (CEOs por sus siglas en inglés) de la región apostarán por métodos inorgánicos (joint ventures, fusiones y adquisiciones) para el crecimiento de sus empresas tras la pandemia.
La investigación reúne las respuestas de 1.325 hombres y mujeres en puestos de dirección general, en 11 mercados principales. La muestra contempla 45 CEOs de los siete países de Centroamérica. La encuesta se aplicó entre el 28 de junio y el 30 de julio de 2021.
En temas como la confianza en la recuperación económica (58%), de su operación (84%) y la expectativa de crecimiento de planillas (85%), la región comparte resultados casi idénticos a los globales. En áreas como la búsqueda de alianzas y la gestión del personal es donde varían las expectativas del liderazgo regional.
En el mundo, el promedio de respuestas que favorecen las fusiones y adquisiciones como medio de crecimiento es el 64%, mientras en la región crece a 78%. Por otro lado, en el resultado global 4 de cada 10 CEOs priorizarán la capacitación de su personal sobre la adquisición de tecnología, y en la región este indicador baja a 3 de cada 10.
Juan José Azofeifan socio director de KPMG, aseguró que estas variaciones responden a las capacidades limitadas de las empresas locales en áreas como inversión.
“En Costa Rica coexisten dos países, según el tipo de empresa: está el de las compañías multinacionales, que ya tienen modelos de negocios que están preparados para el siguiente nivel; y el de las compañías nacionales, que se pueden clasificar en diferentes categorías, pero con pocas excepciones carecen del músculo necesario para la centralización de procesos y los niveles de inversión que les permitan ser competitivas a nivel exterior”, explicó Azofeifa.
El analista y consultor aseguró que la calidad de las operaciones locales las hace atractivas para compañías extranjeras, las cuales suelen comenzar con una inversión minoritaria y transferencia de mejores prácticas, con lo cual las van preparando para adquirirlas.
“Ser competitivo para una empresa costarricense en las circunstancias actuales es difícil, pero para las compañías que tienen los recursos financieros es más sencillo crecer orgánicamente, con inversión, desarrollo e innovación. La alta dirección local sabe que en los próximos tres años habrá recuperación, pero la única forma de aprovechar oportunidades o administrar los riesgos (cibernéticos, climáticos, de cumplimiento) es mediante las alianzas estratégicas”, enfatizó Azofeifa.
La confianza en la recuperación tiene sus raíces en la aceleración de los cambios tecnológicos, que habría adelantado hasta en cinco años la adopción de procesos digitales y de automatización. Estos cambios, aunque traumáticos para muchas empresas, también han mostrado las oportunidades y proyecciones ligadas a la transformación de modelos de negocio.
Gente y retos. Algunos de los resultados en los que Centroamérica se separa más de la tendencia global son los relacionados con la gestión de las personas. Además del dato mencionado sobre las prioridades de inversión (capacitación o tecnología), el interés por mantener modelos de trabajo híbridos también es un poco menor en la región: mientras el resultado global de líderes que mantendrán al personal trabajando a distancia dos o más días por semana es de 37%, en Centroamérica baja a 33%. Otras áreas, como el tipo de espacios y los modelos de contratación, también muestran brechas.
Azofeifa señaló que la velocidad de los cambios obligará a las firmas a adquirir talento ya formado, y equilibrarlo con los recursos que ya poseen.