Real Madrid agrava las dudas en Barcelona
Nadie dudaba de que la vida del Barcelona sin Lionel Messi iba a ser muy compleja, pero la realidad golpea con mucho más fuerza a un conjunto culé que atraviesa un presente caótico y más aún tras la bofetada que le propinó el Real Madrid en el clásico de este domingo, tras un 2 a 1 en el Camp Nou.
“El equipo ha hecho lo máximo, hasta con el 1-2 con poco tiempo... Estoy decepcionado con el resultado, pero no con lo que ha hecho el equipo”, dijo Koeman, técnico de los catalanes, hoy en la novena posición a seis puntos de la Real Sociedad.
Los merengues no tuvieron piedad de la crisis que vive su archirrival y cumplieron como se debía, en medio de un marco espectacular y con el estadio casi a total capacidad, por primera vez para este compromiso desde que inició la pandemia.
“Hemos hecho un partido práctico, muy inteligente”, afirmó Ancelotti, técnico madridista, señalando que “defensivamente hemos estado muy bien”. Su equipo es sublíder con 20 puntos, uno menos que la Real Sociedad, aunque con un juego pendiente.
Los goles de David Alaba (minuto 32) y Lucas Vázquez (94’) sentenciaron un compromiso que desde la previa se veía como uno de los choques más disparejos de la historia, por la realidad de cada plantel. Si bien, Serguio Agüero descontó en el 97’, los blaugranas no demuestran el nivel individual y colectivo para competir en la élite en este momento.
“Es demasiado castigo para los méritos que hicimos. Ellos acertaron, sobre todo en la primera parte”, lamentó el capitán azulgrana Sergio Busquets a Movistar+.
Los números ratifican las diferencias de uno y otro club, por un lado los blancos son líderes provisionales con 20 puntos en nueve fechas disputadas por ellos (10 tiene el certamen), y por el otro, los catalanes viven en la mediocridad y ocupan el puesto ocho, con 15 unidades. Si bien es otra historia, en la Champions League pasa algo parecido, con Barça a los tumbos y el Real compitiendo de verdad.
De regreso al clásico, la derrota agrega más presión y hace tambalearse mucho más al técnico Rónald Koeman, quien está lejos de enderezar el camino de una institución que la pasa muy mal en lo deportivo y también sufre por su crisis económica.
Estos problemas poco le importan al Madrid y pese a que tampoco brillan como hace un tiempo atrás, lidian mejor con sus dificultades y es líder.
El Barcelona sin Messi no tiene magia y tampoco alma. El primer enfrentamiento ante los madridistas sin el astro argentino evidenció aún el hueco que dejó el “10”, ahora en el Paris Saint-Germain.
Más preocupados de no cometer errores en defensa que de atacar, los dos equipos tardaron en asentarse en el campo, multiplicando los errores.
El equipo azulgrana trató de controlar la posesión, presionando arriba y buscando recuperar pronto el balón, frente a un Real Madrid que apostaba por el contraataque, casi exclusivamente por la izquierda apelando a la velocidad de Vinicius.
El joven extremo brasileño, tercer mejor goleador de LaLiga, fue una pesadilla por la banda izquierda por donde aparecía una y otra vez y su peligro aumentó cuando comenzó a asociarse con Karim Benzema. Con el paso de los minutos y por detrás en el marcador, el conjunto culé se fue cada vez más hacia adelante y el Real Madrid aprevechó los espacios para aumentar la cuenta y senteciar.