Los niños también se pueden complicar por el virus, dicen expertos
››Menores recibirían un tercio de la dosis aplicada a jóvenes y adultos
El presidente de la República, Carlos Alvarado, anunció ayer la adquisición de 1,5 millones de dosis de la vacuna contra la covid-19 de Pfizer/ BioNTech para proteger a 750.000 menores de entre 5 y 11 años con 11 meses. Esta inoculación comenzaría en el 2022, mas no se precisaron fechas ni logística.
A ellos se les inyectaría la misma sustancia que se les administra a los adolescentes y adultos, pero una menor cantidad: apenas una tercera parte. Los adultos reciben dos dosis de 30 microgramos; para los menores, será de 10 microgramos cada una. La recomendación de la farmacéutica es que estas se apliquen con una diferencia de 21 días.
La semana pasada, Pfizer comunicó que su producto tiene una eficacia superior al 90% en la prevención de síntomas en niños de estas edades. Los efectos secundarios fueron muy similares a los reportados por los adolescentes y adultos, por lo que se considera que el fármaco es seguro.
Especialistas en vacunas, en Epidemiología y en Inmunología consultados por La Nación coinciden en la importancia de esta medida no solo para la protección de los menores, sino también para la lucha contra la pandemia a nivel nacional.
Para la infectóloga, pediatra y exministra de Salud, María Luisa Ávila Agüero, sí se va en la dirección correcta: “Vacunemos a nuestros niños, pero que sea una vacuna que pasó por todos los ensayos clínicos, como en este momento es la vacuna de Pfizer”.
“Las enfermedades infecciosas tienden a desplazarse hacia grupos susceptibles. Entre esos grupos, cuando ya los adultos estén protegidos, van a estar los niños”, prosiguió.
Al viernes 22 de octubre, 59,974 niños y adolescentes en el país habían enfermado de covid-19. De ellos, para los que tienen entre 12 y 17 años, ya hay acceso a la vacuna.
Esta población registró un pico en el número de contagios y muertes durante la última ola pandémica, sobre todo a partir de julio, pues es normal que los agentes causantes de enfermedad busquen huéspedes que no estén protegidos.
Protección. Algunas personas sostienen que, en la población pediátrica, si bien existe el mismo riesgo de contagio y de que contagien a otros que en personas de otras edades, la proporción de complicaciones, h os pita lizac iones y fallecimientos es mucho menor. Sin embargo, los expertos recalcan que, al no ser nulas las complicaciones infantiles, es vital llevar al mínimo cualquier riesgo.
“El virus no tiene restricciones”, subrayó el inmunólogo peruano Juan More Bayona.
“Los menores se pueden infectar tal cual se infectan los mayores. Eso es clarísimo. Ciertamente, los niños tienen un menor riesgo de terminar en el hospital que los adultos y los adultos mayores, pero no quiere decir que no exista.
”El razonamiento aquí es: ‘Voy a vacunar a esta población porque, aun siendo el riesgo menor de llegar a un hospital, puede darse’. No podemos decir: ‘Como los niños no desarrollan cáncer como los adultos, no estudiemos el cáncer infantil’. Eso es absurdo. El riesgo, sin duda, es menor que en otros grupos, pero no es cero”, añadió.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), recalcó que dicho riesgo es particularmente claro en las poblaciones cuyo sistema inmunitario está debilitado o que tienen enfermedades como diabetes, hipertensión u obesidad.
“Dejémoslo claro: los niños y adolescentes también se enfrentan a un riesgo cuando se infectan de covid-19. No se puede ignorar el amplio impacto de la pandemia en niños y adolescentes”, subrayó Carissa Etienne, directora de la OPS.
Entorno peligroso. Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN), es de la misma opinión: “Ciertamente, este es un grupo de población en el cual las enfermedades graves han sido menores. Sin embargo, existen. Unos han muerto, otros con enfermedad severa, h os pita lizac iones prolonga dí si mas, y el síndrome infantil mul ti inflamatorio( MIS- C, por sus siglas en inglés), que, además, deja secuelas. Hay secuelas poscovid en la población pediátrica. Los pediatras creíamos que no nos iba a pasar esto”.
La también inmunóloga añade otra razón: “Los niños viven en un entorno familiar, donde a veces hay miembros con condiciones vulnerables. Entonces, el niño, aunque se enferme menos gravemente, puede enfermar a otra persona del grupo familiar en una condición de vulnerabilidad inmunológica”.
En marzo pasado, Pfizer y BioNTech comenzaron un ensayo clínico en población pediátrica. Los estudios involucran a 4.500 menores de edad saludables, que no habían sido infectados con el virus anteriormente. Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos: de 5 años a 11 años con 11 meses; de 2 años a 4 años con 11 meses; y de seis meses a 1 año con 11 meses.
Pedro González, viceministro de Salud, comentó que son varios los pasos que deben cumplirse para que Costa Rica comience una campaña para esta población.
Este martes se dará uno de ellos, cuando el comité asesor de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) se reúna para analizar los datos enviados por Pfizer y decida si recomienda o no, y en qué condiciones, la inoculación para estas edades. Con base en esa revisión, la autoridad decidirá si se le otorga autorización para uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés).
El camino no acaba allí para Costa Rica. El Ministerio de Salud explicó que, una vez que se cuente con la EUA, la farmacéutica le presentaría la documentación de dicho aval temporal. Con base en el análisis del ente regulador y de la información de Pfizer, las autoridades ticas decidirán si también se aplica en nuestro país y bajo qué criterios.
De aprobarlo, Salud le daría a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) la autorización para aplicar esta vacuna a la población infantil. La que defina la estrategia y la logística será la Caja.
En diciembre del 2020, Costa Rica estuvo entre los primeros seis países del mundo y los primeros tres de Latinoamérica en comenzar a proteger a su población contra el virus.