Un corazón 2 veces roto obsequió a Alajuela una torre de Cardiología
››donación de $4,7 millones permitió levantar edificio para terapia endovascular
Servio Vinicio Flores Cacho tiene 82 años, la mayoría de los cuales ha vivido en Costa Rica: 51. Este mexicano de nacimiento se naturalizó costarricense, lo que describe como su gran fortuna, sobre todo porque, más que tico, lo convirtió en “alajuelense de corazón”.
Como demostración de ese amor profundo por esta comunidad, don Servio donó los $4,7 millones que costó el edificio anexo del Hospital San Rafael, donde se atenderán servicios de Cardiología, lo que evitará traslados e incomodidades a muchos alajuelenses.
¿Qué lo motivó a hacer tan caro e inusual regalo? Según su relato, fue en esta provincia donde echó raíces, formó su familia y, por cuatro décadas, consolidó El Gallo más Gallo, negocio que abrió en 1974, con apenas cuatro colaboradores, para la venta de electrodomésticos, muebles, línea de ferretería, automotriz, deportes, audio, video, cómputo y oficina.
También fue en Alajuela donde su corazón se ha roto dos veces: cuando enviudó, en el 2005, de su esposa, Damaris Arroyo Cordero, luego de 38 años casados, y al fallecer su hijo Servio Flores Arroyo, en el 2018.
Su hijo y su esposa nacieron en el viejo hospital de Alajuela, frente al llamado parque Palmares, y murieron en el nuevo edificio, el mismo que hoy estrena la torre anexa para atender padecimientos del corazón.
Afirmó que hizo la donación en agradecimiento a quienes cuidaron de ellos cuando vinieron a este mundo, y también cuando lo abandonaron.
“Cuando ellos fueron atendidos allí, el cariño, atención y profesionalismo de todo el personal hacia mi esposa y mi hijo me hicieron sensibilizarme para dar esa donación. Creo que todo empresario que dice serlo, no solo debe pensar en lo económico, sino que debe tener responsabilidad social; si no la tiene, en realidad no es empresario, solo es un simple comerciante de dinero”, declaró en conversación con La Nación.
Otro acto de amor. Y ese pensamiento lo tiene bien claro, pues esta no es la primera vez que don Servio procura el bienestar de otros.
El religioso Ángel San Casimiro, quien fuera obispo de Alajuela, relató que el hijo de don Servio nació con una discapacidad. De ahí que, inspirado en su muchacho, el empresario creó hace 21 años la Fundación Servio Flores Arroyo, donde se atienden diariamente cerca de 70 jóvenes con discapacidad.
“Él siempre veló por que su hijo tuviera acceso a todos los medios y oportunidades que la vida pudiera ofrecerle, dentro de las condiciones en que nació y vivió.
”Por eso, con esa misma lógica, decidió crear la Fundación”, explicó el religioso.
En octubre del 2012, el empresario vendió El Gallo más Gallo al Grupo Unicomer. Cuando su hijo falleció, años después, empezó a darle vuelta al tema de cómo agradecerle a quienes velaron por él.
Según San Casimiro, don Servio le venía hablando de que quería devolverle a la sociedad parte de lo que esta le había dado por su negocio.
“A él lo impresionó mucho que su hijo fue tratado con mucha humanidad y esmero. Eso lo conmovió”, aseguró el sacerdote.
De ahí surgió el plan de la donación, para que, de ahora en adelante, no haya que enviar al Hospital México, en San José, a todo alajuelense con padecimientos cardíacos.
El obispo emérito aprovechó este momento para llamar a otros empresarios a cultivar su conciencia de responsabilidad social con quienes, dijo, “les han dado su caudal”. Para él, si se dejara la responsabilidad de todo al Estado, este nunca dará el tipo de respuesta oportuna que se necesita.
Si requerimos ser tratados en algo tan delicado como es la salud, razonó, los hospitales deberían tener el mejor equipo posible y ahí la donación privada, apoyando al sector público, podría marcar la diferencia.
“Esto tiene que ser un llamado a la conciencia de quienes están demasiado bien económicamente. Creo que quien puede, debe aportar y, por eso, este segundo aporte puede servir como una llamada a la conciencia empresarial”, expresó.
En mayo del 2021, la Caja Costarricense de Seguro Social aceptó la donación y la directora del Hospital San Rafael, Karen Rodríguez Segura, apuntó que el nuevo edificio desconcentraría la atención y brindaría una mayor oferta en su red de servicios. La expectativa, además, era bajar los tiempos de espera de los pacientes que hasta ahora son referidos al México.
El San Rafael tiene adscrita una población de 670.000 habitantes, que incluye a residentes de los cantones Central, Poás y Atenas.
Del mismo modo, el recinto es centro de referencia de los hospitales Carlos Luis Valverde Vega, en San Ramón, y San Francisco de Asís, en Grecia; además, en caso de ser necesario, brinda apoyo a los hospitales San Carlos, Upala y Los Chiles.