Crisis en Perú obliga a suspender servicio de tren y cerrar aeropuertos
››Protestas de manifestantes de zonas rurales dejan al menos 38 heridos
LIMA. aFP. La crisis política y social en Perú sube de tono: servicios de tren suspendidos, aeropuertos cerrados y decenas de personas heridas son las piezas de un rompecabezas que el gobierno no ha logrado solucionar en poco más de un mes, desde que estalló el conflicto interno.
Perú mantuvo cerrados este viernes los aeropuertos de las regiones del Cusco y Arequipa, y no hubo servicio de trenes a la ciudadela inca Machu Picchu por las protestas contra la presidenta, Dina Boluarte.
Las operaciones de las terminales aéreas se suspendieron el jueves por las violentas protestas de cientos de manifestantes.
Decenas de turistas extranjeros y nacionales esperaban con sus maletas, en el aeropuerto del Cusco, su reapertura para viajar, según imágenes de la televisión.
El servicio de ferrocarriles entre Cusco y Machu Picchu, joya del turismo de Perú, sigue suspendido hasta nuevo aviso, informó la compañía operadora.
En Lima, brigadas de bomberos continuaban trabajando en apagar el incendio de un antiguo edificio semideshabitado cerca de la plaza San Martín, donde se agrupaban centenares de manifestantes.
Las protestas del jueves de manifestantes de zonas rurales de los Andes en Lima dejaron, además, 38 heridos entre policías y civiles, según informó el Ministerio de Interior.
“Este gobierno no nos representa, es ilegítimo para el pueblo aimara; por lo tanto, hemos venido aquí para hacer sentir nuestra voz de protesta”, dijo a la AFP Ricardo Mamani, de 47 años.
“Hemos viajado por 42 horas desde la región de Puno, estamos exigiendo de una buena vez que esta señora dé un paso al costado para que el pueblo tenga paz”, indicó el poblador aimara.
”Pedimos la intervención de los derechos humanos, no sentimos la presencia del derecho internacional. No hay nadie que nos defienda”, manifestó indignado Mamani quien vestía de negro en señal de luto por las víctimas de la región Puno.
Perú vive intensas protestas desde que, el 7 de diciembre, fue destituido por el Congreso el presidente izquierdista Pedro Castillo. El mandatario fue detenido por querer propiciar un golpe de Estado intentando cerrar el Parlamento, gobernar por decreto y convocar a una Asamblea Constituyente.
Desde esa fecha, se contabilizan 45 personas fallecidas: 44 civiles y un policía.
La crisis refleja la inmensa brecha que existe entre la capital y las provincias pobres que respaldan al presidente Castillo, de origen indígena, y
“PEDIMOS LA INTERVENCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, NO SENTIMOS LA PRESENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL. NO HAY NADIE QUE NOS DEFIENDA”. Ricardo Mamani Manifestante
que veían en su elección una forma de revancha contra el poder de Lima.
Los manifestantes exigen la renuncia de la gobernante Dina Boluarte y la convocatoria inmediata a elecciones.
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), cuya organización está detrás de las marchas, pronosticó una protesta de larga duración hasta lograr la dimisión de la presidenta.
“Las marchas continuarán. Todas las regiones del país han dicho que no regresarán a su lugar de origen mientras no renuncie Dina Boluarte”, dijo a la AFP Gerónimo López, líder sindical.
Aunque el gobierno decretó, el domingo pasado, un estado de emergencia por 30 días en Lima, Cusco, Callao y Puno, lo que permite la intervención de militares, el dirigente sindical precisó que “no hay autorización de la Policía, nunca se pide autorización para una manifestación social, no es una obligación”.
El jueves, las regiones Amazonas y La Libertad, ambas en el norte, y Tacna, esta última en la frontera con Chile, fueron incluidas en el estado de emergencia por 30 días. Con ello, casi un tercio del país, que tiene 25 regiones, está afectado por ese régimen.
Boluarte lanzó, la noche del jueves, una exhortación al diálogo para “trabajar en paz” para así sacar adelante el país, en un mensaje por la televisora estatal.
“A las hermanas y hermanos que sí quieren trabajar en paz, que sí quieren llevar el ingreso a sus hogares para sostener sus familias, les digo y también a los que están generando estos actos de protesta, a los que se han trasladado de las provincias a la capital, no me voy a cansar de llamarlos al buen diálogo”, manifestó Boluarte.
La presidenta reiteró finalmente que los “actos de violencia generados a lo largo de diciembre y ahora en enero no quedarán impunes”.