Esfera hallada en río tendría 1.000 años y sí es precolombina
›Características son muy claras: es de roca gabroide que fue esculpida
La esfera de piedra hallada días atrás en el río Chánguina, cerca de la desembocadura del Grande de Térraba, en la zona sur, sí es de la época precolombina y, aunque su fecha exacta no ha podido determinarse, podría tener unos 1.000 años.
Estas son conclusiones a las que llegaron dos arqueólogos del Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) en su visita a la región y tras la primera inspección del objeto.
Esta pieza patrimonial está de forma temporal en la escuela de Las Vegas de Chánguina, pueblo que está a la orilla del río donde fue hallada. Ya se iniciaron los trámites para colocarla de manera oficial en algún punto del centro educativo y dar recomendaciones para su preservación.
El río Chánguina es parte del territorio indígena Rey Curré, en el cual anteriormente ya se han encontrado esferas y objetos precolombinos. Allí se ubican varios sitios arqueológicos.
La Nación conversó con Arturo Hernández, del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural del MNCR y con Adrián Badilla, del Departamento de Antropología e Historia. Ellos exploraron esta semana el lugar donde fue encontrada, analizaron la roca y tuvieron un primer acercamiento con el objeto arqueológico.
Cuando llegaron, la pieza había sido removida del río por temor a que la corriente la arrastrara hasta el Grande de Térraba; estaba resguardada en el jardín de una casa.
“Encontramos una comunidad muy comprometida con la preservación de esta esfera. Pudimos pensar que, al no ser muy grande, podrían robársela, pero ellos lo ven como un bien del pueblo y un patrimonio nacional. La quieren preservar y fueron muy colaboradores”, expresó Badilla.
Esta esfera, especificó Hernández, mide 65 centímetros de diámetro y 2 metros de circunferencia, por lo que en su criterio, es pequeña. Está tallada de una roca de tipo gabroide, un material muy característico de las esferas de la zona del Diquís, de la cual esta forma parte.
Como fue removida del lugar del hallazgo no puede hacerse el análisis exhaustivo, pero se hizo el mayor acercamiento posible.
“Interesa ver el contexto, ver de dónde procedía, las esferas no están solas, pertenecen a sitios arqueológicos. Hicimos un reconocimiento en los alrededores para ver si encontrábamos algún asentamiento al cual perteneciera la esfera. No encontramos evidencia para asociarla a un sitio, pero en otras partes de la comunidad encontramos objetos arqueológicos”, dijo Badilla.
¿Por qué todavía no se ha podido determinar una fecha exacta? Badilla señaló que hay dos métodos, el absoluto y el relativo. El absoluto se da si se tuvieran detalles específicos, como carbón adherido, cuyo análisis daría datos. El relativo es más utilizado, se da si se encuentra cerca de otros objetos que ya han sido fechados, ahí se obtendría por asociación.
En Costa Rica hay esferas desde el año 500 después de Cristo hasta la llegada de los españoles.
Características únicas. ¿Cómo se sabe que se trata de una esfera de la época prehispánica? Esta era una de las principales tareas que Hernández y Badilla debían cumplir. No toda esfera de piedra necesariamente es prehispánica. Badilla explicó que se han encontrado objetos que no son prehispánicos o que son “formaciones geológicas”.
“Hay piedras perfectamente redondeadas, de tanto que han andado en los ríos adquieren esa forma esférica”, comentó Badilla.
¿Cómo se determinó la autenticidad? Para Badilla, el contexto donde fue encontrada es clave, pues la zona del sureste de Costa Rica es rica en esferas de piedra únicas en el mundo, por sus características particulares.
“Hay esferas de piedra desde la Patagonia hasta Alaska, pero solo en Costa Rica tienen ciertas características que las hacen únicas”, enfatizó el arqueólogo.
Dentro de estas características están las que vieron en la esfera recién descubierta: son esculturas, es decir, fueron esculpidas. Se observan huellas de los instrumentos con los cuales las fabricaron y las pulieron; lo visto no era de técnicas modernas. La forma de ser pulida también está asociada con otros bienes arqueológicos.
Otro es el tipo de materia prima, una roca gabroide, no en cemento, un material preferido en generaciones posteriores.
Hernández agregó que esta esfera apareció en un lugar donde se han encontrado varias, aunque aún no tienen claro cómo llegó al río.
“Uno ve la esfera y no tiene ningún tipo de daño, por así decirlo, un raspón y que uno diga ‘tiene días de estar dando vueltas en río’. El golpeteo la hubiera dañado“, señaló Badilla.
El profesional explicó que la roca gabroide es como una cebolla o repollo, por la cantidad de capas que tienen. No obstante, no se veían daños en sus capas.
“Si llevara rato en el río, se descascara, por así decirlo, y estaba sin daños”, insistió Badilla.
Comunidad activa. Los arqueólogos coincidieron en que su trabajo fue de facilitadores. Los primeros en preocuparse por cuidarla y conservarla fueron los vecinos.
Había familias completas que se organizaron para el proceso. La participación fue desde llevarlos al lugar donde estaba la esfera hasta cocinar un almuerzo para que todos compartieran cuando ya el objeto se instaló en la escuela.
Ahora que se sabe que efectivamente esta esfera es prehispánica quedan varios pasos por seguir en diferentes direcciones: en las investigaciones con la esfera, en su conservación y preservación y en las actividades comunales. ■