Rojinegros y pamperos dejaron lo mejor para el final
››el juego bonito de los manudos no tuvo cabida en nicoya
El juego bonito de Alajuelense no tuvo cabida en Nicoya, porque Guanacasteca encontró la forma de maniatar al equipo de Andrés Carevic, en un partido que tuvo un poco de todo, menos goles. Ese empate 0-0 pasó del cúmulo de faltas a un ida y vuelta cargado de emociones.
Horacio Esquivel se las ingenió para frenarles las alas a los rojinegros. Esta vez, los liguistas no lograron atacar con insistencia por los costados ni por el centro, al menos en el primer tiempo.
No fue un partido fácil para Freddy Góndola ni para Carlos Mora.
Tampoco lo fue en la zona de creación, porque el balón no pasaba tanto por Alex López ni por Aarón Suárez, a quien le perdonaron una jugada que pudo ser su segunda amarilla en el partido.
La decisión de Adrián Chinchilla encendió el enojo de Horacio Esquivel, quien se fue a reclamarle a Marianela Araya.
Guanacasteca no es que generaba mayor peligro, pero inducía a Alajuelense a caer en el error, a protagonizar un partido muy trabado.
La Liga mordía el anzuelo, porque la mayor cantidad de faltas eran cometidas por los propios rojinegros. Eso no es habitual en su estilo, pero les estaba pasando.
A pesar de que la ADG no atacaba como para conseguir algo más, también es cierto que Steven Williams le generaba mucho trabajo a Giancarlo González.
No era la Liga solvente y contundente que se vio contra Santos y San Carlos; tampoco parecía un conjunto de Guanacasteca que marcha de último en la tabla acumulada, agobiado por la sombra del descenso.
Porque a como se le plantó la ADG a la Liga en el Chorotega es como para que estuviera peleando por otras cosas, no por la permanencia.
Como recompensa para quienes pagaron su boleto, que son de la zona o que hicieron el viaje hasta Nicoya y hasta para quienes desde diferentes partes le seguían la pista a un partido en horario laboral entre semana, la tónica del juego cambió un poco en el complemento.
Guanacasteca lo intentó con José Pablo Córdoba, Alejandro Bran y las piernas frescas de Yuaicell Wright.
La Liga también mostró otra cara con los cambios. Ángel Tejeda y Josimar Alcócer lograron darles más presencia ofensiva a los manudos.
Era, además, una oportunidad para Dardo Miloc, que aún no ha sido titular. Su misión era ayudar a recuperar y a sostener más el balón para ir al frente.
Ángel Tejeda cabeceó tras un pase de Johan Venegas y estrelló la pelota en el palo en el minuto 76. Poco después, el delantero hondureño protagonizó otro remate que salió desviado.
Josimar Oliveiro trató de sorprender con un disparo de lejos, aprovechando que Leonel Moreira había salido del área. Su tiro fue desviado, pero la intención era muy buena.
A falta de cinco minutos para el final, Guanacasteca pedía un penal, pero Adrián Chinchilla estaba cerca de la acción y vio que Suhander Zúñiga ni tocó a Emerson Bravo. Sin embargo, tampoco sancionó la simulación.
Los hombres de Esquivel también les pegaron un susto a los erizos, con un cabezazo de Yuaicell Wright que pegó en el palo.
El partido de las faltas, del juego cortado, terminó siendo de ida y vuelta. Estaba para cualquiera. Los cinco minutos de reposición parecían ser lo mejor, con pronóstico reservado, pero el gol no cayó.
Y al final, el empate se tornó como un resultado justo.
Un punto que le cae bien a Alajuelense por lo compleja que fue esta salida a Nicoya y una unidad que vale oro para Guanacasteca en su lucha por la permanencia.