Guadalupe cambió baile por goles ante el peor Cartaginés
››Guadalupanos se salieron del libreto y al fin llegaron los goles y el gane
La posesión es buena, obvio que sí; el pasabola que marea al rival también es un pilar del buen fútbol, pero los goles son los que mandan y era justo lo que más le urgía a la fórmula que Wálter Centeno defiende y por lo que pelearía ante cualquiera. Eso sí, ante Cartaginés hasta el mismo Centeno se dio cuenta que no se necesita montar un baile para pintarle la cara al rival.
Guadalupe goleó 5 a 1 y hasta pudieron concretar seis, siete o incluso ocho anotaciones. Evidentemente los brumosos fueron un desastre en todo: pésima actitud, horrores en salida, peor aún en el funcionamiento defensivo y sin intensidad en la zona media, mientras que en ataque apenas menos mal.
Eso sí, poco le importa esto a unos guadalupanos y a un propio Centeno que entendieron que si quieren abombar las redes hay que rematar y más aún, que para ganar hay que ser efectivo. Paté y sus dirigidos pusieron el partido 3 a 0 apenas en 27 minutos. Incluso, en la primera parte realizaron 12 disparos, seis de ellos directos.
Estos datos contrastan por completo con los tres primeros juegos en los que Wálter y los suyos no tenían ni un gol (único club sin anotar en tres fechas) y contabilizaron cuatro disparos al arco, cinco y tres por duelo (a lo largo de los 90 minutos).
Por más que el timonel de Guadalupe no negocie con nadie su libreto, la realidad es que ante los blanquiazules no abusó de tocar la redonda entre sus centrales y darle vuelta por toda la cancha. Por el contrario, optó más por la presión y por probar una y otra vez a portería, por algo finalizaron con 15 remates totales.
Claro, también hay que remarcar que todo salió para los locales: en el 1’ Fabrizio Ramírez conectó la pelota de derecha desde la frontal del área y embocó, en el 9’ el propio Ramírez robó en y habilitó a Eduardo Juárez, quien superó a Darryl Parker de izquierda. Por si faltaba más, en el 27’ René Miranda aprovechó una pelota suelta en el área.
Ya en el segundo tiempo sí vimos el sello de Wálter, con posesiones largas y mucho más control, ante unos centenarios que bajaron los brazos por completo luego del autogol de Brandon Bonilla (55’) y más con la definición de Andy Reyes a pase de Jostin Daly (69’).
Kendrick Henríquez decoró la humillante presentación de los brumosos (78’).
Horrores por montones. Cartaginés debería darle gracias a Guadalupe por no hacer más bochornosa la goleada, porque sobraron ocasiones para que esto pasara. Y es que nada le salió a Paulo César Wanchope y los suyos, incluso, ni en un entrenamiento se peca tanto.
Si bien, el martes pasado era lógico resaltar las rotaciones de Wanchope, la buena dinámica y los ajustes tácticos, ante los guadalupanos la palabra desastres se queda corta.
En salida los centrales perdieron una y otra vez, la descoordinación de todo el bloque fue evidente y es que las distancias fueron muy amplias, los retrocesos aún peores y nadie se entendió.
En este duelo fueron seis cambios en la titular, con José Luis Quirós, Kevin Espinoza, Bernald Alfaro, Allen Guevara, Jeikel Venegas y Ronaldo Araya titulares. Mientras que Jordan Smith, Dylan Flores, Isaac París y Marco Ureña fueron suplentes y Diego Mesén y kenneth Cerdas fuera.
Si bien los fanáticos de los blanquiazules decidieron irse antes de tiempo, Wanchope y sus dirigidos deberían de ver este choque 10, 20 o 30 veces y aprender.