Una tubería de PVC resultó clave para atrapar a homicidas
› Tribunal Penal condenó a dos de los asesinos a 30 años de cárcel
Los homicidas de Larry Ubeda Zelaya lanzaron su cuerpo en Cot de Oreamuno y luego le prendieron fuego. Lo que no calcularon fue que muy cerca del cadáver había una tubería de PVC que se reventó por el calor y el agua apagó las llamas. Esto facilitó el trabajo de los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), pues identificaron al fallecido y capturaron a dos de los tres responsables.
Ubeda, un nicaragüense de 34 años, fue asesinado el 9 de octubre del 2021. Lo ultimaron de manera atroz debido a problemas personales que mantenía con uno de sus agresores.
El lunes pasado, el Tribunal
Penal de Cartago condenó a dos sujetos apellidados Jiménez Rodríguez, de 23 años y Araya Ramírez, de 30. Cada uno cumplirá una pena de 30 años de cárcel por el crimen.
La evidencia presentada por el Ministerio Público resultó crucial para que los jueces dictaran prisión contra los responsables, que le propinaron 15 heridas en el tórax, 10 en la cabeza y le causaron una fractura en el hueso hioides, situado en el cuello.
Tras el asesinato, en una residencia en Capellades, cantón de Alvarado, los agresores introdujeron su cuerpo amordazado y con la cabeza envuelta en plástico en un vehículo y lo trasladaron a Paso Ancho de Cot.
Allí, lo abandonaron en una zona solitaria cerca del volcán Irazú, donde le rociaron un acelerante, le prendieron fuego y huyeron rápidamente.
Al día siguiente, transeúntes que pasaban por la calle descubrieron el cuerpo en la orilla y alertaron al Sistema de Emergencia 911.
Los agentes del OIJ se dirigieron al lugar, recopilaron las pruebas y observaron que el agua que salía de la tubería dañada impidió que el cuerpo se consumiera por completo, lo cual hubiera dificultado y atrasado mucho la pesquisa. La víctima tenía las manos atadas hacia adelante y un plástico en la cabeza. Además de las heridas punzocortantes, presentaba signos de golpes.
Un año después del homicidio, el 25 de octubre del 2022, los agentes de la Delegación Regional de Cartago llevaron a cabo tres allanamientos en Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago; en Las Virtudes de Santa Cruz de Turrialba, donde residía el principal sospechoso, y en Paso Ancho de Oreamuno, donde no se ubicó a un tercero, que fue capturado más adelante.
La indagación determinó que Ubeda fue ultimado como venganza por las disputas que mantenía con el homicida de apellidos Jiménez Rodríguez, de 23 años.
En cuanto al menor involucrado, la Fiscalía informó de que se le realizó un procedimiento especial abreviado, en el que se acordó una pena de ocho años de prisión.