BIBLIOTECAS INFANTILES
El 31 de enero, la artista Ingrid Rudelman expondrá y ofrecerá 40 esculturas en su taller, en Escazú. Todas las ganancias se destinarán para abrir dos espacios en escuelas de Upala
La escultora costarricense Ingrid Rudelman busca fomentar la lectura y la imaginación infantil con una exposición muy especial, en la que se venderán obras de su autoría y se generarán fondos para una noble causa: la construcción de bibliotecas infantiles, gestionadas a través de la organización Guiare.
Específicamente, esta iniciativa, que abarca en total 41 piezas, recaudará dinero para la construcción de dos bibliotecas en el cantón de Upala, en Alajuela. Estas bibliotecas estarán ubicadas en las escuelas Santa Clara y El Higuerón.
“Soy escultora y es a través del arte que trato de expresar ideas y ayudar a otros. Cada forma tridimensional para mí tiene un significado, cada muestra que he planteado ha tenido un trasfondo y un propósito trazado en mi mente con mucha antelación. Esta es muy especial”, detalla la artista.
“El proyecto conlleva varias aristas, algunas de ellas son equipamiento de libros, capacitación a las personas docentes y un mobiliario adecuado para lograr un ambiente seguro que permita que las niñas y los niños puedan dejar volar su imaginación a través de la lectura”, agregó.
Dentro de la exposición destacan más de 25 obras realizadas en mármol, cada una de ellas caracterizada por la abstracción geométrica que tanto ha distinguido a la artista en toda su carrera.
Además, Rudelman presentará una colección realizada exclusivamente para esta donación, la cual fue hecha en pequeño formato y elaborada en aluminio fundido.
La muestra, programada para el miércoles 31 de enero, a las 7 p. m., contará además con la presentación de cuentacuentos a cargo del escritor Héctor Gamboa, así como un recital de violín a cargo de Mayra Guirigay. El encuentro será en el taller de esculturas de Rudelman, ubicado en Escazú.
Cabe aclarar que, además de adquirir una obra de arte, los visitantes también tendrán la oportunidad de contribuir con paquetes de libros, mobiliario, materiales o realizando depósitos monetarios directos a Guiare, pues habrá personeros de la organización recibiendo toda clase de donativos.
La escultora explica que esta exposición no solo tiene el propósito de promover el arte, sino que también busca destacar cómo la cultura y la creatividad pueden ser agentes de cambio en la educación de las futuras generaciones.
“Se trata de las ideas que surgen al unir arte y educación, y pensar en todas las posibilidades que posee esa población con el apoyo que brindamos porque creemos en su futuro”, detalla la artista.
Su buena causa.
Ingrid Rudelman Wohlstein es una escultora costarricense con formación en diseño gráfico, instalaciones, diseño interno y escultura. Ella realizó estudios en Italia y México.
En conversación con Viva, Rudelman compartió que la idea de colaborar con Guiare surgió durante una actividad con su amiga, la jueza, abogada y política Elizabeth Odio, a quien le obsequió un libro infantil que había editado conjuntamente con Jaime Gamboa, titulado Una aventura triangular.
Odio, al ver el potencial educativo del libro, pensó en la organización de Guiare y su proyecto de bibliotecas rurales. Así, Rudelman donó varios ejemplares a las bibliotecas existentes.
A partir de ese gesto, en Rudelman nació la idea de ir más allá y contribuir a un apoyo económico que permita la construcción de más bibliotecas en zonas rurales.
“Veo, a través de mis nietos, el potencial imaginativo, la construcción de ideas, el fomento del vocabulario que desarrollan por el contacto con libros y, así como ellos, me gustaría que todas las niñas y los niños del país tengan acceso a ese invaluable recurso. Me gustaría fomentar el altruismo para con toda la sociedad. Especialmente, con la niñez que son las generaciones del futuro”, reflexiona la artista.
Por su parte, Alda Cañas, codirectora de la organización Guiare, asegura sentirse muy conmovida por el gesto que tuvo Rudelman hacia esta causa.
Desde el 2018, esta organización se ha encargado de capacitar docentes a lo largo del país, así como en construir bibliotecas en la región norte de Costa Rica.
“La verdad es que toda esta idea es suya (de Rudelman). Nos llena de mucha felicidad poder recibir tanto apoyo y nos ilusiona mucho lo que podamos hacer a raíz de esta linda iniciativa. Lo más importante es poder seguir construyendo espacios seguros y bellos para que nuestros más pequeños puedan ser felices con la literatura”, finalizó Cañas.