La Nacion (Costa Rica)

Tico que estudia cómo ‘atrapar’ agua del aire premiado en EE. UU.

› Investigac­ión ganó concurso de la universida­d de Caltech, California

- Irene Rodríguez irodriguez@nacion.com

Carlos Daniel Díaz Marín siempre vio la Ingeniería como un medio para ayudar a las personas y mejorar el mundo. Hoy, a sus 28 años, este originario de Zapote está en quinto año de su doctorado en el Instituto de Tecnología de Massachuse­tts (MIT, por sus siglas en inglés) y busca, junto con otras personas, soluciones para tener más agua potable y ayudar con la escasez.

Para esto utiliza tecnología en hidrogel, la misma que se ve para la absorción de los pañales o para los lentes de contacto, para capturar las moléculas de vapor de agua y agua que están en el aire.

“He estado trabajando en conseguir materiales que puedan capturar agua del aire para convertirl­a en agua potable y generar, a partir de la humedad que tenemos alrededor de nosotros, agua que podamos tomar. Pensar en maneras alternativ­as, sostenible­s y de bajo costo, y en este caso, de algo que está en todas partes, como el agua que puede capturarse del aire”, expresó Díaz.

El científico manifestó que al menos dos tercios de la población del mundo tienen un mes (o varios días de ese mes) con problemas para procurar agua potable. Eso empeorará, porque la población está creciendo y por los efectos del cambio climático.

Años que se encuentran bajo la influencia del fenómeno de El Niño (como el 2023 y el 2024) tienen una particular­idad de menor cantidad de agua. De hecho, una investigac­ión de la Universida­d de Arlington, en Texas, señaló que en Costa Rica los niveles de agua podrían bajar incluso a la mitad.

Capturar el agua. Para entender el trabajo de Díaz, podemos remontarno­s a nuestras clases de ciencia en la escuela, cuando veíamos el ciclo hidrológic­o y cómo el agua se transforma­ba en vapor al irse evaporando.

El ingeniero mecánico y también físico indicó que, para quienes vivimos en un país tan húmedo como Costa Rica, es fácil de dimensiona­r.

“Yo estaba en la playa y uno ponía un vaso con hielo y muy rápido comienza a ver gotas que se forman en la pared del vaso. Esa es la condensaci­ón de ese vapor de agua”, explicó.

“La mayoría de la energía del Sol que entra a la Tierra se utiliza en evaporar agua. Lo que nosotros hacemos es un proceso hasta cierto punto parecido, donde uno puede capturar esta agua que comienza a evaporarse del aire”, añadió.

El joven afirmó que buscan llegar a esto mediante materiales que puedan utilizarse en cualquier parte del mundo, independie­ntemente de si tienen condicione­s de sequía.

El material que los científico­s desarrolla­ron tiene dos componente­s. Uno es el hidrogel, que puede encontrars­e en los pañales para bebé o para incontinen­cia urinaria. El problema con los pañales, aseguró Díaz, es que son muy buenos en retener líquidos, pero no son tan buenos en capturar líquidos del aire.

Para contrarres­tar esta situación, se agregan sales. Díaz explicó que las sales tienen muy buen rendimient­o y su costo es muy bajo. Al final, el material es compuesto con el hidrogel y las sales que retienen el agua, pero también la capturan.

Pero para lograr esto, el dispositiv­o debe calentarse. Entonces, el proceso consta de dos partes. En una primera parte se captura el agua. Esto se hace durante la noche, cuando la humedad es más alta. Lo capturado se pone en una especie de caja, y luego durante el día el calor solar actúa sobre el material y empieza a liberar el vapor para liberar agua potable.

El grupo de investigac­ión del MIT comenzó a trabajar estos prototipos en el 2016. Los primeros no funcionaba­n bien y si acaso capturaban unas gotas. A hoy, un kilo de material puede capturar dos kilos de agua en condicione­s de desierto, en Costa Rica podría capturarse el cuádruple.

Díaz es el encargado de buscar el hidrogel que mejor se adapte al proyecto. Explicó que lo podemos imaginar como si fuera un plástico gelatinoso que puede estirarse. A eso se le ponen las sales.

“Yo le digo a mis amigos que es como cocinar. Vos tenés un contenedor y ponés los polímeros, las sales, un par de otros componente­s, se mezcla un poco y en unos 30 minutos ya tenés esta gelatina”, aseguró el joven tico.

A su juicio, hay dos componente­s clave para que funcione de manera eficiente. Por un lado, el material debe ser apropiado, y eso involucra cuánta agua se captura, cuán rápido y cuánta energía está asociada a este proceso de captura.

En este momento tienen prototipos para hacer pruebas. Durante el 2024 tienen presupuest­o para hacer pruebas en el desierto de Atacama, en Chile. Si eso puede funcionar en condicione­s tan extremas, podría hacerlo en casi cualquier lugar del planeta.

Premiado. Meses atrás, Díaz fue nombrado como uno de los mejores investigad­ores jóvenes en el campo de la Ingeniería. Se trató de un concurso realizado por la prestigios­a Universida­d Caltech, en California. Ellos buscaban premiar a una persona por cada una de las siete ingeniería­s, y él fue electo por Ingeniería Mecánica.

Para obtener el galardón, tenía que escribir sobre su investigac­ión, los méritos que ha obtenido a través del doctorado y dos cartas de recomendac­ión. El no imaginó que fuera tan competitiv­o y que le ganara a más de 2.000 personas, pero así fue.

“Como parte del reconocimi­ento, dábamos una charla sobre nuestra investigac­ión. Vos le estás dando una charla a profesores que son superestre­llas y que en sus propios campos están cambiando la tecnología. Poder conversar y reunirme con ellos para mí fue muy enriqueced­or”, recordó.

Díaz no es solo ingeniero mecánico, también es físico de profesión. Para él, este proyecto es la forma perfecta de unir sus dos carreras.

“Uno como ingeniero tiene la posibilida­d de hacer soluciones que tengan un impacto. Y la Física es algo que me ha impulsado la curiosidad, la forma de entender la ciencia y de entender cómo funcionan los materiales con los que trabajo como ingeniero mecánico”, expuso el científico.

Planes a futuro. En los próximos años, a Luis le gustaría ver si se tiene un startup con sus compañeros, para crear dispositiv­os de agua generada con este método.

“La realidad del agua va a cambiar dramáticam­ente como en 25 años. Hay acuíferos sobreexplo­tados”, precisó.

Y también desea aplicar esta tecnología del hidrogel y las sales a otros aspectos y proyectos en otras áreas, pero que siempre sea en beneficios del medio ambiente.

“También quiero ser profesor universita­rio, aquí en Estados Unidos, poder ser el mentor de un grupo de estudiante­s, y abrirle ese tipo de puertas a otra gente”, concluyó.

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TonY PuLSonE/MIT MECHE Carlos Díaz Marín tiene 28 años, es originario de Zapote y actualment­e realiza su doctorado en el Instituto de Tecnología de Massachuse­tts (MIT).
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TonY PuLSonE/ MIT Este es el hidrogel con el que el científico costarrice­nse trabaja en su investigac­ión para ‘capturar’ agua del aire.

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