El sarampión puede ser mortal para la población más joven, advierte especialista
Los menores de 15 meses son la población más vulnerable
La detección de un caso de sarampión en San Rafael de Heredia comprueba que la enfermedad nuevamente está aquí. Aunque esta persona se recuperó y la investigación posterior indica que no hubo casos asociados, sí pone en evidencia la importancia de entender este virus y la forma en la que podría afectar a las personas.
En Costa Rica, este es el primer registro desde el 2019, cuando, en el mes de marzo, se dieron cuatro casos en una familia de extranjeros en Cóbano que no vacunaba a sus hijos. Los niños tenían entre tres y 10 años.
En el mundo, la situación es diferente. En este momento, Europa y Estados Unidos enfrentan brotes de la enfermedad viral. En Rumanía se dieron a conocer este año tres fallecimientos, y en Birmingham, Reino Unido, los hospitales tienen una cantidad nunca antes vista de pacientes afectados por ese mal.
“No es cualquier virus, que pasa así no más”, advirtió la pediatra infectóloga María Luisa Ávila Agüero.
Por el contrario, puede ser mortal para la población más joven, provocar ceguera, discapacidad intelectual e incluso “borrar” información valiosa del sistema inmunitario para combatir enfermedades contra las que ya se había recibido vacunación.
La Nación explica este virus y la enfermedad que causa con ayuda de Ávila, de los datos de vacunación y de especialistas internacionales sobre este tema.
Muy contagioso. Probablemente usted ya escuchó el término “transmisión por aerosol”, porque ese es justamente el método de contagio del SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19.
Para entenderlo mejor, veámoslo así: cada vez que un individuo con el virus del sarampión tose, estornuda, grita o canta, partículas, en su gran mayoría invisibles, salen “disparadas” a través de su boca.
Las más grandes podrían impactar directamente en las personas cercanas e infectarlas, pero en su mayoría caerán al suelo o superficies.
Otras más pequeñas quedarán suspendidas en el aire por más tiempo, viajarán más lejos y podrían infectar a quienes las inhalan antes de que caigan. Estos son los aerosoles.
La transmisión es más eficiente en lugares cerrados y poco ventilados, o donde hay mayor cantidad de personas sin guardar distancia, aunque esto no impide que pueda darse en otros escenarios.
“El sarampión es mucho más contagioso todavía (si se compara con covid-19). Una persona podría contagiar a 17 más”, precisó la experta.
En una entrevista anterior, el experto en aerosoles Jose Luis Jiménez indicó: “Las paredes de la habitación retienen el aire y ahí se van quedando los aerosoles con el virus, y quien va entrando, respirando y respirando, lo inhala”. ¿Por cuánto tiempo permanecen? Eso es variable; depende del tamaño de la habitación, de su ventilación, de la humedad.
Las personas vacunadas no tendrían problemas, pero las que no lo están podrían desarrollar la enfermedad y sus complicaciones.
Ávila enfatizó en que los más vulnerables son los menores de 15 meses, edad en la que se recibe la primera dosis del fármaco. Antes de eso, el sistema inmunitario, todavía inmaduro, no está preparado para recibir la vacuna.
En el 2022 (año más reciente para el cual hay datos) hubo 53.435 nacimientos, por lo que podría esperarse una cantidad similar de menores nacidos en el 2023, los que, agregados a los que vinieron al mundo en el segundo semestre del 2022, por su corta edad no han recibido vacuna y están más expuestos.
Los síntomas. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los síntomas no comienzan al momento de la infección; el virus toma su tiempo replicándose (creando copias de sí mismo) y actuando sobre el cuerpo.
Las primeras manifestaciones demoran de ocho a 12 días en aparecer, e incluyen:
1. Fiebre.
2. Rinorrea (nariz congestionada).
3. Ojos rojos y llorosos.
4. Pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.
A los días, aparece el brote característico de la enfermedad, primero en la cara y el cuello, y luego se extiende gradualmente al resto del cuerpo.
No hay un tratamiento específico contra el sarampión; usualmente, los medicamentos se destinan a tratar los síntomas. La mayoría de los pacientes se recuperarán en dos o tres semanas.
Aunque la mayoría de los infectados presentan cuadros leves, las complicaciones pueden ser muy graves y provocar la muerte.
El sarampión es una de las primeras 10 causas de mortalidad entre los menores de cinco años.
Estas son otras complicaciones que puede causar la enfermedad, según la OPS; aunque no matan, sí restan calidad de vida:
• Ceguera.
• Encefalitis (inflamación del cerebro): esta puede dar como resultado convulsiones, sordera o discapacidad intelectual.
• Diarrea intensa que podría llevar rápidamente a deshidratación.
• Neumonía.
• Infecciones de oído.
Las complicaciones son más graves en niños con mala nutrición o problemas inmunitarios; sin embargo, esto no excluye a menores saludables y bien nutridos.
Una de las mayores preocupaciones de los especialistas es la “amnesia inmunitaria” que causa el virus. Investigaciones publicadas en el 2019 reseñan que el sarampión borra los anticuerpos que el organismo desarrolló contra algunas enfermedades infecciosas (ya fuera por vacunas o porque la persona ya estuvo expuesta a esos males), lo que haría posible que enfermara otra vez.
Por ejemplo, usted ya pudo haber tenido varicela y su hijo puede estar vacunado contra ella, pero si se infectan de sarampión, el virus borraría esta información que los protege y ambos podrían enfermar.
Al presentar uno de los estudios, Michael Mina, uno de los investigadores, hizo la siguiente analogía: imaginemos que nuestras defensas cargan con un libro lleno de fotos (los anticuerpos y células de defensa) de criminales (los patógenos contra los que estamos vacunados o que ya nos infectaron), y el sarampión llegara y les hiciera huecos a las fotos en puntos clave, como los ojos, la nariz o la boca.
Entonces, si un criminal o más llegaran, y se revisara ese libro de fotos, ya no se reconocería a los criminales y estos tendrían paso directo para “hacer sus fechorías”.
Vacunación vital. Para Ávila, el caso actual de sarampión es un recordatorio de la importancia de la vacunación.
“Es una enfermedad fácilmente prevenible por vacunas”, subrayó la infectóloga.
Por esta razón, el Ministerio de Salud anunció que en abril se hará una campaña de vacunación extraordinaria en niños de 1 a 10 años, que son la población identificada como más susceptible.
Este mensaje es importante en momentos en los que la inoculación contra el sarampión no está en niveles óptimos. En setiembre pasado, un reporte de Salud indicó que, durante el primer semestre del 2023, la cobertura de la primera dosis de la vacuna contra sarampión, rubéola y paperas llegó al 95,52%, lo cual se encuentra dentro del mínimo ideal.
Sin embargo, cuando se ve la segunda dosis, la cobertura fue del 79%, lo que está muy por debajo de niveles óptimos que puedan proteger a la población. Este refuerzo debe recibirse al entrar al sistema educativo (aproximadamente a los cuatro años) y se aplica en los centros académicos.
Si usted se vacunó contra sarampión en su niñez y tiene dudas de si todavía cuenta con protección, Ávila le tiene buenas noticias:
“Los adultos se pueden sentir tranquilos si a lo largo de su vida han sido vacunados. La protección de esta vacunación sí es suficiente si han atendido las diferentes dosis cuando han sido requeridas. Mantener al día este esquema también nos ayuda a proteger a los niños pequeños que, por su edad, no han podido vacunarse”, destacó.
La investigación hecha por Salud determinó que hasta el momento no hay casos generados a partir del que fue anunciado en San Rafael de Heredia. Todas las personas alrededor del individuo infectado estaban vacunadas.