Sindicatos argentinos hacen primera demostración de fuerza contra Javier Milei
› la ministra de seguridad calificó a líderes sindicales de ‘mafiosos’
BUENOS AIRES. AFP. Los sindicatos de Argentina hicieron este miércoles una primera demostración de fuerza contra el ajuste económico y las reformas que impulsa el gobierno del ultraliberal Javier Milei, con una huelga general y protestas que congregaron a decenas de miles de personas en todo el país.
Sindicatos de aceiteros, periodistas, trabajadores de la cultura, de hospitales, de la ciencia, así como miembros de organizaciones barriales, de derechos humanos y de otros sectores, participaron de la manifestación en Buenos Aires portando carteles como “la patria no se vende”, “No al apagón cultural” y “Ciencia o terraplanismo”.
Durante el acto central de la protesta frente el Congreso nacional, el sindicalista Pablo Moyano lanzó una dura advertencia contra el ministro de Economía, Luis Caputo: “Si sigue con estas medidas, los trabajadores lo van a llevar en andas al ministro, pero para tirarlo al Riachuelo”,
el río que marca el límite sur de Buenos Aires.
Moyano hacía así alusión a un comentario de Milei, quien lleva solo 45 días en el gobierno y había dicho que, si la inflación en enero resultaba menor al 30%, había que “sacar a pasear en andas” a Caputo.
La protesta fue convocada por la mayor central sindical de Argentina, la Confederación General del Trabajo (CGT), de orientación peronista, en rechazo en particular a los cambios por decreto del régimen laboral que impulsa Milei, que limitan el derecho de huelga y afectan la financiación de los gremios.
Milei asumió el gobierno y se puso como objetivo frenar la inflación rampante basado en dos grandes proyectos: un decreto de necesidad y urgencia (DNU), que espera confirmación parlamentaria o judicial, y una llamada “ley ómnibus”.
Ambos paquetes, juntos, suman más de mil medidas que buscan revolucionar el sistema económico argentino, llevando la idea del libre mercado a prácticamente todos los ámbitos. Entre otros cambios, derogan las regulaciones a los alquileres, favorecen privatizaciones y desfinancian la cultura y la ciencia.
La huelga general fue acompañada por la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), segunda en tamaño, a la que luego se sumaron gremios y organizaciones de derechos humanos, como Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.
La protesta se extendió a todas las capitales del país con manifestaciones que reunieron a miles de huelguistas en Corrientes, Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Mar del Plata, entre otros puntos.
‘Mafiosos’. En una publicación en X, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó a los organizadores de la protesta de “sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza”, y se quejó de los “jueces cómplices y políticos corruptos, todos defendiendo sus privilegios” frente a las reformas que impulsa Milei.
“Nos quieren meter a todos presos, no criminalicen la protesta, porque les va a costar”, declaró al respecto el segundo orador, Héctor Daer, de la CGT.
La protesta se replicó a menor escala en distintas capitales del mundo. Medio centenar de personas se concentraron frente a la Embajada de Argentina en Madrid con banderas y pancartas que decían “La patria no se vende, se defiende” y “Milei, la casta sos vos”.
También hubo actos en Montevideo, Londres, Berlín y París, entre otras ciudades.
La estatal Aerolíneas Argentinas se unió a la huelga y canceló todos sus vuelos.