¿Destruirá Javier Milei la política exterior argentina?
Al nuevo presiden‑ te de Argentina, Javier Milei, no le llevó mucho tiempo exhibir la idea lunática de política exte‑ rior de un libertario radical. En la reunión de este año del Foro Económico Mundial en Davos, resucitó la cuestión de la soberanía de las islas Mal‑ vinas en un encuentro con el ministro de Asuntos Exte‑ riores del Reino Unido, Da‑ vid Cameron, que enseguida descartó cualquier discusión sobre el futuro de las islas.
En momentos en que Mi‑ lei necesita revivir la mori‑ bunda economía argentina, evocar a la junta militar que lanzó en 1982 la guerra de las Malvinas parece desquiciado.
Más preocupante aún, Mi‑ lei generó un conflicto con China, uno de los principales socios comerciales del país. A finales de diciembre, un abogado de su partido se re‑ unió con representantes de la oficina comercial de Tai‑ wán en Argentina. Poco des‑ pués, la prensa local publicó que la ministra argentina de Asuntos Exteriores, Diana Mondino, había tenido un encuentro con (Florencia) Miao‑hung Hsie, represen‑ tante de Taiwán en Buenos Aires.
Esta muestra de apoyo a Taiwán sugiere la posibi‑ lidad de que Milei cumpla su promesa de campaña de cortar vínculos con China. Sus duras críticas a los paí‑ ses “comunistas” antes de la elección presidencial causa‑ ron inquietud por el futuro de la relación chino‑argenti‑ na, sobre todo, porque para financiar importaciones y pagar vencimientos de deu‑ da, Argentina depende de un acuerdo de intercambio de divisas (swap) con aquel país. Poco después de la asunción de Milei a la presidencia, Chi‑ na suspendió el acuerdo, lo que dificultará a Argentina cumplir sus obligaciones fi‑ nancieras.
Dependencia de China. La decisión de Milei de cancelar el planeado ingreso de Ar‑ gentina al grupo Brics (Bra‑ sil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) también puede tener enormes repercusiones económicas, en particular, porque elimina la posibilidad de conseguir fondos del Nue‑ vo Banco de Desarrollo de los Brics.
Por supuesto, puede ocu‑ rrir que Estados Unidos y Ja‑ pón reciban con agrado el re‑ chazo de la invitación, lo que tal vez lleve a que aparezcan otras opciones de financia‑ ción. Pero en vista del excesi‑ vo endeudamiento de las eco‑ nomías occidentales, sería un error apostar por que suceda.
Milei se describe como un “anarcocapitalista” y tal vez buscará estrechar lazos con lo que llama “mundo libre”, pero las complejas realidades de la diplomacia internacio‑ nal y de la interdependencia económica demandan un ma‑ nejo más pragmático y menos ideológico de la política exte‑ rior argentina.
De hecho, estas últimas tres semanas Milei empezó a re‑ conocer que como presidente de una economía emergente en crisis, dos factores pueden provocar su fracaso político: la legislatura argentina y China.
A principios de este mes, Milei abandonó algunas de sus propuestas más radicales, al enfrentarse a la necesidad de lidiar con un Congreso en el que no tiene mayoría. Cual‑ quier negociación política de‑ manda hacer concesiones, y saber cómo ceder es un arte crucial para el éxito. En el caso de Milei, necesitará el coraje de rendirse en muchos asun‑ tos sin garantías de recibir a cambio lo que desea.
En cuanto a las relaciones con China, Milei tiene la suer‑ te de contar con la brillante Mondino como ministra de Exteriores. En un aparente intento de aliviar tensiones, la ministra se reunió hace unos días con el embajador chino en Argentina, Wang Wei; en tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha insistido en que su presunta reunión con la re‑ presentante de Taiwán fue un malentendido de la prensa.
Mondino también reafir‑ mó que Argentina reconoce el principio de “una China”, esencial para mantener una buena relación diplomática y comercial con Pekín. El cam‑ bio de la administración Milei a una actitud más moderada es prueba de que ha reconoci‑ do que los lazos financieros de Argentina con China impiden una ruptura de relaciones.
Conflicto diplomático. La postura del gobierno argenti‑ no hacia China en los próxi‑ mos meses determinará el futuro de la relación bilateral (con grandes derivaciones res‑ pecto de la política exterior, la posición internacional y la es‑ tabilidad económica de Argen‑ tina). Por lo general, para supe‑ rar un período de aumento de tensiones con China basta con hacerle algún elogio (como su‑ cedió con el expresidente bra‑ sileño Jair Bolsonaro).
El rumbo que tome el con‑ flicto diplomático que se desa‑ rrolla entre Argentina, China y Taiwán será reflejo de un complejo conjunto de conside‑ raciones geopolíticas, econó‑ micas y estratégicas.
Argentina, un país sin di‑ nero y con una inflación des‑ atada, está obligada a reparar vínculos lo antes posible. Pero China puede darse el lujo de esperar: sabe que tarde o tem‑ prano Argentina necesitará acceso a crédito, y que otros mercados no estarán dispues‑ tos a dárselo.
En este contexto, las deci‑ siones de la administración Milei no solo influirán en la relación bilateral de Argenti‑ na con los dos países, sino que también definirán su posición internacional en un sentido más amplio.
Por su parte, Taiwán es muy consciente de que esta oportunidad inusual de rea‑ cercamiento puede fortalecer su posición en Suramérica; hoy su único aliado diplomá‑ tico en el continente es Para‑ guay. Incluso aunque Argen‑ tina no traslade de China a Taiwán el reconocimiento oficial, establecer un contac‑ to frecuente con la adminis‑ tración Milei basta para po‑ ner a Taiwán otra vez en el tablero de la diplomacia su‑ ramericana. Pero Argentina tendrá que decidir si reforzar el vínculo con Taiwán justifi‑ ca correr el riesgo de una res‑ puesta cada vez más agresiva de China.
THIAGO DE ARAGÃO: director ejecutivo de Arko international (empresa especializada en asuntos públicos e investigaciones para América latina) es investigador asociado sénior en el Centro de estudios estratégicos e internacionales. © Project syndicate 1995–2024
El rumbo que tome el conflicto diplomático entre Argentina, China y Taiwán será reflejo de un complejo conjunto de consideraciones geopolíticas, económicas y estratégicas