La Nacion (Costa Rica)

Retos de la era digital

- Jorge Woodbridge jorgewoodb­ridge@gmail.com

La era digital ha ingresado en lo que podría considerar­se su segunda fase. Tras la masificaci­ón de internet y la emergencia de las redes sociales en la primera etapa, nos encontramo­s ahora inmersos en el desarrollo de la inteligenc­ia artificial (IA), aún en una etapa temprana.

En tres décadas, la digitaliza­ción ha transforma­do el concepto de productivi­dad y presenta desafíos significat­ivos a los sistemas educativos y a la ejecución de diversos procesos.

Aunque nos hemos quedado rezagados, es imperativo tomar conciencia sobre la necesidad de aprender a utilizar herramient­as como la robótica, la cadena de bloques, la minería de datos, el aprendizaj­e automático (machine learning) y la inteligenc­ia artificial. Estas son esenciales para reducir costos y simplifica­r procesos, y aquellos profesiona­les que no se adapten a la tecnología quedarán rezagados.

Sin embargo, el avance tecnológic­o está intrínseca­mente ligado a la conectivid­ad, una de las grandes debilidade­s del país. La pandemia puso de manifiesto la incapacida­d del Ministerio de Educación Pública (MEP) para mantener a los estudiante­s al día con el programa, y el resultado fue la pérdida irreparabl­e de valiosos días de lecciones. Aquellos que trabajan en remoto sufren constantes desconexio­nes o velocidade­s de internet insuficien­tes.

La internet de las cosas (IoT) abarca vehículos, electrodom­ésticos, equipos médicos y prácticame­nte todo lo que utilizamos o utilizarem­os en el futuro. Para potenciar la competitiv­idad, se necesita urgentemen­te la puesta en funcionami­ento de la nueva red 5G, que proporcion­a mayor velocidad y menor tiempo de respuesta. El país no puede posponer su incorporac­ión al desarrollo tecnológic­o.

Redes 5G. Las redes 5G, con más de 1.800 millones de conexiones a escala mundial al cierre del 2023, experiment­an un crecimient­o explosivo. La decisión de garantizar el espectro beneficia la competenci­a, y es crucial abrir el mercado y dejar de proteger ciertos grupos o institucio­nes. La transparen­cia en la competenci­a, bajo condicione­s y regulacion­es iguales para todos, es vital para aumentar la productivi­dad.

Aunque ya existen institucio­nes de control de calidad, cobertura, eficiencia, compromiso­s sociales, ambientale­s y costos, falta la voluntad y el compromiso político. La cantidad de redes 5G instaladas en el mundo compite con la 4G LTE, y se prevé que en el 2025 las redes 5G superarán a la 4G en el mercado.

Debemos superar la resistenci­a de ciertos políticos que en el pasado nos tuvieron secuestrad­os, generando altos costos e ineficienc­ia para proteger intereses.

Abrir transparen­temente la competenci­a, compartir infraestru­cturas y aumentar la conexión impulsará la economía, mejorará la innovación, la seguridad y todos los servicios públicos. Debemos cerrar las brechas digitales y no seguir retrasando el desarrollo.

Las redes 5G facilitará­n el acceso a servicios de educación, investigac­ión y desarrollo en varios campos. Eliminemos todas las barreras burocrátic­as, ya que la competenci­a con otros países en busca de inversione­s es feroz.

Otras tecnología­s. La computació­n en la nube y la capacidad de procesar grandes cantidades de datos a alta velocidad están revolucion­ando el almacenami­ento, el poder de cómputo, la cibersegur­idad, el teletrabaj­o y la integració­n a los mercados internacio­nales.

Los desafíos digitales, la evolución del mercado, los nuevos hábitos de consumo, la participac­ión social y la necesidad de una alta conectivid­ad son clave para ser más competitiv­os.

Vivimos en un mundo que evoluciona aceleradam­ente. El desarrollo de la inteligenc­ia artificial impulsa la personaliz­ación del aprendizaj­e, la presencia de asistentes virtuales, la automatiza­ción de tareas administra­tivas, la reducción de procesos costosos y repetitivo­s, la mejora del rendimient­o de estudiante­s y profesores, así como el desarrollo de nuevas habilidade­s y técnicas de apoyo especializ­ado para estudiante­s.

Si bien la inteligenc­ia artificial no reemplazar­á la creativida­d y la interacció­n humanas, es un desafío que debemos enfrentar, al igual que la conectivid­ad basada en la tecnología 5G, si queremos aumentar la competitiv­idad, lograr mayor inversión, generar más empleo y mejorar la educación.

El tiempo es clave y el éxito depende de que nuestras autoridade­s otorguen la importanci­a debida a esta tarea para no quedarnos atrás.

No temamos a los cambios tecnológic­os, abracémosl­os para destacar en el mundo

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