820 kilos de tapas de plástico se transformaron en rampas para playas
Un total de 15 playas costarricenses cuentan ya con rampas de accesibilidad elaboradas con tapas de plástico que permiten el acceso seguro para personas con discapacidad y adultos mayores.
La Red Costarricense de Turismo Sostenible, Donatapa, es una de las organizaciones encargadas de esta iniciativa que busca que la gente pueda disfrutar del turismo sin restricciones. Eso sí, para construir los senderos, necesitan reunir cerca de 820 kilos de tapas.
“En la última playa que inauguramos este mes, en Manzanillo, cada pasarela pesaba 82 kilos; es decir, nosotros lo que hicimos fue transformar 82 kilos para hacer una pasarela de tres metros por uno y medio (...) y entregamos 10 pasarelas. Para hacer 30 metros de sendero, estamos hablando de 820 kilos de tapitas recicladas”, explicó Emilio Zúñiga, presidente de la Red.
Las tapas de plástico que tienen un tamaño de N.° 2, N.° 4 y N.° 5 pasan por un proceso industrial para convertirse en tablones de plástico reciclado o “madera plástica”, con la que realizan las rampas. Parte del material también se destina a la creación de sillas anfibias, las cuales dan la posibilidad de que personas con alguna discapacidad y adultos mayores puedan meterse al mar de forma segura.
Hasta la fecha, Donatapa ha inaugurado13 playas en todo el país, que comparten el principio de accesibilidad y cuidado al medio ambiente. También, la Fundación Proparques realizó rutas de accesibilidad en Junquillal y Cahuita, ya que esta organización se encarga de zonas protegidas y parques nacionales.
Para este año, La Red tiene planes de convertir en playas accesibles otras tres ubicadas en el Pacífico norte, central y sur, luego de abrir la ruta de accesibilidad en Manzanillo, en el Caribe sur, el pasado 11 de enero.
Costo. A pesar del apoyo del Instituto Costarricense de Turismo y de organizaciones y empresas privadas, lograr la accesibilidad en las playas va más allá de la recolección de tapas, ya que el proceso puede ser oneroso. En ese sentido, Zúñiga, explicó que el “proceso de transformación tiene un costo de ¢1.320 por kilo”.
“A veces, tiramos unas campañas en redes sociales de ‘doná un rojito para transformar un kilito’. (...) La gente también tiene que entender que parte de la correcta gestión ambiental de los residuos representa un costo y, si logramos que la gente tome conciencia, podríamos inaugurar más playas”, sostuvo Zúñiga.
Según él, inaugurar una rampa con 10 pasarelas hechas con tapas de plástico implica una inversión de más de ¢1 millón.
Zúñiga hace un llamado a la población para unirse a la iniciativa, no solo mediante la donación de tapas, sino también aportando económicamente a través del Sinpe móvil 89179727, a nombre de la Asociación Red Costarricense de Turismo Sostenible o mediante yomeuno.com.
El proyecto Donatapa inauguró su primera playa accesible en playa Madrigales, Jacó, en el 2018 y su objetivo es continuar con su lema “sin fecha de caducidad”, para seguir creciendo, según lo dice en su página web.
A nivel mundial, esta iniciativa fue reconocida con el galardón “Organización Inclusiva del Año” en los Fitur 4ALL, que premia prácticas ejemplares en turismo accesible a nivel global.