Gobierno propone ‘bajar el tono’ para recobrar la confianza de congresistas
El gobierno propuso bajar el tono con la Asamblea Legislativa, con el fin de recobrar la confianza entre el Poder Ejecutivo y los diputados, dijo ayer la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, quien admitió que esa confianza entre Ejecutivo y Legislativo se ha perdido por recientes “conflictos diversos”.
Se habló de ello durante una cita, este martes en Zapote, entre las jefaturas de fracción del Congreso y el mandatario, Rodrigo Chaves. “Eso (recobrar la confianza) es parte de los acuerdos del día de hoy. ¿Cómo podemos bajar el tono a las conversaciones entre Poder Ejecutivo y Poder Legislativo sin que se pierda el control político que tiene el Congreso?, porque es una función que la misma Constitución le confiere a la Asamblea. Pero lo cierto también es que el Ejecutivo defiende las posiciones y acciones de sus ministros, ¿cómo hacer un balance?, explicó Díaz.
Rodrigo Arias, presidente del Congreso, señaló que la reunión había sido “abierta” y “franca”. Añadió que los presentes manifestaron sus divergencias y convergencias.
Añadió que, si bien este acercamiento se debió haber dado mucho tiempo atrás para mejorar las relaciones entre los dos poderes, el momento actual también es propicio, al estar cerca de cumplirse el medio periodo del gobierno.
Díaz y Arias dijeron que este tipo de encuentros se harán de modo periódico; en principio, cada seis semanas. La primera destacó la necesidad de avanzar en una mejor coordinación que permita el trabajo conjunto.
Citó como un caso de éxito la labor que realiza la mesa de trabajo que se instaló el 30 de noviembre del 2023 entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la cual definió una lista inicial de 10 proyectos de ley con la expectativa de que su trámite sea priorizado.
La mesa se creó en una cita convocada por Arias, a la que fueron Chaves y el presidente de la Corte Suprema, Orlando Aguirre. El primero promovió el espacio en respuesta a unas palabras del presidente Chaves, quien había renunciado públicamente a impulsar los proyectos de ley de su gobierno en materia de seguridad, dejando la responsabilidad en manos de los diputados.