Expansión de bandas narco de Limón cuadruplica los homicidios en Turrialba
› Lío entre grupos rivales causó el martes balacera que dejó dos muertos
El cantón de Turrialba experimentó el año pasado un aumento significativo en la cantidad de homicidios: se cuadruplicó la cifra promedio de la última década, que fue de 2,5 por año.
En este primer mes del 2024, la localidad ha sido testigo de constantes balaceras; una de estas dejó dos muertos y una mujer herida, la noche del martes.
En el 2023, el cantón cerró con 10 homicidios, una cifra muy superior a la del anterior año más violento, que fue el 2022, cuando hubo cuatro crímenes de este tipo.
La lucha entre bandas limonenses extendió sus conflictos a este cantón, uno de los diez más extensos del país –1.643 kilómetros cuadrados– y que limita con los seis cantones de Limón.
Entre las organizaciones presentes está la liderada por Alejandro Arias, conocido como “Diablo”, que opera con mayor fuerza en Limón y Pococí, junto con una ramificación de la banda de alias La Mancha, un sujeto que está preso.
Dos muertos. Esos grupos podrían estar detrás de las disputas que culminaron con la muerte de dos hombres a eso de las 9 p. m. del martes en la ciudadela Carmen Lyra, donde dos individuos en moto y encapuchados, ingresaron a una casa a escasas dos cuadras de la iglesia católica y abrieron fuego. En el lugar fallecieron Ariel Barrios Sandoval, de 31 años, y Yasdany Cervantes Gómez, de 28.
Barrios presentaba impactos en el tórax, el abdomen y la cabeza; Cervantes, alias “Naidel el Rasta”, fue baleado en la cabeza y en la cadera. Una mujer de apellido Díaz, de 44 años, resultó herida en la espalda y fue llevada al Hospital William
“NO ES QUE LOS DELINCUENTES SEAN FUERTES, SINO QUE LA SEGURIDAD ESTATAL ES DÉBIL Y LOS RECURSOS SON ESCASOS”. Rogelio Pardo-Maurer Experto en seguridad
Allen; otra mujer resultó ilesa por estar en el baño de la casa.
Varias viviendas en la misma alameda fueron alcanzadas por los disparos. En el lugar del doble homicidio se encontró una pistola; no hay detenidos por el ataque.
Con antecedentes. Freddy Guillén, director regional de la Fuerza Pública en Cartago, sugiere que la disputa por drogas podría ser la causa de este doble asesinato, ya que ambos sujetos tenían antecedentes en esa actividad delictiva.
Destacó que las luchas entre bandas son el origen de estos enfrentamientos, que se han intensificado este año en Turrialba debido a la migración de miembros de esas agrupaciones al cantón como respuesta al aumento de la vigilancia policial en Limón.
El hombre apellidado Cervantes, uno de los fallecidos el martes, tenía 25 informes por venta de drogas en Turrialba desde el 2014 y Barrios había sido detenido con drogas cuatro veces.
Guillén afirma que presión ejercida por las operaciones policiales en el Atlántico ha motivado a numerosos delincuentes a desplazarse hacia la zona limítrofe de Turrialba.
Un tiroteo adicional ocurrido la noche del lunes en Azul, un barrio situado a dos kilómetros de Carmen Lyra, podría estar relacionado con la misma lucha entre grupos. Un hombre de apellido Rojas, miembro de la banda de Diablo, resultó herido de bala, pero las lesiones no fueron graves. Horas después de llegar al hospital local le dieron la salida.
Barrios como Azul, Nochebuena, Carmen Lyra, La Isabel y otros cercanos a la cabecera del cantón, son algunos de los más conflictivos; igual que áreas más retiradas, como el distrito de La Suiza.
Guillén dijo que la Fuerza Pública planea acciones más contundentes en Turrialba en colaboración con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía.
El 17 de diciembre del 2023, en Pueblo Nuevo de Turrialba mataron a un porteador de apellido Chavarría, de 45 años. El hombre iba en carro con su esposa cuando le dispararon en la cabeza. El homicida escapó en moto.
Falta de policías. Rogelio Pardo-Maurer, experto en seguridad y antiterrorismo, quien fue subsecretario adjunto de Defensa de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, visitó recientemente varios puntos de Turrialba y afirmó que existe un deterioro en la seguridad.
En una zona rural vio dos vehículos que se devolvieron antes de llegar a retenes policiales, lo cual comprobaría que hay “campanas” que alertan sobre la presencia de las autoridades.
Al hablar con un comandante de la Policía, le preguntó por la situación en ese territorio y la respuesta fue “duro”. El jefe policial le dijo que además del narcotráfico ya existen extorsiones, personas afectadas por créditos gota a gota y problemas con cuatreros por el destace de ganado.
El jefe policial le expresó que a pesar de ser un cantón extenso, Turrialba carece de suficientes policías para brindar una atención adecuada, ya que a menudo son destinados a operativos en Puntarenas, Limón y otros lugares.
Conversó también con el dueño de un restaurante, quien le contó que desconocidos, muchos de ellos foráneos, están comprando propiedades, y que a unos 200 metros había una bodega de droga.
Agregó que el Ministerio de Seguridad debería contar con al menos 23.000 policías, según las recomendaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero en la Fuerza Pública no llegan a 13.000.