Charla de Celso sobre formación académica le trajo una sorpresa
› Volante manudo recibió finalmente su título del Johan Cruyff Institute en Gestión Deportiva
El año 2014 no solo mostró a Celso Borges como una pieza importante dentro del éxito de la Selección Nacional de Costa Rica en el Mundial de Brasil, en una época en la que también era protagonista en su club, el AIK de Suecia.
Además, fue el año en el que el ahora capitán de Liga Deportiva Alajuelense sostuvo una conversación bastante seria con su papá, Alexandre Guimaraes, y su mamá, Lina Mora, mientras se encontraban en la playa.
Hablaron de lo que Celso quería a futuro, consciente de que la carrera futbolística es corta y de que hay que prepararse para el retiro.
Dijo que siempre la transición más normal es aspirar a ser entrenador y eso en su casa lo tuvo muy cerca. Sin embargo, sus papás le mencionaron que podía expandir el abanico de opciones. Le hicieron ver que ahora existen muchas ramas del fútbol de dónde agarrarse y que descubriera lo que lo apasiona.
El martes, el volante recordó esa conversación en la charla con Román Pascual, del Johan Cruyff Institute, en el primer día del Foro de Innovación y gestión deportiva organizado por Liga Deportiva Alajuelense. Ahí, Celso terminó siendo el gran sorprendido de la jornada.
Borges hizo el curso de fundamentos de gestión de fútbol, pasó al posgrado en negocios y administración del fútbol, consiguió el posgrado en gestión deportiva y está finalizando el máster en gestión deportiva.
Contó que en el Johan Cruyff Institute han sido muy pacientes con él y con varios amigos suyos, como Keylor Navas, porque entienden los tiempos del futbolista y, para él, este proceso de estudio ha sido sencillo de llevar durante diez años, a su ritmo y hoy se siente preparado.
Formación. Hay futbolistas a los que con el paso del tiempo no les agrada que se mencione su edad, ni qué pasará cuando llegue el retiro, porque es como una amenaza constante de que se acabará eso a lo que se han dedicado por años.
Pero Borges empezó a pensarlo desde hace diez años como algo natural que todos enfrentarán. Su papá lo ayuda a tener ese grado de madurez, de entender que no todo es para siempre y que hay que estar preparado.
“El tema no debería ser tan tabú, debería verse como un episodio normal de la vida, una fase que acaba y que arranca otra con ilusión“.
Relató que de niño tenía claro que quería ser futbolista, pero, con los años, su pensamiento ha ido cambiado.
“Tuve una etapa en la que quería ser entrenador, luego la parte en la que no quería ser entrenador y vemos mucho las historias de mi papá, y menos que quiero ser entrenador (ríe)”, confesó.
Ahí es donde cae en cuenta de que sus papás le dieron la mejor orientación, al sugerirle que encontrara la vocación real. “Está bien no saber, lo que no está bien es no prepararse”, dijo.
Recordó que hizo más consciencia cuando le plantearon que debía salirse del colegio para entrenar y, como anécdota, contó que su madre prácticamente fue a tocarle la puerta al gerente de club y decirle que esa no era una opción.
“Supe que los estudios era igual de importantes que desarrollarme como profesional, porque debido a ese desarrollo, las ideas del entrenador puedo captarlas mejor, puedes entender a los compañeros y explicar las ideas a compañeros que no entienden”.
Hoy sabe que eso es parte del juego y que el futbolista tiene que estar bien formado académicamente para aprovechar eso en su carrera dentro de la cancha, pero también fuera, donde puede seguir siendo útil a ese deporte que ama.
Hoy Celso vive el día a día y le costó responder qué estará haciendo dentro de diez años, pero al pensarlo un poco, manifestó que se visualiza como el gerente de algún equipo.
“Sigo muy de cerca la posición en el club, me gusta lo dinámica que es, estar hablando, estar resolviendo problemas, viendo jugadores, fichando y todas esas cosas“, citó.
También tiene claro que eso no lo logrará solo por ser exjugador, sino porque en ese momento estará preparado y habrá luchado por un cargo.
“Es como arrancar de cero, con una preparación y no por ser quien uno fue como jugador, tiene asegurado equis o ye puesto. Cada vez es más la gente que le agrega a esa experiencia la preparación”.
Celso Borges aseguró que él ha sido testigo de casos en donde hay personas que tienen cargos en una posición de mucha responsabilidad por lo que fueron. Considera que eso entorpece todo, porque no hay un conocimiento detrás de eso.
No es su prioridad a futuro en este momento, porque le llama más la atención ser gerente. Sin embargo, tampoco se atreve a decir que nunca será entrenador, porque todo el fútbol le gusta y lo apasiona.
Grata sorpresa. La charla de Celso Borges terminó con una sorpresa para el volante.
Los partidos, los entrenamientos, las concentraciones y demás implican tiempo, igual que el estudio. En su caso, su preparación ha sido virtual y no pudo ir a la graduación presencial, pero el Johan Cruyff Institute aprovechó el foro y le trajo el diploma del posgrado en Gestión Deportiva.
Sobre el escenario, se simuló una ceremonia, se le entregó el título en el Museo del Niño, ante la presencia de sus papás y con un auditorio casi lleno aplaudiéndole.
A Celso Borges se le entrecortó la voz y dijo sentirse muy emocionado, porque le costó mucho y que para él es importante tener finalmente ese título en sus manos. *