Saprissa apenas cumplió ante un discreto rival
› Dominio del cuadro morado sobre Grecia alcanzaba para más que el 1-0 final
Con agua potable o sin ella, la dirigencia de Grecia hizo todo lo posible para que suspendieran el partido ante el Deportivo Saprissa. Quizá presagiaban que lograr por lo menos un punto en la Cueva morada era casi imposible.
En la cancha, al cuadro morado no le importaron los reclamos de los griegos y temprano puso las cosas en su lugar.
Desde que arrancó el partido, Saprissa impuso condiciones, controló el juego y lo manejó a su gusto, ante un rival cuya propuesta es defenderse y tratar de cerrar espacios.
El compromiso no entraba en calor, costó que calentara porque el frío fue intenso, pero apenas a los cinco minutos, los locales abrieron el marcador. Remate de Luis Díaz; el arquero de Grecia, José David Vega, no pudo contener y rechazó; Ariel estuvo atento con la caña de pescar y envió el balón al fondo.
Saprissa se dio cuenta de que el rival no competía y no apretó el acelerador, dedicándose a pasar el balón. Incluso, en un momento Mariano Torres y Fidel Escobar se pasaban la pelota entre ellos, mientras Kadeem Cole corría de un lado a otro sin poder interceptar el balón.
Por momentos, dio la impresión de que Saprissa fue displicente, pero es que el adversario no inquietó, no creó peligro y con el 1-0, el conjunto de casa se sintió cómodo.
La tónica no varió en el complemento: Saprissa dueño del partido, ante un adversario que buscó cuidarse y no terminar goleado.
Entre lo positivo para los saprissistas es que, ante tantas ausencias (diez entre lesionados y seleccionados), se vieron buenas actuaciones de figuras como Jorkaeff Azofeifa, quien jugó como central. Kliver Gómez estuvo sólido en defensa y aportó por la banda. Luis Díaz mostró su velocidad, pero debe tener calma al centrar. Yoserth dejó ver que tiene talento, aunque debe subir el nivel, y Ariel Rodríguez, con gol, pide la renovación y quizá hasta un aumento de salario.
Saprissa mandó en el partido, fue amo y señor, pero le faltaron goles. Eso esperaba su afición, ya que el equipo llegó al área, tuvo sus ocasiones, pero dio la impresión de que se conformó con lo mínimo. Les faltó intensidad a los locales; por momentos sí, ser más agresivo y arrollador. Pareció ser calculador o no tuvo claridad para encontrar más goles.
En gran parte del segundo tiempo, a los saprissistas les faltó claridad en el último cuarto de cancha para golpear y manejar con más tranquilidad el compromiso. 1-0 fue el marcador y hay que ver si Vladimir Quesada, técnico de Saprissa, terminó preocupado ante la falta de pólvora, ante la posibilidad de golear a un equipo que no mostró otra cara que jugar a la defensiva.
Días antes del juego se habló mucho de si se jugaba o no. Al final, a Grecia no le quedó otra opción que jugar y el tricampeón le trazó el camino. Al menos, por el momento, parece que el destino de Grecia es descender a segunda división. Grecia debe aumentar el nivel, ofrecer más en la cancha si pretende seguir en Primera, porque con el nivel mostrado no le va a alcanzar. *