La Nacion (Costa Rica)

Maestras encaran olas del golfo de Nicoya para dar clases

› Tienen a su cargo 40 niños; poblado carece de servicios de agua y luz

- Valeria Martínez valeria.martinez@nacion.com

A las 5:30 de la mañana de los lunes, Yenoris Obando Sequeira y Katherine Morales Mendoza comenzarán su recorrido para llegar a la Escuela Playa Torres, donde laboran como directora y maestra, respectiva­mente.

Llegarán al mercado municipal de Puntarenas para abordar una panga; el servicio les cuesta ¢12.500 por un recorrido de 40 minutos en medio del fuerte oleaje del golfo de Nicoya hasta el centro educativo de Isla Caballo.

En la embarcació­n deben llevar todo lo que necesitará­n durante los siguientes cinco días, incluidos alimentos. Será hasta los viernes en la tarde cuando harán el viaje de regreso, por otros ¢12.500.

Así ha sido en cursos lectivos anteriores y así será en el que está por iniciar.

Durante su estancia en la isla, vivirán en la misma escuela, donde se ubica la casa del maestro. Allá cuesta satisfacer ciertas necesidade­s, pues comprar artículos tan simples como un cepillo de dientes no es posible.

La comunidad de Isla Caballo carece de electricid­ad, por lo que maestras y niños dependen de paneles solares, que a veces no cumplen su función.

Tampoco hay agua potable, por lo que una lancha transporta diariament­e “pichingas” con agua para abastecer la escuela. El problema surge cuando el tiempo no colabora y el mar se torna agitado, impidiendo que la panga llegue hasta la isla con el líquido.

“Por quedar tan lejos, no podemos viajar diariament­e ya que el costo del traslado es alto, por eso debemos vivir ahí toda la semana, con muchas limitacion­es, pues el grado de pobreza en la isla es grande y no se cuenta con ningún lugar para comprar”, narró Obando a La Nación.

Dadas las particular­es condicione­s de su trabajo, aparte de cumplir con responsabi­lidades en la escuela, las maestras han tenido que desarrolla­r otras habilidade­s. Ambas aprendiero­n a manejar lancha y también a pescar. No solo por si se requiere en caso de emergencia, sino también para comprender mejor la cultura de las 270 familias que viven aquí.

Amor y vocación. Yanoris y Katherine llevan tres años cruzando el golfo de Nicoya durante el ciclo lectivo para dar clases en la Escuela Playa Torres. Cada semana, dejan a sus familias en El Roble de Puntarenas y La Fresca de Jicaral para vivir en la isla.

La determinac­ión de asumir este desafío surgió a raíz de la súplica de los niños, quienes pedían con desesperac­ión a alguien que se preocupara por su educación.

A pesar de que doña Yanoris tiene una plaza asegurada como psicóloga en una institució­n en El Roble, al percatarse de la situación en Isla Caballo, optó por utilizar sus conocimien­tos como directora y docente para emprender esta travesía.

Al comunicar su decisión a la Dirección Regional, se encontró con comentario­s como “ahí no hay agua, no hay luz” o “usted trabaja con aire acondicion­ado y va a su trabajo en carro”. A pesar de las manifestac­iones en contra de la idea, la respuesta de Obando fue firme: “no importa, yo me voy, yo me quiero ir”.

Según la directora, tanto ella como Katherine Morales aprendiero­n a amar la comunidad, a pesar de los riesgos de cruzar cada semana el golfo de Nicoya.

“Dejar a nuestras familias, especialme­nte a nuestros padres, que son adultos mayores, nos brinda la fortaleza para apoyar a una comunidad que necesita docentes con vocación de servicio y entrega”, agregó Obando.

La directora de la Escuela Playa Torres, con orgullo, mencionó que tiene a su cargo 40 niños, que van desde preescolar hasta el segundo ciclo. Con esfuerzos significat­ivos, lograron participar incluso en Juegos Nacionales. Las donaciones son recibidas con gratitud, e incluso solicitan apoyo para adquirir una panga para la escuela.

Ahora, las docentes se alistan para navegar el próximo curso lectivo, que comienza el 8 de febrero, que también podría tener un fuerte oleaje.

Por QUeDAr TAn leJoS, no PoDemoS ViAJAr DiAriAmenT­e YA QUe el CoSTo Del TrASlADo eS AlTo, Por eSo DebemoS ViVir AHÍ ToDA lA SemAnA, Con mUCHAS limiTACion­eS, PUeS el grADo De PobreZA en lA iSlA eS grAnDe Y no Se CUenTA Con ningÚn lUgAr PArA ComPrAr” . Yenoris Obando Directora

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Los niños de la Escuela Playa Torres participar­on en los juegos nacionales de 2023. Los acompañó Yanoris Obando. CORTESIA
 ?? CORTESIA ?? Doña Yenoris paga el servicio de panga que la lleva hasta Isla Caballo. El recorrido toma 40 minutos desde Puntarenas.
CORTESIA Doña Yenoris paga el servicio de panga que la lleva hasta Isla Caballo. El recorrido toma 40 minutos desde Puntarenas.
 ?? CORTESÍA ?? La Escuela Playa Torres queda en una pequeña montaña de la Isla Caballo. No hay agua potable ni luz.
CORTESÍA La Escuela Playa Torres queda en una pequeña montaña de la Isla Caballo. No hay agua potable ni luz.

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