Confirmada presencia de hidrocarburos en agua de Turrialba
› Líquido de ducto municipal solo puede usarse para lavado de manos y aseo
El Ministerio de Salud confirmó contaminación por presencia de hidrocarburos en el agua del acueducto municipal de Turrialba; específicamente, en el sistema de Río Claro.
Las partículas de hidrocarburos encontradas corresponden a los rangos C16-C34 y C34-C50, que están en productos como aceites, lubricantes, grasas y algunos tipos de combustibles. Las autoridades aseguran que su presencia en el agua no es común.
De acuerdo con Salud, por ahora, el líquido de este acueducto puede ser utilizado solo para lavarse las manos y el aseo personal. No debe consumirse ni usarse para cocinar hasta que se determine que el recurso es completamente seguro.
Salud solicitó a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) investigar a fondo para encontrar una posible causa de esta situación.
Además, giró una orden a la Municipalidad de Turrialba para que distribuya agua potable mediante camiones cisterna a todas las personas afectadas.
Asimismo, la entidad solicitó al ayuntamiento un plan de muestreo del agua cada 24 horas, el cual debe ser llevado a cabo por un laboratorio acreditado.
El caso. El pasado 1.° de febrero, el gobierno local de Turrialba
evaluó la conveniencia de vaciar por completo uno de los tanques de almacenamiento de su acueducto como medida preventiva, luego de que vecinos de los barrios Recope y La Margot alertaron de un olor a hidrocarburo en el agua.
El olor extraño, descrito como similar a “canfín o gasolina”, se reportó únicamente en una sección del acueducto localizada en el barrio Recope, según explicó el alcalde, Luis Fernando León Alvarado.
“La situación fue en un tanque. Por lo demás, el resto de sectores, que son la mayoría, no presentan problema alguno”, dijo el jerarca. La red está compuesta por 10 tanques municipales que sirven al cantón.
La situación en Turrialba se confirma después de la crisis de agua vivida por más de 100.000 habitantes de Goicoechea, Moravia y Tibás, en San José, debido a contaminación con un tipo de hidrocarburo denominado xileno.