Anotaciones de Lesme alivian todas las penas
› Locura en el Morera soto por victoria con goles en el 88’ y el 91’
¿Qué le pasa a Liga Deportiva Alajuelense? La respuesta no está en la música a todo volumen en el intermedio para acallar el “fuera Carevic”, pero el partido contra Puntarenas avivó la tensión, la preocupación y la molestia del liguismo. Una historia que terminó con un estallido de felicidad gracias a Fernando Lesme y al empuje de sus compañeros.
El paraguayo llegó a eso, a salvar a la Liga y decretar la remontada por 3-2.
¿Qué le pasa a la Liga en su casa? Ese es el misterio por resolver en un equipo que esta vez procuró jugar mejor, con iniciativa, con la pretensión de ir al frente, proponiendo, pero con las mismas imprecisiones y que pareciera que los mejores hombres son los que están en la suplencia. Así se vio esta vez.
El equipo de Andrés Carevic topó con pared, chocó con un muro llamado Miguel Andrés Ajú, pero se dejó el triunfo.
El guardameta que pertenece a la Liga y que juega a préstamo con Puntarenas FC llegó a hacer su trabajo. Voló para desviar un disparo de Ian Lawrence, también intervino con acciones de Aarón Suárez y Joshua Navarro.
Pero ese no era el único problema para Alajuelense, que convive cada vez con más presión, con apoyo, pero con silbidos. La molestia del liguismo es generalizada y la tensión crece, se percibe y se manifiesta desde las gradas. Eso ni siquiera se puede tapar poniendo la música a todo volumen.
Los rojinegros lo intentaban, pero sin fineza, sin efectividad. Y la realidad es que se sentía más peligro cada vez que el Puerto recuperaba el balón y de una vez iba en busca del contragolpe, principalmente con un Bryan López metido de lleno en el partido.
Para elevar el nivel de enfado en el liguismo, la contra efectiva y letal fue de Doryan Rodríguez, ese delantero que tuvo que salir a préstamo para ir en busca de la regularidad que en Alajuelense no encontró nunca.
Ese jugador formado en el semillero rojinegro arrancó desde media cancha y nadie lo pudo frenar. Con velocidad, sin ningún problema dejó en el camino a los defensores de la Liga.
La acción terminó en gol, en un dardo al León y no sabía ni cómo reaccionar, si celebrar o no. Pero es que realmente hizo lo que le tocaba.
Doryan Rodríguez acababa de detonar una algarabía en esa mancha naranja que festejaba en el Morera Soto.
También provocó que la afición de Alajuelense subiera el volumen a los silbidos y al grito ‘fuera Carevic’.
Como se acabó el partido contra Cartaginés, terminó la etapa inicial. En el entretiempo, los rojinegros molestos volvían a pedir la salida del técnico.
En el estadio, los encargados de la animación pusieron la música con un volumen más fuerte de lo habitual, pero esa no era la forma de callar a la gente.
De regreso a la cancha, Alajuelense entró con todo y pronto encontró el empate parcial, con un remate potente de Carlos Mora en el minuto 52. Pero la defensa rojinegra, que esta vez no se vio bien, falló.
Puntarenas entendió que las jugadas de balón parado se entrenan y hay que aprovecharlas. El cabezazo de Rashir Parkins se anidó en la cabaña de Leonel Moreira. Otro jugador de la Liga a préstamo que fue protagonista en el partido.
Los cambios le sentaron mejor a la Liga que al Puerto. Julen Cordero falló en lo que parecía el tercer tanto chuchequero y los manudos se volcaron al ataque.
Diego Campos estuvo muy cerca del gol y lo evitó Miguel Ajú. Luego hubo una acción en la que los jugadores y la afición de Alajuelense reclamaban penal sobre Joel Campbell. Marianela Araya no lo vio así.
En la Liga crecía la impaciencia y en el Puerto hasta Douglas Sequeira quería meterse a defender. Era como una bomba de tiempo.
Fernando Lesme en el minuto 88 convirtió el 2-2, con un cabezazo impecable. Y fue el encargado del 3-2, ya en reposición. Y ganó Alajuelense.
Alajuelense llegó a este encuentro con la tremenda necesidad de hacer lo que hasta ahora no había podido en el Clausura 2023 jugando en su casa, que es ganar.
Las palabras de Michael Barrantes previo al partido dejaban en claro la urgencia rojinegra: “La gente no está satisfecha, pero ya tenemos que sumar de a tres (...)”.