La Nacion (Costa Rica)

KANY GARCIA ¡DULCE Y PODEROSA!

Con un ímpetu envidiable y gran sensibilid­ad, la boricua se presentó ayer en el Anfiteatro Coca-Cola de Parque Viva. Su amor por Costa Rica quedó impregnado en el recinto

- Jessica Rojas Ch. jessica.rojas@nacion.com

Con Kany García no hay medias tintas. Ella es puro fuego, pura sangre, pura intensidad. Así lo demostró la noche de este viernes 9 de febrero, en el concierto que la trajo de vuelta a su querida Costa Rica. Desde que puso un pie en el escenario, la puertorriq­ueña se entregó en cuerpo y alma a la música que tanto la apasiona, pero sobre todo, al público que la ama.

El espectácul­o inició a las 8:36 p. m., un detalle que molestó un tanto a la audiencia, ya que se esperaba que la artista arribara a las 8 p. m. a la tarima. Sin embargo, apenas García apareció en el escenario, todo quedó en el olvido.

Los fans de Kany, por su parte, se lucieron al llenar el recinto, pues coparon hasta el sector de gramilla natural. No fue un detalle menor, pues evidenció lo apreciada que es la música de Kany en estas tierras.

Pero entremos en materia, es decir, al concierto de García, quien como de costumbre estuvo lleno de energía y empoderami­ento femenino, así como de pasiones desbordada­s y letras cargadas de empuje y sororidad. García volvió a demostrar en suelo tico que su sólida carrera como compositor­a e intérprete está respaldada por piezas complejas, hechas con una sensibilid­ad que se cuela en lo más profundo de los corazones.

La cantante siempre ha destacado por ser muy interactiv­a con sus seguidores, algo que hizo durante su show en Costa Rica. Después de interpreta­r algunas de sus canciones, hizo pausas para conversar con sus fans y también para dar sus conocidos discursos sobre el amor y la sociedad. Fulgurante.

Con mi Plan de vida empezó la fiesta. Kany lucía bella, radiante, con un vestido brillante de color rosado.

La segunda canción fue coreada a todo pulmón: Soy yo llegó para dar calorci- to a la fría noche que se vivió en Parque Viva, debido al vento- lero intenso que hizo en la velada.

Kany dio sus primeras palabras y aprovechó para agradecer a los ticos por el apoyo a su trayectori­a. “Cuando uno tiene una historia con alguien y recuerda cosas, la relación se hace robusta. Lo nuestro, Costa Rica, ha sido esa relación robusta de muchos años, de encuentros, de abrazos y de gente que ha tenido algún tipo de comunicaci­ón con mi música”, afirmó la artista.

El show fue, de verdad, un viaje por distintas emociones. Empezó con el tono de la dulce balada, gracias a piezas como Quédate, una obra que se le puede dedicar por igual a un amor o a un amigo muy querido. Pero luego de llevar los corazones a encontrars­e con sus sentimient­os más profundos, la puertorriq­ueña cantó Fuera de servicio, tema con el que se puso intensa y coqueteó con el estilo regional mexicano.

En otro momento de introspecc­ión, Kany reconoció que a lo largo de su relación con nuestro país se ha dado cuenta de que en Costa Rica hay inclusión y respeto a las personas por sus preferenci­as, algo que alabó y agradeció. “Qué bien se siente estar aquí”, dijo en alusión a su comentario.

De inmediato interpretó Bailemos un blues, con la poderosa frase: “¿A quién se le ocurrió que era pecado estar enamorado?”. El público, diverso y extenso, respondió con aplausos y gritos esta canción.

Kany bailó y cantó por todo el escenario. También tocó la guitarra y de paso se hizo acompañar por una maravillos­a orquesta. En esa dinámica intensa, la artista no dejó de piropear nuestro país, confesándo­se enamorada de nuestra cultura y de nuestra gente, tanto que contó que en su equipo técnico cuenta con un costarrice­nse.

Hubo una sorpresa especial en el concierto. Kany subió al

Cuando uno tiene una historia con alguien y recuerda cosas, la relación se hace robusta. Lo nuestro, Costa Rica, ha sido esa relación robusta de muchos años, de encuentros, de abrazos “.

escenario a Nicolás, un niño de 10 años. El pequeñito, fan de ella desde hace dos años, le robó el corazón a la puertorriq­ueña, quien aprovechó para tomarse un selfie con él. Incluso, la propia boricua se fue con el chico para tomarle fotografía­s con todos los integrante­s de la banda.

Después de este emotivo encuentro siguió cantando Una buena vida, para luego tomar su guitarra en solitario y tocar en formato acústico Hoy ya me voy, Muero y Confieso. Ese trío de canciones y la forma en que las interpretó, le quitó el aliento a más de uno.

Al cierre de edición todavía faltaba mucho más de Kany. En el plan de García estaba cantar Titanic, Te lo agradezco, Para siempre y, por supuesto, De puta madre.

Así, una vez más, quedó retratada Kany; una voz potente, una gran artista, pero, sobre todo, una amante fiel de Costa Rica y su gente.

 ?? JOHN DURAN ?? En Costa Rica, Kany García fue pura intensidad en el escenario. De principio a fin, sus fans amaron su espectácul­o.
JOHN DURAN En Costa Rica, Kany García fue pura intensidad en el escenario. De principio a fin, sus fans amaron su espectácul­o.
 ?? ?? La dulzura es parte esencial de Kany García. Sus canciones tocan corazones. JOHN DURAN
La dulzura es parte esencial de Kany García. Sus canciones tocan corazones. JOHN DURAN
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A la niña Galilea Cruz, Kany García le firmó su guitarra antes del concierto. JOHN DURAN

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