Israel bombardea Rafah, último refugio para un millón de desplazados
› benjamin Netanyahu pidió al ejército un plan de ‘evacuación’ de civiles palestinos en la zona
JERUSALÉN. afP. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó este viernes al Ejército prepararse para evacuar a los civiles de Rafah, después de que Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresaran preocupación por una operación militar contra este último refugio de los palestinos desplazados por la guerra en Gaza.
La Presidencia palestina condenó “con vehemencia” los planes israelíes de extender la ofensiva militar en la Franja de Gaza a la ciudad de Rafah, donde se hacinan más de un millón de palestinos desplazados por el conflicto.
Esos planes, anunciados por Netanyahu, constituyen “una amenaza real y un peligroso preludio” a la aplicación del proyecto israelí de “desplazar a los palestinos de su tierra”, afirmó en un comunicado la oficina del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
“Los palestinos no abandonarán su tierra y no aceptarán que se los desplace de su patria por la fuerza”, recalcó Abás.
Fotógrafos de la AFP vieron varios edificios de Rafah destruidos por bombardeos israelíes a primeras horas de ayer. Varias personas transportaban los cuerpos de tres niños, muertos en uno de esos ataques.
En un plazo de 24 horas, al menos 107 palestinos perecieron en los bombardeos lanzados contra el estrecho territorio de 362 km2, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, consideró que “la respuesta en Gaza ha sido excesiva”, en una inusual crítica a su aliado israelí por la arrolladora ofensiva que desató hace más de cuatro meses contra el movimiento islamista Hamás, que gobierna ese territorio de casi 2,4 millones de habitantes.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a más de 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
En respuesta, Israel lanzó una incesante campaña de bombardeos y operaciones terrestres contra Gaza, en las cuales murieron 27.947 personas, principalmente mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Las fuerzas israelíes concentraron inicialmente sus operaciones en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, y luego se desplazaron hacia Jan Yunis, más al sur.
No obstante, el miércoles pasado, Netanyahu ordenó preparar una ofensiva en Rafah, una localidad situada en el extremo sur del territorio, junto a la frontera cerrada con Egipto, donde se afincaron cerca de 1,3 millones de palestinos.
La cifra corresponde a más de la mitad de la población de la Franja de Gaza, por lo que se teme que una ofensiva militar provoque un baño de sangre.
El líder israelí “ordenó a las fuerzas y a los responsables de seguridad israelíes” entregarle un “plan combinado (...) para evacuar a la población y destruir los batallones de Hamás” en Rafah, según un comunicado de su oficina.
Sin embargo, el citado jefe de gobierno, que prometió “aniquilar” a Hamás, no está dispuesto a darle una tregua que buena parte de la comunidad internacional le reclama.
“Es imposible lograr el objetivo de la guerra sin eliminar a Hamás y dejando cuatro batallones de Hamás en Rafah”, argumentó. Para ello, es necesario que “los civiles evacúen las zonas de combate”, añadió el primer ministro.
Una precisión que llega después de que Estados Unidos advirtiera el jueves de que Rafah podía convertirse en un “desastre” humanitario y manifestara que no apoyaría una operación “sin planificación y sin reflexión” respecto al destino de los civiles.
‘Tragedia sin fin’. El jefe de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), Philippe Lazzarini, volvió a pedir un “alto el fuego humanitario” y advirtió igualmente de que cualquier ofensiva militar israelí en Rafah empeoraría la “tragedia sin fin” de la población.
“Si (Israel) realiza un ataque (terrestre) contra Rafah, moriremos en nuestras casas. No tenemos elección, no tenemos donde ir”, declaró Jaber Al Bardini, un habitante local, de 60 años.
“Si atacan Rafah, habrá matanzas y un genocidio. No sé si podremos huir a Egipto o si las masacres nos alcanzarán”, dijo Um Ahmed al Burai, una palestina de 59 años procedente de Al Shati, en el norte de la Franja.
En Jan Yunis, asediada desde hace varias semanas, las Fuerzas Armadas israelíes irrumpieron en el hospital Al Amal y “empezaron a registrarlo”, informó la Media Luna Roja palestina, que gestiona el establecimiento.
Alrededor de 40 desplazados, 80 pacientes y 100 empleados permanecían ayer en el recinto, que fue evacuado a principios de semana.
Aunque en teoría deban beneficiarse de una protección especial, en aplicación de las leyes de la guerra, los hospitales de Gaza han sido blanco frecuente de ataques desde que empezó el conflicto.
La guerra también exacerbó las tensiones en Líbano, Irak, Siria y Yemen, donde grupos apoyados por Irán han lanzado ataques en apoyo a Hamás, generando represalias de Israel, EE. UU. y sus aliados.
LOS PALESTINOS NO ABANDONARÁN SU TIERRA Y NO ACEPTARÁN QUE SE LOS DESPLACE DE SU PATRIA POR LA FUERZA”.
Mahmud Abás
Presidente de la autoridad Palestina