Pago tributario de sector bancario reflejará efectos por diferencial en tipo de cambio y ajustes en renta
La declaración de impuestos en el sector bancario estará influenciada este año por el tipo de cambio, que en el 2023 provocó una contracción en las utilidades de las entidades financieras. Además, será impactada por la entrada en vigor de la ley que sacó a Costa Rica de la lista negra de la Unión Europea (UE) de países no cooperantes en materia fiscal (Ley 10.381).
El año pasado, los 14 bancos que operan en el país tuvieron, en conjunto, una profundización de las pérdidas por diferencial cambiario, las cuales fueron de ¢126.143 millones. En el 2022, también hubo una pérdida, pero fue menor, ascendió a ¢68.367 millones, según los datos publicados por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
El tipo de cambio tiene un efecto relevante en el negocio de las entidades financieras, sobre todo en la banca privada, ya que un aumento en el precio del dólar genera ingresos, mientras que una disminución trae pérdidas que impactan en las utilidades.
La Ley del Impuesto a las Utilidades establece que las instituciones pagan 30% sobre sus ganancias, por lo que el movimiento del precio de la moneda extranjera afecta el monto sobre el cual se aplica la tasa, ya sea aumentando o disminuyendo el pago.
En el 2023, el efecto cambiario y el de tasas de interés provocaron la disminución en las ganancias bancarias de varias entidades y contrajo la base para calcular el impuesto sobre la renta.
En el 2022, el impacto adverso por diferencial cambiario fue menor, y se compensó por un mejor resultado por intermediación financiera y venta de servicios.
Otro actor relevante en el tema impositivo es la Dirección
General de Tributación (DGT), que establece reglas a los contribuyentes sobre los efectos cambiarios por medio de sus directrices.
Dos especialistas de firmas asesoras explicaron cómo es el tratamiento impositivo sobre las ganancias o pérdidas por tipo de cambio.
La DGT estableció, desde abril del 2022, que cada entidad deberá cuantificar el diferencial cambiario realizado al cierre de cada periodo fiscal.
“Tributación establece que todo aquel ingreso o gasto efectivamente realizado en una compañía genera un ingreso gravable o un gasto deducible”, explicó Fabio Salas, socio de Impuestos y Servicios Legales en Deloitte. Añadió que es necesario que una entidad financiera diferencie cuándo el movimiento en el precio de la divisa, a nivel contable, solo refleja la expresión en colones de un capital que está en dólares, pero la transacción no fue ejecutada.
Salas recalcó que englobar el efecto del diferencial cambiario en la totalidad de las finanzas de una empresa significaría pagar impuestos que no correspondan o generar un gasto deducible incorrecto.
A más tardar, el 15 de marzo, las personas físicas y jurídicas deben realizar la declaración y liquidación general del tributo de renta, abarcando la totalidad del periodo fiscal del 2023.
Deyver Mena, socio de Impuestos y Legal de Grant Thornton, comentó que el periodo fiscal 2023 se verá influenciado por la reforma que sacó al país de la lista negra de la UE porque el cambio legal aclaró que las rentas generadas en el extranjero, como las inversiones, no son gravables. Explicó que la modificación a la Ley del Impuesto sobre la Renta implica que de enero a setiembre las inversiones en el extranjero se incluirán para el pago de impuestos, pero de octubre a diciembre no.