Tome medidas para protegerse del calor en los meses venideros
Este inicio de año ha estado marcado en gran medida por el calor, a pesar de que ha habido ciertos días con temperaturas más bajas e incluso frentes fríos.
La segunda semana de febrero llegó con una mayor sensación de bochorno.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) reportó las temperaturas más altas en el Pacífico norte. En Palo Verde de Bagaces, Guanacaste, el termómetro llegó a marcar hasta 38,4 grados Celsius (°C).
Esto ocurre luego de que el 2023 fuera calificado por la NASA y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) como el año más caliente de la historia en el mundo. En Costa Rica, en agosto pasado, el IMN informó de que San José registró las temperaturas más altas en 80 años.
Además, el Meteorológico informó este martes de que los días de bochorno en Costa Rica seguirán hasta abril.
Las altas temperaturas obligan a tomar previsiones, pues aparte del sudor, el calor puede producir deshidratación, quemaduras en la piel, fatiga y debilitamiento.
En casos más graves, pueden darse golpes de calor o insolación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Cruz Roja Internacional y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) tienen guías para estas situaciones.
Según Craig Crandall, médico del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, hay dos formas en las que el cuerpo se regula cuando siente más calor del usual. La primera es el sudor y la segunda, aumentar la cantidad de sangre que fluye a la piel.
“El exceso de calor puede provocar hipertermia. La hipertermia leve puede causar molestias como calambres musculares o hinchazón en tobillos y pies”, destacaron los CDC.
Algunas personas sufren más con el calor. Por grupos de edad, están los bebés y niños pequeños, y los adultos mayores. En los más pequeños, porque la sensibilidad de la piel los hace más susceptibles a las altas temperaturas; en los mayores, porque la capacidad del cuerpo para enfriarse se hace más lenta a medida que se envejece.
También hay otras consecuencias, como agotamiento por calor. Se produce cuando el cuerpo ya no puede mantenerse fresco. Se manifiesta con mareos, náuseas, sed, debilidad o falta de coordinación.
En casos más graves ocurre un golpe de calor, cuyas manifestaciones incluyen piel rojiza y seca, dificultades para caminar, confusión o desorientación y desmayos.
La exposición continua al sol también aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Hidrátese. La hidratación es vital cuando más calor hace porque se suda más y el cuerpo se deshidrata con mayor facilidad.
Los riñones requieren de buena cantidad de líquido para eliminar sus desechos. Si no nos hidratamos con regularidad, estos van a concentrar la orina.
Hay dos parámetros para saber si estamos deshidratados: la sed y el color de la orina.
Para el momento en el que sentimos sed, la deshidratación ya comenzó. Si a esto se le añade la sensación de boca seca, es mayor la deshidratación.
Cuando la persona está bien hidratada, su orina es de color amarillo muy claro. Una orina oscura y con olor fuerte es señal de deshidratación.
Los especialistas recomiendan, además, vestir ropa de tela fresca y ligera, con protección UV si debe estar al sol. Si va a estar al aire libre, prefiera mangas largas y pantalones de tela ligera.
Otros consejos son:
• Manténgase a la sombra cuando esté al aire libre durante la luz solar máxima.
• Tome una ducha fría, o coloque toallas humedecidas en agua fría sobre la piel.
• Planifique hacer ejercicio más temprano o más tarde.
• Nunca deje a niños o mascotas dentro de un vehículo.