Putin suma victorias en Rusia y causa zozobra en Occidente
› baja en ayuda económica de EUA a Kiev aviva temores de dirigentes aliados
PARÍS. AFP. Ucrania perdió la ciudad de Avdiivka, el opositor ruso Alexéi Navalni falleció y la ayuda estadounidense a Ucrania pende de un hilo. El presidente ruso, Vladimir Putin, multiplica las victorias frente a un campo occidental dividido que trata de disimular su pesimismo.
La Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania), gran cita geopolítica y diplomática, cerró el domingo después de tres días de discusiones proactivas. Los intercambios revelaron también cierta desilusión.
Las economías occidentales sufren y las sanciones impuestas contra Moscú por su invasión a Ucrania no han dado hasta ahora los resultados esperados.
El Ejército ruso, en cambio, conserva una ventaja numérica en el frente este, mientras Europa ve con preocupación cómo la determinación de los aliados de Ucrania pierde fuerza.
Los participantes en la conferencia organizaron incluso una mesa redonda titulada “El cansancio en el campo de batalla: la victoria de Ucrania cueste lo que cueste”.
“Las cosas van mal”, escribió en la red social X el ministro de Relaciones Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis.
“Somos un libro abierto para nuestro adversario: claras líneas rojas de falta de compromiso, desacuerdos sobre la continuación del apoyo y una ceguera optimista ante riesgos crecientes”, añadió.
Los dirigentes occidentales siguen mostrando unidad dos años después de la invasión de la exrepública soviética, iniciada en febrero del 2022.
Pero, al mismo tiempo, dejan translucir temores ante la reducción de la ayuda estadounidense y la posibilidad de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca.
Ganar tiempo. En el trasfondo triunfa la idea de que quizás Putin tenía razón cuando afirmó, al comenzar la guerra, que el tiempo estaba de su lado.
El dirigente ruso “está ganando tiempo, pero eso lo sabíamos desde el principio”, explica Pierre Razoux, director académico de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos.
Putin “espera –y probablemente prepara– la elección de Donald Trump, lo que deberá reducir considerablemente el apoyo a Kiev”.
La posibilidad de que el expresidente republicano regrese al poder en Estados Unidos tras los comicios de noviembre genera preocupación.
Durante su primer mandato, Trump expresó varias veces su admiración hacia Putin. En julio, afirmó que, en caso de ser reelegido, sería capaz de poner fin al conflicto en Ucrania “en 24 horas”.
“Somos dependientes de Estados Unidos”, subrayó el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg.
“Es clave que Estados Unidos pueda tomar una decisión”, añadió, en referencia al bloqueo republicano del paquete de ayuda militar de $60.000 millones a Ucrania.
“Esto depende de los estadounidenses. No soy estadounidense, no voto en Estados Unidos”, sentenció por su parte el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, en buena posición para suceder a Stoltenberg. El primer ministro defendió que era necesario trabajar con el que llegue a la presidencia, sea quien sea.
Ambiente ‘muy sombrío’. Las guerras en Ucrania y entre Israel y Hamás en Gaza debían monopolizar la agenda, pero la muerte de Navalni en la cárcel, el viernes, trastocó las discusiones.
El principal opositor al Kremlin falleció repentinamente en una cárcel del Ártico, donde purgaba una pena de 19 años. La noticia dejó a los participantes a la conferencia de Múnich atónitos y provocó una ola de condenas.
Putin parece más fuerte que nunca y podría obligar a los occidentales a negociar para certificar sus avances territoriales en Ucrania.
Los vecinos de Rusia lo temen, pero “esto le convendría a los europeos del oeste y a quienes están bastante contentos con el paraguas de Estados Unidos y de la OTAN, y ven con angustia (...) la idea de un recrudecimiento de las tensiones, o incluso la perspectiva de un enfrentamiento con Rusia”, afirma Pierre Razoux.
Christian Mölling, del laboratorio de ideas alemán DGAP, aseguró que el ambiente era “muy sombrío” en la Conferencia de Múnich.
“Había mucha preocupación (...). Si Ucrania logra defenderse cada vez menos, significa que el mayor proyecto emprendido actualmente por los occidentales puede fracasar, y esto tendrá consecuencias considerables para nuestra seguridad”, dijo.
“DEBEMOS PREPARARNOS PARA UN LARGO PERIODO DE TENSIONES CON RUSIA, QUE INTENTARÁ AUMENTAR SUS PROVOCACIONES POLÍTICAS Y MILITARES”.
Josep Borrell
Jefe diplomático de Unión europea