Hermidio habla del mal que lo tuvo al borde de la muerte
› Exmundialista de italia 90 se niega a jugar fútbol por su condición
Hermidio Barrantes estuvo a punto de perder la vida. Fue hace 10 años y el exguardameta mundialista con la Selección de Costa Rica en la Copa del Mundo Italia 90, lo recuerda como si fuera ayer.
Salió bien librado, pero padece una enfermedad que lo obliga a medicarse diariamente y a evitar cualquier actividad que pueda provocarle un golpe o hematoma, ya que en caso de una herida, corre el riesgo de desangrarse.
Barrantes, quien trabaja en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) desde el 2002, año en que se retiró jugando con Limonense, le comentó a La Nación que en el 2014 una trombosis (afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena profunda) le cambió la vida por completo.
“Quedé anticoagulado de por vida. No puedo golpearme ni cortarme. Ni siquiera hacer ejercicio, como dicen, estoy quieto en primera base”, dijo Hermidio, quien añadió que tras salir del hospital, luego de 17 días internado, el doctor le indicó que es muy peligroso que volviera a practicar fútbol, aunque fuera por diversión.
“Por ejemplo, si recibo un codazo y me rompen la ceja o el pómulo, me iría en sangre, porque la sangre está muy rala. También, si me tuerzo un tobillo, la inflamación sería tres veces mayor que la de alguien que no tiene mi problema e incluso necesitaría una operación”, indicó.
El exportero resaltó que la trombosis es una deficiencia de sangre en el cuerpo, o que la sangre no regula bien y se espesa. A él se le pueden formar coágulos dentro del cuerpo. La primera vez que se le presentó fue en la vena porta (vena gruesa que está entre los músculos de la superficie interior del hígado) y un año después, en la arteria femoral de la pierna derecha.
“La enfermedad es congénita y se me despertó después de varios tratamientos que he tenido. Creo que seguramente fue por eso que se me activó y me tuvo al borde de la muerte, pero gracias a Dios, a los doctores y a todo el personal del Hospital México, sigo con vida”, manifestó.
Hermidio participó el sábado pasado en una actividad benéfica para el exfutbolista Edwin Sarapiquí Salazar, quien padece cáncer. El exarquero no jugó en los partidos que se llevaron a cabo, estuvo como espectador y compartió detalles de su vida actual.
“Tengo que tomar anticoagulantes todos los días, se trata de warfarina que me sirve para mantener el nivel de coagulación en la sangre”, dijo el exfutblista de 59 años.
Además, señaló que todavía la gente lo reconoce cuando lo ve en la calle, le dicen que es el mismo de siempre, que no envejece, pero entre risas señaló: “Yo sí me veo más viejillo”.
El exarquero, que en Primera División tuvo 396 apariciones con clubes como Puntarenas, Herediano, Cartaginés y Saprissa, aseguró que no asiste a los estadios. De vez en cuando, ve los partidos por televisión, pero hace mucho tiempo el fútbol dejó de ser una prioridad para él.
A pesar de que ve el fútbol cuando puede, Hermidio tiene criterio para opinar sobre los arqueros actuales, destacando a Kevin Chamorro, de Saprissa; Leonel Moreira, de Alajuelense; y Kevin Briceño, de Cartaginés.
“Antes salían más porteros y muy buenos. El nivel era más alto y competitivo, y se veía en las convocatorias a la Selección, estaban Alexis Rojas, Álvaro Mesén, Marco Rojas, Alejandro González, Jorge Arturo Hidalgo, Miguel Segura, Gabelo Conejo. Los entrenadores tenían de dónde escoger; ahora se sigue dependiendo de Keylor Navas”, destacó.