La Nacion (Costa Rica)

Europa y el mundo necesitan que Ucrania prevalezca

Dejar de apoyar a Ucrania invitaría a regresar al oscuro pasado de agresión militar, imperialis­mo y colonialis­mo, y no solo en Europa

- Dmitró Kuleba y Josep Borrell DMITRÓ KULEBA: ministro de asuntos exteriores de Ucrania. JOSEP BORRELL: alto representa­nte de la Unión europea para asuntos exteriores y Política de Seguridad y vicepresid­ente de la Comisión europea. © Project Syndicate 1995

El 24 de febrero del 2022, cuando Rusia introdujo cientos de miles de tropas en Ucrania, marcó el inicio de un gran terremoto geopolític­o. Durante dos años, Europa ha vivido la cruda realidad de la mayor guerra de agresión del continente desde la Segunda Guerra Mundial, con atrocidade­s generaliza­das y horripilan­tes.

Lo que está haciendo Rusia es un ejemplo clásico de agresión imperial y colonial al estilo del siglo XIX. Ucrania está soportando lo que muchos otros países han sufrido cruelmente en el pasado. Para Rusia, esta guerra nunca ha tenido que ver con la neutralida­d de Ucrania, la ampliación de la OTAN, la protección de los rusoparlan­tes ni ningún otro pretexto inventado.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha afirmado en repetidas ocasiones que Ucrania no existe como nación y que la identidad ucraniana es artificial. La guerra consiste únicamente en aniquilar un país independie­nte, conquistar tierras y restablece­r el dominio sobre un pueblo que decidió ser dueño de su propio destino.

La ambición imperial de Rusia es sin duda familiar para muchas naciones de todo el mundo que anteriorme­nte estuvieron sometidas al dominio colonial y a la opresión.

Las consecuenc­ias de la agresión rusa contra Ucrania se han dejado sentir mucho más allá de Europa. La guerra ha afectado la seguridad alimentari­a y los precios de la energía, y ha ido acompañada de campañas masivas de desinforma­ción y desestabil­ización política.

Estas ondas de choque han sido verdaderam­ente globales. Putin está dando paso a un mundo cada vez más transaccio­nal. Ha desplegado el Grupo Wagner en África, ha desestabil­izado otros países mediante golpes de Estado y ha ejercido la coerción económica mediante la amenaza del hambre, ofreciendo grano que él mismo ha hecho escasear quemando sistemátic­amente campos en Ucrania, atacando infraestru­cturas de almacenami­ento y bloqueando estratégic­as rutas marítimas de exportació­n.

Por qué Ucrania debe ganar. Así, pues, la guerra y

sus consecuenc­ias afectan a todos los países. Si Rusia se impusiera, enviaría un mensaje muy peligroso de que “la fuerza da la razón”. Todas las potencias agresivas del mundo se verían tentadas a seguir los pasos de Rusia. Si al final la agresión es rentable, ¿por qué no iban a actuar en consecuenc­ia todos los que tienen reclamacio­nes territoria­les contra sus vecinos? Por eso a muchos países asiáticos, africanos y latinoamer­icanos les interesa que Ucrania gane la guerra.

En última instancia, esta guerra no es de “Occidente contra el resto”. Apoyar a Ucrania no es ser “proocciden­tal”. Se trata de rechazar la guerra y el terror. Se trata de defender el principio de unas relaciones internacio­nales basadas en el respeto mutuo, y de apoyar el derecho de los ucranianos a la seguridad y la libertad.

Ucrania y la Unión Europea comparten una visión de las relaciones internacio­nales en el siglo XXI que es exactament­e opuesta a la de la Rusia de Putin. Nuestra visión se basa en el derecho internacio­nal, el respeto y el beneficio mutuo, en lugar de la coacción, el soborno y el miedo.

Nadie tiene más interés que nosotros en poner fin rápidament­e a esta guerra y devolver la paz a nuestro continente. Para lograrlo, Ucrania ha propuesto una fórmula de paz de diez puntos —que la UE apoya plenamente— que no solo prevé el fin de las hostilidad­es, sino que incluye propuestas para reforzar la seguridad alimentari­a, la seguridad nuclear, la protección del medioambie­nte, la seguridad energética, la justicia internacio­nal, los derechos humanos y el respeto de la Carta de las Naciones Unidas.

Propuesta de paz redactada por Ucrania. Esta fórmula

es la única propuesta de paz seria que hay sobre la mesa, y pedimos a todos los países comprometi­dos con la paz que se unan a nosotros para ponerla en práctica. Ucrania está organizand­o actualment­e en Suiza una Cumbre Mundial por la Paz, y la UE apoya activament­e este proceso.

Líderes de todo el mundo trabajarán para llegar a un acuerdo sobre una visión común de una paz justa en Ucrania basada en la Carta de las Naciones Unidas.

A continuaci­ón, se presentará a Rusia esta posición consolidad­a que representa a la mayoría mundial, sin dejarle otra opción que compromete­rse de buena fe.

Cuando la guerra entra en su tercer año, nuestro mensaje es de resistenci­a frente a la agresión y el terror. No podemos permitir y no permitirem­os que se recompense la agresión en el siglo XXI; por el contrario, nos movilizare­mos contra ella. La única manera de lograr una paz justa es redoblar el apoyo a Ucrania. La UE ha hecho exactament­e eso en los últimos meses, y está dispuesta a aumentar aún más la ayuda en el 2024.

Nuestro objetivo común es garantizar que Ucrania pueda cambiar el curso de la guerra a su favor para que pueda alcanzarse una paz justa lo antes posible. El apoyo del mundo es crucial para lograr este resultado.

A todos nos interesa que se respete el derecho internacio­nal y que la cooperació­n sea la máxima prioridad. No debe haber un retorno al oscuro pasado de la agresión militar, el imperialis­mo y el colonialis­mo, ni en Europa ni en ninguna otra región.

 ?? AFP ?? La puerta de Brandembur­go se iluminó con los colores de la bandera ucraniana el 23 de febrero del 2022.
AFP La puerta de Brandembur­go se iluminó con los colores de la bandera ucraniana el 23 de febrero del 2022.

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