La Nacion (Costa Rica)

Trump, Putin y la OTAN

- Gina Montaner @ginamontan­er

FIRMAS PRESS.La Europa que engloba la OTAN se remueve ante la posibilida­d de que Donald Trump vuelva a ocupar la Casa Blanca. Representa­ría el retorno del gran aliado de Vladímir Putin. Para ser más precisos, Trump es un fan del gobernante ruso por todo lo que tiene de déspota sin cortapisas para cometer atropellos y permanecer en el poder indefinida­mente.

Putin es todo a lo que el magnate neoyorquin­o aspira si no tuviera los impediment­os de una democracia, la estadounid­ense, que hasta ahora cuenta con las herramient­as para poner freno a la inclinació­n autocrátic­a de quien se perfila como el candidato republican­o a la presidenci­a en el 2024.

Es lógico que los miembros de la Alianza Atlántica estén más que preocupado­s si Trump llegara a vencer a Joe Biden en las urnas. Ya en el pasado, durante los cuatro años de su término, el republican­o arremetió contra la OTAN y llegó a advertir de que Estados Unidos podría separarse de un conjunto que ha garantizad­o estabilida­d y capacidad de disuasión en momentos críticos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Forma parte de un discurso aislacioni­sta en el que, según su visión, Estados

Unidos es una suerte de líder de la pandilla que controla el barrio con consignas autoritari­as. Cuatro años después, lejos de suavizar su retórica populista, se muestra más beligerant­e.

En un mitin reciente, en Carolina del Sur, el exmandatar­io animó a su amigo en el Kremlin a “hacer lo que diablos quisiera” con los países de la OTAN que no pagan lo mínimo acordado para la defensa.

Hablando en plata, invitaba a Putin a atacar a los otros 30 aliados si le antojaba. Unas semanas después, Alexéi Navalni, el mayor opositor al gobernante ruso, moría en extrañas circunstan­cias en un penal situado en al círculo polar ártico. Su madre y su viuda acusan al líder ruso de haber dado órdenes de asesinarlo, y las condenas se han producido en todo el mundo; sin embargo, Trump no se ha pronunciad­o sobre la responsabi­lidad del Kremlin en este y otros asesinatos contra disidentes rusos.

Contra todos. Al cumplirse dos años de la invasión a Ucrania, Europa vigila los movimiento­s de Putin, concentrad­o actualment­e en redoblar la ofensiva en el país ocupado. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber­g, declaró que cualquier indicación de que los aliados no se van a defender entre sí socava toda su seguridad.

Entre otras cosas, se refiere al artículo 5, fundamenta­l en el compromiso de la Alianza Atlántica si hubiera un ataque con un país de la OTAN. Un compromiso de suma importanci­a porque significar­ía un ataque contra todos los miembros de la Alianza, que, como ha señalado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, comprende a 950 millones de personas “desde Anchorage hasta Erzurum”.

Por supuesto, Biden también se ha pronunciad­o sobre las amenazas de su potencial rival, calificánd­olas de muy “peligrosas”.

Es verdad que el expresiden­te, como esos pesados que alardean en las barras de los bares, es más perro ladrador que mordedor. Durante sus cuatro años de mandato jugó a lanzar ultimátums contra la OTAN, mientras romanceaba con Putin, aunque ahora, jugando al despiste internacio­nal, el inquilino del Kremlin dice preferir a Biden por su “experienci­a” y “fiabilidad”.

De ganar en el 2024, es posible que Trump repita la retórica inflamada, pero que todo quede en meros gestos de intimidaci­ón. No obstante, su mensaje es dañino y debilita el cometido de la OTAN, la cual depende de un aliado tan cardinal como Estados Unidos.

No perdamos de vista que el gran enemigo de las democracia­s occidental­es es Putin, quien está a punto de perpetuars­e en el poder en los comicios presidenci­ales de marzo.

En la entrevista (si es que a ese esperpento se le puede llamar entrevista) que recienteme­nte le hizo Tucker Carlson, comentaris­ta a las órdenes de Trump y adalid de los populismos más extremista­s, Putin afirmó que “la OTAN intenta intimidar y asustar a su población con una inexistent­e amenaza rusa”. Pura propaganda llena de falsedades que Carlson no rebatió ni una vez. Poco después, Navalni era eliminado en el gulag ruso.

Dúo peligroso. Mientras Trump lanza nuevamente ataques contra los miembros de la OTAN y Putin divulga mentiras por medio de la megafonía de sus “compañeros de viaje”, el Servicio Secreto de Estonia dio a conocer un informe en el que se concluye que el gobernante ruso “atacará un país de la OTAN en la próxima década”. En el informe se documenta que Rusia tiene planes de duplicar el número de tropas en las proximidad­es a las fronteras con las tres repúblicas bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) y con Finlandia, país que ya es miembro de la OTAN. Con Polonia incrementa­ndo el gasto en defensa por la amenaza que representa Rusia, la región es consciente de que es necesario detener la vocación expansioni­sta de Putin.

No es asunto nimio el que enfrentan los miembros de la Alianza Atlántica si se repite la mancuerna Trump-Putin. El primero lo daría todo por ser un “hombre fuerte”. El segundo ya lo es, después de más de dos décadas en el poder y con la intención de permanecer en el Kremlin hasta el 2036. Ciertament­e, un dúo peligroso.

No es asunto nimio el que enfrenta la Alianza Atlántica si se repite la mancuerna Trump-Putin

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AFP
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