El inacabable Jonathan McDonald anota triplete
Inacabable. Jonathan McDonald corre, presiona, lucha y anota. A los 36 años, cuando los atacantes van de salida, él se da el lujo de tres goles.
No lo hace solo, por supuesto, sino como el último protagonista de un San Carlos atrevido, sublíder del campeonato contra todos los pronósticos, luego del 4 a 0 de este martes sobre el Santos.
La escuadra de Luis Marín disputa cada pelota, abre juego por las bandas, saca centros efectivos. Sabe tocar, asociarse. Sabe también cómo defenderse con todo -innecesario ante Santos-.
Al final, el libreto termina en McDonald, anotador de un triplete que cualquier equipo se desearía; hasta Alajuelense y Saprissa, no pocas veces frustrados de tanto dominio sin gol.
Dirán que no, que su tiempo ya pasó, pero no sobran los goleadores como él. Con derecha uno, con cabeza dos, con izquierda... Bueno, con izquierda, no. Su remate de zurda desde fuera del área dio en el ángulo y quedó en mera anécdota, como la bola que se le escapó de las manos al arquero Luis Barrientos – en el gol de Wílmer Azofeifa– o el simulacro de penal a lo Panenka que Brian Martínez regaló al cancerbero.
McDonald, en su versión 3.0, conserva mucho de sus mejores tiempos, pero sin aquellos frecuentes desenfoques que lo sacaban del partido y lo vestían de villano. Ahora hasta aprendió a “tragar veneno y convertirlo en gasolina”, según la frase por él utilizada al final del juego en declaraciones a Tigo Sports. Ya no lo inquieta lo que digan. Tampoco ser ignorado para toda Selección Nacional cuando no abundan los goleadores.
“Ese barco ya partió”, expresa. ■