Amenazas persisten en zona de deslizamiento en Aguas Zarcas
› A raíz de inestabilidad, funcionarios municipales y de otras instituciones visitan la montaña
Siete meses después de las enormes avalanchas en Aguas Zarcas, las amenazas en la zona continúan.
La alcaldesa de San Carlos, Karol Salas, confirmó que persisten las grietas en los terrenos alrededor del deslizamiento principal, donde una gran masa de terreno quedó inestable tras el colapso de unas 70 hectáreas, en julio del 2023.
Salas resaltó que, con el empuje frío N.° 18, el 21 de febrero pasado, aumentó el caudal del río Aguas Zarcas y descendió material desde la región afectada, lo que provocó que las aguas bajaran sumamente turbias.
Lidier Esquivel, geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), confirmó que en esos días se reportaron crecidas y flujos de lodo que bajaron por el cauce, pero no hubo desbordamientos ni daños a estructuras, por lo que no fue necesario evacuar a nadie.
Debido a esta inestabilidad, funcionarios municipales y de otras instituciones realizan visitas quincenales a la montaña, a veces acompañados por un geólogo de la CNE.
El funcionario detalló que en los últimos meses han emitido alertas e instrucciones directas a los comités comunales de Aguas Zarcas y regiones aledañas, cada vez que las condiciones lluviosas han arreciado.
Hasta ahora, la incidencia por lluvias ha sido entre baja y moderada, pero mantienen un seguimiento muy cercano a la cuenca.
Agregó que el estudio en profundidad gestionado por la Comisión en la zona sigue adelante e incluye un modelo a escala muy precisa del deslizamiento ocurrido y el sitio de impacto.
El estudio abarca aspectos geológicos y geotécnicos de la parte alta y busca proporcionar nuevas luces sobre el posible rumbo que tomarían las avalanchas de lodo, detritos y troncos que podrían descender por el cauce durante un evento extremo.
El experto sostuvo que, por ahora, siguen vigentes las restricciones recomendadas el año pasado sobre zonas para uso exclusivo de agricultura y ganadería, así como el desalojo de casas que estaban en regiones de alto riesgo.
En los próximos meses, una vez que se cuente con los nuevos análisis, la entidad definirá posibles cambios en cuanto a las recomendaciones iniciales.
En medio de dudas sobre los primeros informes de la Comisión, varias familias también han gestionado un estudio aparte, valorado en aproximadamente ¢12 millones, que financiaron de forma privada, para determinar si deben abandonar algunas fincas que, según la institución, están en zona de riesgo.
Estricta vigilancia. Por su parte, la Comisión Municipal de Emergencias continúa avanzando con sus acciones preventivas, a pesar de algunos cuestionamientos por parte de regidores sobre la delimitación de las zonas de riesgo alto, moderado y bajo, definidas por la CNE.
La alcaldesa dijo que desconoce las gestiones que lleva adelante el geólogo Allan Astorga, contratado por los residentes locales. En cambio, recordó que a finales del 2023, la Comisión aprobó un plan de inversión a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes para realizar estudios técnicos detallados, tal como lo mencionó el geólogo.
Estos estudios, valorados en unos ¢200 millones, determinarán las acciones que cada institución debe emprender a lo largo de la cuenca y definirán con más precisión las zonas de riesgo.
Si bien algunas de las 23 órdenes de desalojo emitidas el año pasado por el Ministerio de Salud han sido acatadas parcialmente por algunos vecinos que abandonaron sus hogares, otros solicitaron más tiempo.
Aarón Vargas y Nicole Mora, miembros de dos de las familias afectadas por las órdenes sanitarias, están a la espera de los resultados del estudio privado de Astorga, que estará listo en dos semanas, así como del nuevo estudio financiado por la CNE, para tomar una decisión sobre su permanencia en la zona.
Mora expresó que, si el análisis de Astorga concluye que sus vidas corren peligro, no dudarán en irse, pero, de lo contrario, permanecerán en su hogar.
Mientras tanto, las instituciones involucradas continúan con revisiones y monitoreo del río y de la parte alta de la montaña, para completar gradualmente el sistema de alerta temprana.
En agosto pasado se instaló una estación meteorológica que proporciona datos en línea sobre las precipitaciones en la zona.
Más sirenas y un sensor. Días atrás se llevaron a cabo pruebas con una sirena donada por Coopelesca a la Municipalidad para alertar a las comunidades cercanas al río, en caso de emergencia.
Durante estas pruebas, se evaluó su alcance, y se detectó la necesidad de instalar otro dispositivo en la calle Hernández, de Aguas Zarcas, para asegurar una cobertura adecuada.
La jerarca anunció la próxima instalación de un sensor donado por la empresa Coneléctricas.
Además, en marzo, la CNE retomará la capacitación con los residentes de las zonas de riesgo sobre los nuevos sistemas de alerta y evacuación a zonas seguras.
Aguas Zarcas es el segundo distrito en importancia de San Carlos, después de Ciudad Quesada. Su población supera los 26.000 habitantes, los que se dedican principalmente al campo agropecuario, con énfasis en las granjas avícolas y el cultivo de tubérculos.