Fuerza Pública descarta reforzar vigilancia en Hatillo luego de dobles homicidios
› Director señala que hay operaciones activas en varios puntos del distrito
La Fuerza Pública descarta reforzar la vigilancia policial en Hatillo luego de una seguidilla de dobles homicidios registrados en un lapso de tres días en ese populoso distrito del cantón Central de San José.
“Tenemos operaciones en distintos puntos, porque Hatillo es grandísimo; hay lugares donde tenemos identificados puntos de venta de droga, que es donde se pueden dar problemas entre consumidores y vendedores”, indicó Marlon Cubillo, director de ese cuerpo policial.
Cubillo detalló que en la zona hay al menos 50 oficiales distribuidos en roles y, adicionalmente, el Grupo de Apoyo Operacional (GAO) cuenta con al menos 40 efectivos, además de otros colaboradores encargados de los trabajos de inteligencia.
No obstante, la presencia policial no impidió que, en menos de 72 horas, se dieran dos dobles homicidios en Hatillo 6.
El primero tuvo lugar la madrugada del martes anterior, cuando individuos engañaron a un hombre y una mujer para que llegaran en vehículo a una calle, donde dos agresores los acribillaron a balazos.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo identificó a él con el apellido Hernández, de 33 años, y a la mujer, Redondo, de 35. Aparentemente, las víctimas fueron citadas con el pretexto de que les pagarían un dinero que les debían.
Dos días después, la tarde del jueves, dos sujetos, identificados con los apellidos Benavides, de 38 años, y Castro, de 39, murieron por impactos de bala a la orilla de un río en Hatillo 6.
Testigos relataron que ambos individuos fueron llevados al sitio por dos hombres encapuchados, que les dispararon varias veces para luego huir del lugar.
Según datos de la Policía Judicial, hasta las 6 p. m. de este viernes, la provincia de San José contabilizaba un total de 39 homicidios dolosos este año. Esto es un caso más respecto al mismo periodo del 2023.
El jerarca declinó comentar sobre los recientes hechos. No obstante, sostuvo que los asesinatos son consecuencia de las problemáticas sociales en las comunidades, las cuales facilitan la formación de estructuras criminales.
El máximo funcionario de la Fuerza Pública destacó que, además de los operativos en el sur de San José, se desplegaron oficiales en Pavas, La Carpio, Guadalupe y Limón.
En esta última provincia se acumulan 37 homicidios dolosos en lo que va del año, y cinco de estos crímenes fueron en la última semana.
Recursos. El exministro de Seguridad, Gustavo Mata, explicó a La Nación que la decisión de no reforzar la presencia policial en Hatillo también obedece a la falta de recursos con los que las autoridades deben lidiar.
En una consulta previa, el actual jerarca de esa cartera, Mario Zamora, recalcó que un total de 1.500 policías se integrarán este año a la Fuerza Pública; sin embargo, en criterio de Mata, esta cantidad no será suficiente para combatir el crimen organizado.
“En 84 cantones y distribuidos por turno, no van a alcanzar. Según los estándares internacionales, se necesitan 4,1 policías por cada 1.000 habitantes. Si hacemos la conversión, en Costa Rica se requieren 21.000 policías. Actualmente, tenemos 14.000 y no todos están en las calles”, aseguró el experto.
Respecto a la situación en Hatillo, el exjerarca subrayó la importancia de entender que el mercado del narcotráfico es amplio y generalmente opera mediante minicarteles, mayormente dirigidos por costarricenses, que a su vez colaboran con grupos mexicanos y colombianos.
En Hatillo y otros lugares que registran un aumento de la criminalidad, operan varios minicarteles que establecen búnkeres de droga, los cuales les generan al menos ¢1 millón al día, argumentó el exministro.
Simultáneamente, estos grupos compiten con otras pequeñas agrupaciones por territorios, lo que deriva en enfrentamientos y homicidios. En algunos casos, las víctimas son menores de edad; los narcoslos convencen de trabajar con ellos y acceden por la fácil obtención de dinero.
“Cuando logran organizar un grupo en los diferentes distritos y montar varios búnkeres, reciben al día entre ¢8 millones y ¢10 millones. Esa es la capacidad que tienen y esa es la razón por la que se están matando en las calles”, explicó Mata. “No son pesetas”, enfatizó.
También expresó que a los narcotraficantes internacionales realmente no les importa el mercado nacional, sino que desean que los minicarteles que trabajan para ellos se fortalezcan para ser la bodega en Costa Rica y, posteriormente, distribuir la droga a Guatemala, México, Estados Unidos y países de Europa.