‘Este era el trago más amargo; no hemos detenido la operación’
Óscar Hidalgo, gerente de Cs Ahorro y Crédito deterioro en la cartera de crédito obligó a entidad a modificar la estrategia del negocio
Óscar Hidalgo, gerente general de CS Ahorro y Crédito, afirmó que el shock sufrido en la cooperativa por la pérdida de ¢26.975 millones en el 2023 es un evento que no puede volver a ocurrir. La caída responde al deterioro de una parte de los préstamos de consumo que la entidad tuvo que respaldar con recursos del patrimonio.
Hidalgo, quien lleva más de dos décadas de laborar en la entidad, explicó ayer a La Nación que, entre las acciones tomadas, modificaron el apetito de riesgo crediticio e iniciarán un proceso de cobro más activo a deudores y no descartan la venta de la cartera de préstamos con mayores problemas.
Este diario reveló que Coopeservidores, como se le conocía, debió revertir las ganancias del 2023 para reflejar una millonaria pérdida que se cubrió con el patrimonio de la entidad.
––¿Por qué se dio el ajuste en la utilidad a raíz del deterioro en la cartera de crédito?
—Después de la pandemia había un grupo de personas y familias más afectadas. Empezamos a evaluar cuál era la situación y llegó un momento en el que tuvimos que decidir que lo mejor era tener una mayor protección. Esto implicaba una mayor cantidad de estimaciones, por lo que en el 2023 se concentró el ajuste para reforzar la estimación por incobrables. Esto es un gasto y se refleja en el resultado del periodo.
––En los estados financieros, se revela que la Sugef revisaba la información que la entidad envía sobre créditos. ¿Qué pasó?
—Se estaba produciendo un mayor deterioro en un grupo de créditos de consumo, que es la principal línea de negocios, y ahí teníamos que valorar mejor la situación para adaptarnos a la nueva normativa de estimaciones, lo cual se refleja en el resultado.
”Ese es el impacto y quedaríamos completamente cubiertos desde el punto de vista de la cartera de crédito, y con las reservas suficientes. La suficiencia patrimonial ya mejoró, pasó de 11,11% (en diciembre del 2023) a 11,31% (en enero del 2024).
”Mantenemos una normalidad y tenemos resultados positivos en enero y febrero para ir cubriendo; espero que a corto plazo tengamos las estimaciones subsanadas (...) sin afectar los intereses de los ahorrantes y los inversionistas. Sí mantenemos la solvencia, hemos hecho planes (de corrección)”.
––¿El trago amargo ya se superó?
—Sí. Siento que este era el trago más amargo; no hemos detenido la operación para nada.
”Tuvimos que tomar este trago y seguir adelante, como un sector consolidado que puede hacer las cosas mejor”.
––La estimación se hizo contra patrimonio. ¿Qué implicaciones tiene para los asociados?
—Para los asociados y los inversionistas, no tiene ninguna repercusión. No se verá afectado su capital, ya que contamos con estas reservas legales e institucionales de periodos anteriores, precisamente para proteger los intereses de los ahorrantes. Con la recuperación que tenemos, retomaremos para poder devolverles los excedentes.
––Pero del periodo 2023 no habrá excedentes, porque el resultado fue negativo.
—Sí, para la distribución no. Pero no hay impacto para la afectación directamente del capital de ellos.
––¿Las operaciones deterioradas fueron bien otorgadas?
—Al originar el crédito seguimos políticas, procedimientos y un marco de gestión para el otorgamiento que pasa por filtros correspondientes. Evaluamos
la capacidad de pago, historial crediticio, entre otros aspectos. En el momento del otorgamiento, que hemos revisado, se cumplió con estos procedimientos y políticas adecuados
”Luego, conforme observamos comportamientos de personas y sectores, se pueden ajustar las condiciones para tal vez endurecerlas, pero la originación (sic) se mantuvo dentro del marco establecido”.
“No estamos intervenidos, no estamos en irregularidad y los planes los hemos discutido con la Superintendencia”.
––¿Cómo se dio un mal registro de categoría de riesgo de deudores? Con el ajuste, casi 19% del total de la cartera pasó a C1 (20 días de atraso en los pagos), pero previamente era el 1,5%. Subió en ¢100.000 millones.
—Hay un grupo de deudores que pudo haber experimentado un mayor deterioro, lo cual lleva a la reclasificación y ubicación en esa categoría, considerando la posibilidad de recuperación de la cartera. El ajuste en la clasificación tiene, sin duda, un gran impacto.
”La nueva normativa (de estimaciones) es más severa; por eso decidimos hacer el ajuste de una vez, para no esperar otro impacto. Ahora tenemos una cobertura adecuada. Las estimaciones están completas y tenemos las reservas para cubrir, y a pesar de todo esto, mantenemos la normalidad. La Sugef ya tiene en su conocimiento nuestros planes.
––¿Serán más rigurosos en la gestión de cobro y otorgamiento de créditos?
—La gestión de cobros, tanto en el sector privado como en el público, se ha vuelto necesaria, especialmente por las reformas en el sector público relacionadas con el salario mínimo (inembargable) y la situación de endeudamiento en ambos sectores. El crecimiento en la línea de crédito de consumo indudablemente se verá disminuido. El apetito por el riesgo.
––¿El Consejo de Administración ya modificó el apetito de riesgo crediticio?
—Esto ya se ha considerado para este año. El plan estratégico está enfocado en diversificar la cartera e incluso, en ciertos casos, no crecer más. Principalmente se trata de mantener, diversificar y reducir el riesgo en la cartera de consumo.
––¿Qué acciones se tomará con los deudores reclasificados en una peor categoría de riesgo?
—Esto forma parte del plan (remedial). También hemos observado una reintegración de personas al mercado laboral para poder realizar sus pagos. Sin embargo, se requerirán otras condiciones para estos casos.