Suecia ingresa a la OTAN tras 2 años de tortuosa diplomacia
rusia prometió ‘contramedidas’ por entrada del país a la alianza militar
WASHINGTON. Suecia se convirtió este jueves en el 32.º miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en pleno conflicto en Ucrania y poniendo fin a dos siglos de no alineamiento oficial y dos años de tortuosa diplomacia.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, de visita en Washington, entregó en una ceremonia oficial al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, los documentos de ratificación, tras una dura batalla para conseguir la aprobación de los otros 31 miembros de la alianza militar.
“Las cosas buenas ocurren a aquellos que esperan”, dijo Blinken al aceptar los certificados y calificar la adhesión sueca como una muestra de la “debacle histórica” rusa.
Kristersson calificó el ingreso de su país a la Organización, formada en la Guerra
Fría para hacer frente a la por entonces Unión Soviética, como “una victoria para la libertad”.
Los suecos lanzaron su postulación para integrar la alianza en mayo del 2022, después de la invasión rusa a Ucrania. Lo hizo al mismo tiempo que Finlandia, que fue admitida en abril del 2023.
La adhesión fue saludada por el presidente estadounidense, Joe Biden.
“Cuando (el presidente ruso Vladimir) Putin lanzó su brutal guerra de agresión contra el pueblo de Ucrania, pensó que podría debilitar a Europa y dividir a la OTAN.
”Con el ingreso de Suecia, el órgano se vuelve más unido, más dinámico y más fuerte que nunca”, afirmó en un comunicado.
Las fuerzas armadas suecas tienen 50.000 soldados, de los cuales cerca de la mitad son reservistas. Kristersson declaró en enero que su país está dispuesto a proveer tropas a las fuerzas de la OTAN en Letonia (país fronterizo con Rusia).
Moscú prometió “contramedidas” por el ingreso de Suecia en el organismo, especialmente si efectivos militares y equipos de la entidad se despliegan en ese país.
La entrada de Suecia implica para Moscú que el mar Báltico está ahora rodeado de países miembros de la alianza, y algunos analistas lo describen como un “lago de la OTAN”.
“Suecia ocupará ahora el lugar que le corresponde en la mesa de la OTAN, con voz y voto en igualdad de condiciones a la hora de dar forma a las políticas y decisiones”, expresó el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
“Tras más de 200 años de no alineamiento, Suecia disfruta ahora de la protección que le otorga el artículo 5, la máxima garantía de libertad y seguridad de los aliados”, dijo.
Se espera que la bandera azul y amarillo dorado de Suecia sea izada el lunes en la sede de la OTAN, en Bruselas.
La candidatura sueca se había estancado debido a la firme presión de Turquía, que exigió que Estocolmo, conocida por sus políticas liberales de asilo, actuara contra los militantes kurdos que han hecho campaña contra Ankara.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, exigió que se tomaran medidas después de que unos manifestantes, amparándose en las leyes suecas sobre libertad de expresión, profanaran el libro sagrado del islam, el Corán.