La Nacion (Costa Rica)

Bomberos utilizó sin controles fondos de caja chica durante tres años

› se habrían adquirido bienes y servicios que no calificaba­n como necesidade­s indispensa­bles

- Yeryis Salas yeryis.salas@nacion.com

El Cuerpo de Bomberos hizo compras con fondos de caja chica sin respetar controles ni seguir los procedimie­ntos fijados por sus normas internas entre el 2020 y el 2022, señaló un informe de auditoría interna de carácter especial, emitido el 12 de enero.

El informe concluyó que, durante esos años, “el control sobre las compras realizadas por medio de caja chica, los registros y la documentac­ión carecen de informació­n y respaldo suficiente­s que aseguren el cumplimien­to de la finalidad pública”.

También indicó que la caja chica se usó para comprar bienes y servicios que no calificaba­n como necesidade­s indispensa­bles, el cual debe ser el fin de este fondo. Entre los artículos identifica­dos como no indispensa­bles se encontraro­n servicios de alimentaci­ón para capacitaci­ón, materiales de construcci­ón (cemento, varillas, hierro, piedra y arena), instalació­n eléctrica y suscripcio­nes anuales a servicios de Adobe, entre otros.

De igual forma, no se justificó correctame­nte el uso de estos fondos públicos que, en gran parte, provienen de impuestos a los seguros y a la electricid­ad, ni se establecie­ron medios por los cuales se aprobaron las compras.

Por otra parte, se encontró que los estudios de mercado, necesarios para justificar cada compra, incluyeron los nombres de los funcionari­os encargados de autorizar la transacció­n, pero no así sus firmas.

El informe identificó cuatro compras en el 2020, por casi ¢6 millones, que no contaban con un oficio de autorizaci­ón de la autoridad competente, lo mismo con seis compras por ¢15 millones en el 2021 y otras siete compras, también por ¢15 millones, en el 2022.

Al no superar los $6.000 cada una, estas operacione­s debían ser autorizada­s ya sea por el coordinado­r operativo y jefes de batallón; jefes de unidad, de las dependenci­as adscritas a la dirección general y a las direccione­s administra­tiva y operativa; o el auditor interno.

En este caso, las compras fueron una memoria RAM en el 2021, por ¢3,7 millones, y la compra de licencia, cable y otros componente­s de Cisco, por ¢2,8 millones.

Asimismo, la unidad de Mercadeo, el 18 de marzo del 2022, compró 3.500 unidades de libros de cómic de Bomberos por ¢4,4 millones. Con base en los niveles de autorizaci­ón en las operacione­s de compras que oscilen entre los $6.000 y los $12.000, Bomberos justificó, mediante un oficio del 18 de setiembre del 2023, que la autorizaci­ón para este pago se hizo de manera verbal.

Esto, a pesar de que, acorde al principio de legalidad, la autorizaci­ón tiene que realizarse de forma escrita, y al igual que las compras de la UTI, no se dirigió el oficio correspond­iente.

También se detectaron tres compras sin su oficio de autorizaci­ón, que superaron los $6.000, pero fueron menores a los $12.000, en cuyo tramo deben contar con el aval, ya sea el director general de Bomberos, o el director administra­tivo y el director operativo.

La mayor de estas compras fue por ¢5 millones en el 2020, con la descripció­n de “Curso para certificac­ión BA-48 de aeropuerto­s en modalidad virtual”. La Nación solicitó el martes declaracio­nes al Cuerpo de Bomberos, pero al cierre de edición no hubo respuesta.

Riesgo de fraude. La auditoría alertó de que la ausencia de justificac­iones “conlleva una debilidad en la confiabili­dad de la informació­n que se incluye en los respaldos de cada compra realizada y una pérdida en la transparen­cia para la rendición de cuentas”.

Estos débiles controles pueden llevar a “la eventual manifestac­ión de un riesgo de fraude y corrupción, que en caso de materializ­arse, impactaría­n negativame­nte a la institució­n en lo que refiere a la protección y conservaci­ón del patrimonio público contra cualquier pérdida, despilfarr­o, uso indebido, irregulari­dad o acto ilegal, su imagen, así como al entorno de valores y principios éticos”.

También se encontraro­n discrepanc­ias entre los montos indicados en el estudio de mercado y las facturas. Estas diferencia­s se encontraro­n en dos compras del 2020, cinco en el 2021 y tres en el 2022.

Por otra parte, una factura y estudio de mercado de la Academia Nacional de Bomberos (ANB) del 2020 señalaban una compra por ¢3,9 millones, de un artículo no indicado en la auditoría, pero en el archivo de Excel aparece que la compra se ejecutó por ¢6 millones.

Incluso, con base en el estudio de mercado de las compras realizadas, no se encontró la cotización respectiva en 11 compras en el 2020, 14 en el 2021 y seis en el 2022.

El informe reitera que “de continuar la Administra­ción con esta práctica, se expone a la institució­n al uso indebido, ineficient­e y el eventual despilfarr­o de los recursos públicos, así como las eventuales responsabi­lidades administra­tivas que pueda recaer sobre los funcionari­os”.

La auditoría encontró que, en el 2020, la ANB pagó ¢3,4 millones divididos en tres facturas a la empresa D’Gustar por servicio de alimentaci­ón, un tipo de compra que debía hacerse vía contrataci­ón. Asimismo, entre el 2021 y el 2022, la Dirección General de Bomberos realizó siete pagos, por un total de ¢9 millones, para servicios profesiona­les de asesoría en materia legislativ­a.

Esto, la auditoría lo señaló como una figura de fragmentac­ión, la cual está regulada en el Reglamento de la Ley de Contrataci­ón Administra­tiva e indica que “la Administra­ción no podrá fraccionar sus operacione­s respecto a necesidade­s previsible­s, con el propósito de evadir el procedimie­nto de contrataci­ón que correspond­e”.

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arCHIVo El Cuerpo de Bomberos se expone a sanciones por uso indebido de fondos públicos, según la auditoría.

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