Fiscalía pide 245 años de cárcel para cada detenido por mayor masacre del país
› El lunes se dictará sentencia contra tres venezolanos y un costarricense
Este martes concluyó el debate por la masacre de Matama, la más grande registrada en nuestro país. La Fiscalía de Limón solicitó una pena de 245 años para tres ciudadanos venezolanos y un costarricense detenidos. Este hecho resultó en la muerte del supuesto cabecilla del narcotráfico conocido con el alias de Ratón y otras siete personas.
El Tribunal Penal de Limón determinó que la sentencia se dará a conocer el próximo lunes, a las 8 a. m. en la sala N.° 11 de los Tribunales de Limón.
Los acusados son un costarricense de apellido Arias Solano y tres venezolanos apellidados Pantoja Jiménez, Zapata Díaz y Duarte Tovar.
La fiscal Meribeth Chinchilla solicitó severas penas para ellos, acusándolos de homicidio calificado, tentativa de homicidio, uso ilegal de uniformes e insignias policiales, robo agravado y privación de libertad.
Por su parte, los defensores, Michell Castillo y Eduardo Barboza, estimaron en sus conclusiones que no hay pruebas suficientes para inculpar a sus clientes.
Los hechos ocurrieron el miércoles 2 de marzo del 2022, en una emboscada perpetrada por pistoleros, al parecer al servicio de una organización que los contrató para segar la vida de siete miembros de un grupo rival y de José Bernardo Montoya.
Este último fue una víctima colateral que se encontraba reparando una cabaña en la finca Los Pinto, ubicada en una zona montañosa del distrito de Matama, en el cantón de Limón.
Según el testimonio proporcionado al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) por el dueño de la finca, al menos ocho individuos con armas de fuego de gran calibre llegaron al lugar.
Estaban vestidos con falsas camisetas de la Policía Judicial. Utilizando este engaño, obligaron a las víctimas a descender de un vehículo KIA, con capacidad para siete pasajeros, los colocaron boca abajo y les dispararon. Cada uno recibió entre ocho y 16 disparos en la cabeza, el torso y las extremidades.
Una de las víctimas, de apellido Bell Arias y de 42 años, fue encontrada el 11 de marzo.
El hallazgo ocurrió nueve días después del descubrimiento de los otros cuerpos en la finca, ya que al parecer esta persona intentó huir por un barranco y quedó lejos del resto. Estaba en avanzado estado de descomposición.
Después de asegurar la muerte de las ocho personas, cuatro pistoleros se apoderaron del vehículo propiedad del dueño de la finca, de apellido Picado, alias Shock.
Sin embargo, a unos tres kilómetros, chocaron contra la góndola de una vagoneta estacionada, ya que eran perseguidos por una patrulla de la Fuerza Pública que ya había sido alertada del tiroteo. Abandonaron el vehículo, y la Policía arrestó en ese sitio a dos de ellos, el costarricense Arias y el venezolano Pantoja.
Alrededor de las 2 p. m., en medio de un operativo terrestre y aéreo, se logró detener en Westfalia a los otros dos venezolanos, Zapata y Duarte.
Estos individuos se habían refugiado en la casa de una mujer a la que mantuvieron retenida durante cuatro horas; posteriormente, luego de cambiarse de ropa, salieron a la calle, donde fueron arrestados por la Fuerza Pública.
En la residencia donde retuvieron a la mujer, las autoridades recuperaron botas militares, pantalones negros tipo fatiga, guantes y otras evidencias, incluidas camisetas de color negro con las letras “OIJ” en el frente. También se decomisaron fusiles AR-15 y M16.
Aún no está claro cómo sujetos con tal trayectoria en el mundo delictivo, como alias Ratón, cayeron en la emboscada de finca Los Pinto, donde falsos agentes policiales los bajaron del carro y asesinaron.
Ardid. Entre los fallecidos estaba Danny Hernández Fernández, de 46 años, apodado Ratón, quien era reconocido por las autoridades policiales debido a sus posibles vínculos con narcotráfico, homicidios y agresiones. Al parecer, el ataque fue el resultado de disputas entre pandillas del narcotráfico.
Además de acabar con la vida de Ratón, la investigación judicial indica que los pistoleros querían asesinar a un hombre de apellidos Picado Grijalba, de 42 años, quien logró sobrevivir al huir por la parte trasera de la cabaña en el momento del ataque.
Junto a Ratón, otros tres fallecidos tenían antecedentes judiciales por diversos delitos.
Leonardo Bonilla Pérez, de 39 años, fue condenado en el 2019 luego de que la Policía de Control de Drogas lo relacionara con más de 100 kilos de cocaína encontrados en una plantación bananera. Bonilla apeló la sentencia y se ordenó un nuevo juicio, cuyo resultado no se hizo público.
Alejandro Salazar López es otro de los fallecidos con antecedentes delictivos. Según la sentencia N.° 560-2014, el Tribunal Penal de Flagrancia del Segundo Circuito Judicial de San José lo condenó a ocho años de prisión por transporte de drogas.
Divan Michell Bustos, otro de los asesinados, fue procesado en el 2015 y el 2018 junto con Ratón por homicidios, pero poco después de ser detenidos apelaron y quedaron en libertad.
Ratón había estado junto a Picado en estrados judiciales, luego de que en el expediente N.° 09-001297-0063-PE se les atribuyó a ambos, y a otros dos sujetos de apellidos López López y Cuero Moreno, el intentar matar, el 27 de junio del 2009, a Noe Mc Cloud Beckford.
Presuntamente, Cuero habría pagado ¢5 millones a Ratón, Picado y López para que acabaran con Mc Cloud, pues le atribuía contratar a otras personas para que robaran droga. Mc Cloud sobrevivió al atentado y denunció a Ratón, Shock y López; sin embargo, el 22 de julio del 2014 el Tribunal de Juicio de Limón absolvió a los tres imputados por dudas.