Hallazgo desencadena investigación de Fiscalía
La Fiscalía solicitó a Países Bajos (Holanda) detalles sobre un cargamento de 1.109 kilos de cocaína ocultos en piña de Costa Rica. El caso trascendió este 12 de marzo, luego de que el contenedor pasó por los puertos de Moín, en Limón, y Manzanillo, en Panamá, y llegó a Róterdam.
La solicitud de información fue confirmada por el fiscal adjunto Mauricio Boraschi, quien señaló que este hallazgo, así como el de otros 419 kilos decomisados en Barcelona, España, el pasado 4 de marzo, evidencian que se están evadiendo los controles en la terminal de APM Terminals, en Moín.
Desde el 12 de marzo, Manuel Jiménez Steller, viceministro de Seguridad, aseguró que el contenedor contaminado que llegó a Róterdam fue escaneado en Costa Rica y “no había trazas de droga”.
Boraschi dijo que el objetivo de la investigación es identificar a los responsables y determinar qué está fallando en los sistemas de detección locales o cómo están haciendo las organizaciones criminales para eludirlos.
Aunque la Fiscalía aplaude el uso de tecnología y escáneres, muestra preocupación por su efectividad y los métodos que se usan. También les inquieta la cantidad de droga que está ingresando sin ser detectada, debido a la permeabilidad de las fronteras y a la falta de equipos para contrarrestar su arribo.
“Esta es la cocaína que llega a las calles, ya que quienes reciben este pago no tienen forma de colocarla en el mercado internacional y se apresuran por convertir la droga en dinero rápido, lo que alimenta una serie de ventas al menudeo que intensifican las disputas por territorio y los homicidios que estamos presenciando”, dijo Boraschi.