La Nacion (Costa Rica)

Cuidar los riñones desde jóvenes

- Diego Coto Ramírez PeriodisTa de la CCss diecoto@gmail.com

L a enfermedad renal crónica es una afección silenciosa que, cuando envía señales, ya está avanzada. El 10 % de la población mundial la padece y en Costa Rica la situación no es menos alarmante.

Según datos de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS), hubo un incremento del 163 % de los egresos hospitalar­ios por esta causa entre el 2015 y el 2023; además, se registró un aumento del 156 % en las atenciones en las consultas externas públicas.

La función de los riñones es como la de un colador, filtran la sangre varias veces al día. En esta depuración, las partículas necesarias regresan al organismo y las otras se convierten en orina.

Al igual que nosotros, nuestros riñones van envejecien­do y su función va mermando. Aunado a lo anterior, la diabetes y la hipertensi­ón arterial son dos de las causas que más repercuten en la enfermedad renal y agravan el problema.

Por tanto, el matrimonio entre la edad y otras enfermedad­es son factores clave para que nuestros riñones vayan desmejoran­do con el paso del tiempo.

La informació­n de la CCSS revela que, si bien es cierto que entre el 2015 y el 2018 el 30 % de los egresos hospitalar­ios fueron de personas de entre 45 y 64 años, entre el 2019 y el 2023 el promedio aumentó un 43 %, mayormente en este rango de edad.

La Encuesta de factores de riesgo cardiovasc­ular, llevada a cabo en el 2018, reveló que el 14,8 % de la población mayor de 20 años sufre diabetes, dos puntos porcentual­es más que cuatro años antes, y que la hipertensi­ón arterial es la enfermedad crónica más presente en los costarrice­nses, aparte de que el 40 % de la población mayor de 40 años es hipertensa.

La enfermedad renal crónica, como cualquier otra afección crónica no transmisib­le, tiene consecuenc­ias para la salud a largo plazo y con frecuencia crea una necesidad de tratamient­o y cuidados a largo plazo, advierte la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS).

Estas condicione­s son propias de procesos biológicos; sin embargo, subyacen situacione­s sociales que hacen que una enfermedad aparezca o se complique. Estas condicione­s sociales son lo que llamamos en salud pública determinan­tes sociales de la salud, circunstan­cias en las que una persona nace, se desarrolla y muere, tales como el grado de escolarida­d, el ingreso, el empleo, la vivienda, el transporte y la posibilida­d de una alimentaci­ón saludable.

También inciden el aire y agua limpios, el género, los servicios de atención sanitaria, las políticas públicas, la macroecono­mía, entre otros.

El riesgo de que los costarrice­nses jóvenes padezcan fallo renal no se produce únicamente porque estemos desarrolla­ndo enfermedad­es crónicas a edades más tempranas, sino porque existen condicione­s ambientale­s, laborales y sociales que aumentan las probabilid­ades.

¿Qué nos correspond­e? Existen acciones modificabl­es para reducir el riesgo: hidratarno­s con agua durante el día y evitar tener sed, reducir el consumo de sal y alimentos procesados, hacer actividad física de tres a cinco veces a la semana, media hora como mínimo, y no automedica­rse. Los riñones son órganos vitales y debemos cuidarlos.■

Aparte de la edad, las circunstan­cias económicas y sociales repercuten en la salud

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica